Entrevistas

La música como principio y fin con MONVCO

De cómo la búsqueda incesante de créditos me ha llevado a mejores escuchas. Román Alejandro, mejor conocido como MONVCO, es uno de los secretos mejores guardados. No es algo consciente de su parte o a lo mejor, sí. Ha estado involucrado en algunas de las canciones y proyectos más interesantes de los últimos años en la escena latina. Simplemente, no le interesa ser esa figura. No le interesa el spotlight, no hay ego involucrado. Román quiere hacer música. Punto. Al final de cuentas, ha dedicado más de 10 años al oficio y sabe de lo que habla.

El nativo de Chihuahua tiene pasión, es innegable. La posibilidad de poder crear, con el único fin de generar sentimientos, no tiene comparación. La puntualidad en las elecciones para colaborar lo demuestran. El espectro sonoro sigue creciendo. Los proyectos en paralelo también. Es inquieto. Entiende el negocio, lo trata como tal, pero no pierde el enfoque.

Yo le tuve que haber escrito desde que le escuché en Soundcloud. Pasaron un par de años para que me animara a hacerlo. Difícil perder la pena para decirle hola a la persona que ayudó a crear la canción más escuchada de mi 2019. Como si fuera poco, el año pasado también colaboró con jonás, otro de mis artistas favoritos, en uno de mejores releases del año pasado.

La espera valió la pena, yo pregunté lo que quise. Hablamos de su preferencia por la música orgánica, con un sonido humano, la importancia de los créditos en la producción, si sí hay algún sonido característico que trasciende cualquier artista con el que trabaje, su primer placement, Finesse como una label incubadora de talento, el valor de rodearse con gente que aporta y Luis Miguel.

¿#Aquésuena MONVCO?

Hago la música que a mí me gusta más hacer. Yo diría que es un R&B que se escucha muy hecho a mano. Sin la pretensión de lo hecho a mano, sino que se escucha hecho con las manos porque tengo percusiones. Siempre a la mano tengo cositas con las que grabo (ruido de shaker). Me gusta tocar el bajo, la guitarra, grabar baterías acústicas cuando es posible. Es un sonido, lo que me gusta es el R&B que suena orgánico. Me gusta que suene humano. No me gusta tanto que suene como si lo hubiera hecho un robot. Sí hago esa música que suena a robot, porque al fin de cuentas la música es repetición de patrones. No es nada más que eso. No me gusta que sea tan robótico, me gusta que tenga texturita

Es regresar a lo análogo. Es en la segunda escucha, a veces, que se aprecia esto. Y si el artista tiene la posibilidad de trabajar con una banda en vivo, te cambia la experiencia.

Claro, completamente. Es mucho más cálido. Para mí, la música es mucho de transmitir un sentimiento. Cuando hago una rola que quiero hacer, algo que tengo en mente, es más de ‘quiero sentir lo que sentí cuando escuché esto’.

¿Vos hacés mix y master también?

En algunas ocasiones. Sí he hecho, pero no me gusta mucho. El año pasado sacamos una canción, con Méne y Nsqk, ‘Tecate Freestyle’ y en esa lo hice todo. Fue más por un ejercicio rápido, en un par de días con vídeo, canción, todo lo hicimos por Whatsapp. Fue un ejercicio interesante. Yo hice la producción también. Prefiero que lo haga alguien más. Lo prefiero porque creo no estar al nivel que me gustaría hacerlo. No me gusta entregar un producto por el cual no estoy tan satisfecho.

Cuando lo mezcla y masteriza otra persona, es otro input, es diferente, en todo el espectro sonoro de la canción. Es importante que haya diferente input en la producción y post-producción de la rola. A mí me gusta que haya otra persona, que sea bueno, sobretodo, porque siempre cambia. La mezcla y máster sí hacen una diferencia. No cambia la canción completamente, pero sí que hacen una diferencia. Es muy importante el medio en dónde lo escuches. Hay que tomar en cuenta que se escucha en unos audífonos, unos caros, unos baratos; hay muchas variables que hacen toda la diferencia. Son muchas cosas muy técnicas.

Fotografía proporcionada por el artista.

Mi expertise es la producción, escribir, tocar instrumentos y tal. Hay otras personas que se han pasado sus 10 mil horas mezclando. Ellos sabrán del universo de mezcla más que yo. Prefiero tener la posibilidad. Hay veces que no se puede, pero prefiero trabajarlo con alguien más. 

Hablando de la importancia del detrás de escena, veo muchas rolas que ni siquiera tienen completos los créditos, y no sé el porqué.

No (risas). Porque al artista no le importa. El artista decide no hacerlo. 

Me hace mal esto. Deberían de detallar quién hace la mezcla y master, de entrada. 

Las personas que hacen el mix y master deberían de tener un porcentaje del master de la canción. No nada más estar acreditados, deberían de ser dueños de un porcentaje porque ellos ayudaron a hacerla. Es lo justo.

Algo que reconozco en algunas de tus canciones, dependiendo del mood, pero es el kick. Durísimo. ‘Te Culpé’ y ‘21 Miligramos’ tienen esto, a pesar de ser tracks completamente diferentes. ¿Crees que tenés un elemento que se reconozca como tuyo, a pesar de no tener un producer tag?

Me gustaría pensar que sí, pero la explicación que tengo para ese hilo conductor es algo muy nerd. Si te lo digo, me vas a responder de ‘wey, no entiendo, no me interesa’. Siento que uso elementos en mis composiciones, siempre, que son muy particulares. La música es algo que se hace en una escala de 12 sonidos, en toda esta parte del mundo. Entonces, cualquier cosa que se haga en la música va a sonar a algo que ya se ha hecho y se va a volver a hacer.

Yo distingo perfectamente una canción de Kaytranada, reconozco una producida por Sango, una producida por Kanye West. Yo creo que no, en realidad. Al hablar de mi producto, me cuesta trabajo ser esa persona que dice, ‘claro wey, sí, desde luego, mi producto es único porque yo siempre hago esto y esto’. No sé. Sí uso percusiones similares, me gusta que suenen upbeat. Quién sabe. Ojalá, me gustaría. No sé siquiera cuántas personas escuchan mis tracks. Veo los stats, pero ya del stat a la persona real… está raro aún me cuesta trabajo conocer a alguien que me diga ‘wey, soy fan de esto y el año que hicieron esto’. Claro, estoy orgulloso de eso y lo recuerdo, pero me cuesta trabajo que alguien haya puesto atención a esos detalles.  

¿Hace cuánto que venís haciendo música ya?

Yo empecé a hacer música hace unos 11 años. Ahora tengo 31 años. Cuando empecé a estudiar música, entré a un conservatorio en Chihuahua, mi hometown. Es el norte de México, frontera con Texas. Ahí nací y viví hasta los 18 años. Estudié en el conservatorio talleres de saxofón, piano, guitarra. Después estudié licenciatura en guitarra como 4 o 5 años. Me vine a Monterrey, en donde vivo ahora. Siempre he estado tocando instrumentos. Empecé a grabar cosas directo en mis computadoras de gabinete, muy viejas.

¿Cómo empezás a conocer gente que hacía lo mismo que tú? ¿Conectaste por medio de la era de Myspace, lo subiste a Soundcloud

Puntualmente, con una combinación de lo que dijiste. Muchos de mis compañeros del conservatorio, tengo amistad con ellos, pero no colaboramos. Ellos están en otra onda, completamente distinta. Mucha gente de la escuela, de los grupos de música en vivo, ahí conocí gente, en Chihuahua. Lo más, en fiestas y eventos. Sí de ir, ir a eventos, pero hacerlos yo en Chihuahua y Monterrey.

Conecté primero con Cheeks, de Finesse Records, el label en donde estoy ahora, y donde se han incubado un buen de proyectos que seguro conoces: Girl Ultra, AQUIHAY, Jesse. Conecté primero, con ese label, por fiestas que hacía en Monterrey. Invité a tocar a algunos de ellos, teníamos amigos en común. A fin de cuentas, la escena de la música electrónica alternativa en México sí es grande, es vasta, pero no terminan más de ser mil, tres mil personas. Entonces, solo por el hecho de hacer las rolas, que alguien más escuche, tú la envías, y te dicen ‘wey, conozco a un amigo que también hace música’. Resulta que el amigo hace techno. La música que hacía en ese entonces, comparado con el techno, era un mundo de diferencia. 

Era electrónica alternativa igual. En México, es la misma burbuja. Al principio, en Finesse se hacía música electrónica. No house, pero future bass. Es esta música, retomando lo que hablabas hace un rato, es algo muy enfocado en el low-end spectrum, es música muy bajosa. Es una de las características de la música que yo hago. Lo que hago es low-end focused. Me gusta mucho clavarme en los bajos, kicks, en toda la frecuencia baja de las rolas. Eso es de la escuela de que hacía ese future bass.

Lo que sea, música electrónica alternativa, al final. Eso hacíamos antes de hacer música para cantantes o incubar proyectos vocales. Finesse, antes de ser eso, era un label enfocado a lo electrónico. Si checas el catálogo, creo que aún están los primeros releases, es una música interesante, pero muy distinta. Por el 2015-2016, cuando hicimos el primer proyecto de Jesse, fue el switch de ese tipo. Yo tuve mi primer placement grande, una canción que hice para Álvaro Díaz.

El año que hicimos esa producción, yo dejé de hacer esto que hacía, música mía, para mi proyecto, y me dediqué a estar produciendo para otras personas. Desde ahí, 2016, cambió completamente mi modo de trabajar, networkear, de conseguir trabajo, dinero. Todo se revolucionó, completamente. Se volvió mucho más cómodo para mí, honestamente.

¿Cuál fue tu primer big break? ¿Cuando ya ven tu nombre a la par de LunyTunes y los hermanos Lara?

Es que, ¡imagínate! A mí aún me cuesta trabajo creer que tengo un crédito con LunyTunes. Para mí es un trip, todavía. Es un poco de imposter syndrom. Escucho la rola y recuerdo que el beat lo hice el día que salió ‘Hotline Bling’ y la primera versión tenía un sample de la percusión final. Recuerdo el momento al grabar el bajo, la armonía. Por eso fue tan importante. 

Pasaste de cero a cien, en días de internet. Digo, que nadie ponga tu nombre en el buscador a que aparezcás en una rola que tiene más de un millón de escuchas en Soundcloud.

Sí, sí. Sobretodo, para mí es más complicado porque ni siquiera estaba haciendo eso. No estaba en línea promoviendo mi música, diciendo, ‘hey, escuchen’. Es más, ese beat que le llegó a Álvaro, yo ni siquiera tenía nada publicado bajo MONVCO. Quizás unas cosas muy sencillas. Tomé la decisión de no ser ese artista. No digo que esté mal, está perfecto. En ese momento dije, ‘no quiero sacar un proyecto erizo’. No quise hacer algo a la carrera, con poquito dinero, haciéndolo más o menos bien. En ese proceso me quedé.

Ni siquiera he sacado el disco que tengo hecho de hace un buen de tiempo ya. Estoy ocupado haciendo música para los demás, no quiero rushearlo y que esté fuera para que vean mi nombre. Para mí fue tan importante encontrar este camino, de la manera que no fuera yo buscando así, tan insistentemente. Decidí continuar sin forzar las cosas, sin intentar mucho mucho, sin querer hacer que suceda. Nada más, hacer la música, que es lo más importante para mí. Me dediqué a estar en el estudio todo el tiempo que podía. Dejé de salir, en ese momento dejé trabajar, corté algunas relaciones que tenía.

Estuve enfocado en lo mío, años, en la casa o el estudio, donde sea, produciendo. Es lo que mejor me ha dado resultados. Considero que estoy disfrutando este punto de mi carrera, y tengo mis objetivos anuales de proyectos que hago y vendo. En cantidades, uno y otro. Todos los años los he cumplido y hasta un poco más arriba. Estoy seguro, completamente, que eso pasa porque le pongo toda mi vida, todas las horas. No hago más que producir. Tengo mi trabajo, unos negocios, pero estoy completamente enfocado en esto hace unos años ya. Ni siquiera sé qué se siente no estar obsesionado con esto. Está raro, pero a mí me funciona bien. 

Y que ya es parte de tu vida esto. Si no lo haces, hay algo que falta.

Me hace sentirme culpable, como si no estuviera trabajando.

México ha construido una escena independiente descentralizada que se renueva constantemente. Lo que está pasando en Monterrey con Cuis Lerda, otro semillero. Así como me dijiste, Finesse sigue haciendo esto. Vivo en un país que tiene talento para exportar, pero no hay un movimiento integral que soporte. Y vimos a Jesse, que entró en el momento justo, con la gente correcta. Yo no podía creer lo que escuchaba, lo que salía del colectivo. 

Finesse Records fue un semillero de talentos que capturó a muchos que necesitaban ese empujón.

En ese entonces, el roaster era algo completamente distinto a lo que te imaginas de ahora. La mayoría que está, sigue haciendo música, actualmente. Hacen música que yo, neta, la escucho y digo, ‘wey, claro, por eso somos amigos, por eso te amo, porque tienes un cerebro cabrón para hacer esta música’. Les conocí en la escena, como tal. No hay un release mío aún. Mi disco que quería sacar en 2016, tenía 4 tracks en ese entonces y ahora va por 25. No sé si salga este año. En Finesse he sacado remixes, trabajé en un par de cosas de Jesse, cuando lo sacamos. He trabajado en cosas con Nan, Kali. No tengo un body of work afuera. Sí está, horas y horas hecha por mí, lista para salir, pero no afuera.

¿Cómo conociste a Adrián Benavides?

A Adrián lo conocía de la ciudad. Los dos hacíamos música, eventos, y tenemos personalidades similares. Puntualmente, en un evento que hice hace años. Lo invité a tocar a él y a otros amigos de Finesse. Ahí nos hicimos cuates, seguimos cotorreando. Posterior, conocía Cheeks, que vive en Ciudad de México, pero estaba aquí seguido cuando estábamos haciendo los proyectos de Jesse y tal. Teníamos un estudio acá, donde trabajábamos proyectos simultáneamente. 

Adrián produjo muchos proyectos en Finesse, produjo muchos proyectos. Ahora tiene su propio wave. Súper buen amigo mío, no lo he visto en meses, como la mayoría. Tiene su crew, artistas y proyectos muy interesantes. Todo lo que hace me gusta y lo apoyo. Muy cabrón, lo quiero un chingo.

¿Cómo sigue Finesse? 

Ha evolucionado mucho. En el principio era un label de música disco, hasta eso. Future music, future bass incluso, pero había un poquito de house también. Hay una temporada en donde los releases son de figuras geométricas. Esos artes los hizo Daniel Ceballos, un gran amigo y colaborador mío con quien trabajamos MOVELIKE, un sello electrónico. Es productor y diseñador talentosísimo. Hay algo que se me hace muy chido de Finesse, y es que la identidad ha estado muy marcada por temporada de releases. Cuando salieron estos, uno de Daniel con 10010, uno de Adrián, son como 5-6 releases. Después fueron otras imágenes, como si fueran vistas por microscopio. En esa temporada salió un compilado de remixes, en el cual todos sacamos canciones. Ahí salió el primer EP de Girl Ultra, ‘Boys EP‘. ‘B.A.E.Z.’ de Jesse salió ahí. 

 Ya después de esa temporada, el enfoque fue de proyecto por proyecto.  ‘El Dorado’ sale después.

¿Quiénes están firmados, actualmente?

Somos un crew de diferentes personas. Lo que está más activo ahora mismo, te diría que Girl Ultra, Foudeqush, Louie. En el catálogo hay deep cuts, releases de hace 7 años. ¿La neta? Están chidos. A lo mejor no los escuchaba tanta gente antes, pero es una música interesante. Está hecho por gente clavada en su producto. Eso le dá un valor añadido. 

Recuerdo haber visto tu nombre en ‘Her (Interlude)‘. Es una nota de voz que tuve en repeat años. No me lo explico, a la fecha. Abusamos con las escuchas de esa canción, con unos amigos. Quiero saber cómo se decidieron armar esta rola. Me hace sentido, en el contexto del EP. Si alguien la escucha, como single, me dicen que eso no es una canción.  

Es la belleza de esto. Para mí, una canción es armonía, melodía, arreglo de producción, a lo mejor vocales o no. Para mí, sí que es. Es un elemento dentro de una composición. Cuando hubo un switch, de dejar de hacer electrónica y enfocarnos en R&B, siempre estuvo presente que un EP no era una colección de rolas. Tiene que ser una obra que tenga cohesión, que cuente una historia. 

Este track aporta a la narrativa del proyecto. Lo hicimos súper rápido. Esa grabación era la que sonaba en Facebook cuando intentabas hacer una llamada. Lo grabamos rápido, lo pusimos, mezclamos y ahí quedó. Después se post produjo y tal, pero fue rápido.

MOVELIKE está desde el 2015. ¿Cuántos proyectos tenés en paralelo?

Siempre estoy haciendo otras cosas, siempre buscando qué hacer, cómo generar negocio. Como no tengo un trabajo fijo, de oficina, hago varios. Estoy buscando en dónde puedo trabajar, hacer algo, vender. Eso mismo, creativamente, me hace ser igual. Es malo y bueno. Es malo porque tengo miles de proyectos sin terminar, pero tengo miles de proyectos nuevos y aprendo todo el tiempo.  

Me gusta cómo se presentan, la especificidad de la propuesta: tape label, online radio, mini raves y recordshop

Es que así es Daniel. La neta, MOVELIKE es muchísimo Daniel, 1oo1o, mi partner con el que hice ese proyecto, hace un rato ya. Ese wey es muy pragmático, es bueno para hacer presentaciones, press kits, pitches, para patrocinios, incluso. Tengo mucha suerte de haberle conocido, a Cheeks igual. A los dos les he aprendido un chorro de cosas chidas que me han hecho crecer como persona, artista, me han hecho hacer dinero, me han dado oportunidades. Mucho de lo que ves aquí es la personalidad de Daniel. Todo muy puntual, bien presentado. Es un proyecto que me gusta. 

El EP colaborativo, ‘64o’ con 1oo1o saca otra faceta tuya. Salió en el 2016, pero ese sonido es atemporal. Ese género te permite perderte en el tiempo. ¿Por qué nunca subieron esto a Spotify?

Más bien, está en Soundcloud y Bandcamp. Esto es parte de la filosofía, lo que piensa Daniel respecto a la música. Él es más clavado en eso. No sé si sabes cómo funcionan los acuerdos con las plataformas de streaming, pero todo es a puerta cerrada. No sabes cuánto cobran ni cuánto es para ti ni ellos. Ellos acuerdan una cantidad por stream y se chingó. Nadie explica nada a nadie, no hay transparencia. Es algo súper turbio. Está mal, desde su concepción. Pero, ¿qué haces? No puedes luchar contra el sistema. Sí que puedes, pero a mí no me interesa. A mí lo que me interesa es hacer rolas. Si no voy a obtener dinero de eso, ni me importa tanto porque al principio no lo hacía por el dinero.

Yo hago muchas otras cosas para obtener dinero. Muchas cosas de MOVELIKE no están en plataformas de streaming por ese mismo principio. Todo lo vendemos por Bandcamp. Comprar música por esa vía es depositar a la persona que hace la canción. No hay nada más directo para el artista. También lo puedes escuchar ahí, sin pagar. Además, ahí puedes comprar en distintas calidades. Se pueden bajar archivos que pesan 50 megas cada uno, y queda en la calidad que exportamos directo del programa de producción. Tienes la oportunidad de dar dinero directo al artista que hace un producto que te gusta y tener el archivo en la resolución completa. 

On brand, completamente. 

Exacto. En Bandcamp lo compraron personas en Asia también. Claramente, hay personas interesadas en comprar. Nuestra postura es, ‘ahí está, lo puedes obtener en el formato que quieras. Te va a costar un poquito de lana, pero ahí está disponible’. No hay muchas personas que consumen ese producto en este país. Igual lo hacemos porque no nos interesa venderlo ni hacer algo que sea de un circuito tan popular. Nos interesa porque esa música nos gusta y decidimos que ese sea el concepto. Hasta ahora ha funcionado chido. El objetivo es satisfacción personal, desarrollo de proyectos integrales. Creo que si cualquier persona que nos vea, escuche, se fije en la identidad, lo gráfico, cómo se presenta hasta el copy, créditos. Es un trabajo muy bien hecho, tiene horas y dinero bien invertido. No esperamos, no está hecho con la intención de venderlo. Es completamente de desarrollo artístico personal.

También estás con los TRAPLØRDS, mucho rave, mucho jungle ahí. Directamente hecho para el under y fiestas de culto. ¿Cómo hacés que crezca con este encerrón?

Es una fiesta, full. Una fiesta que hacemos anualmente o dos veces al año, en Chihuahua. Lo hago con otros dos amigos, Chino y Marcelo. Es básicamente imposible ahora. Hicimos un stream y tal, pero la esencia del proyecto es una fiesta en donde hay mucha gente pegada bailando reggaetón, tomando, cotorreando. 

En Chihuahua hay un buen de gente súper cool. En diciembre casi todos mis amigos que viven fuera de la ciudad o el país regresan de visita. Ese es el appeal del proyecto, la fiesta, básicamente. Cada año va más gente, gente que no conozco, más joven. Es muy orgánico. No se invierte en pauta. Así como MOVELIKE en su momento, es un proyecto de fiestas.

¿Qué estás escuchando?

Estoy escuchando, hay un amigo de Denver, pero vive en Monterrey de hace unos años, Wildkatz, con él siempre hago mucha música para otros artistas. Él sacó el año pasado un release de jazz instrumental, lo tengo en repeat desde que salió. YOSHI, un amigo, sacó un proyectito de tres canciones, ‘Demos y Feelings’. Hay un disco que lo vi recomendado en la story de una amiga, Fer Casillas, de Count Basie y Dizzy Gillespie, ‘The Gifted Ones’. No conocía este release en particular, les conozco a ellos, pero no este. El nuevo de Playboi Carti, con mixed feelings ahí, me gustó más o menos. ‘¿por qué no?‘ de jonás.

El nuevo de Álvaro Díaz, ‘Díaz Antes’, al fin está fuera. Ya la mayoría de canciones estaban fuera, pero hay un par de nuevas que me gustaron mucho. Sacó una canción con un amigo de Puerto Rico, Yensanjuan, me gustó mucho. Estoy escuchando ‘Cactus’ de Absa G, un amigo también. Me gusta. Hay unas cosas de Natanael Cano, variadito. Siempre estoy en Apple Music viendo qué están escuchando los demás. 

De esas escuchas, ¿le has escrito a alguien tipo ‘me gusta lo que hacés, hagamos algo juntos’?

¿Si he escrito en contacto frío para hacer una canción con ellos? Sí, muchísimo. Cuando empecé a hacer esto, profesionalmente, sí hice una campaña. Una campaña monitoreada, paso por paso. Hasta tenía servicios que me decían si la persona abría el correo, cuántas veces lo leen y descargan los archivos. Durante ese momento, le mandé música a mucha gente. Fredo Santana abrió un par de correos míos y bajó un par de archivos. Hablé con Rico Nasty años antes de que fuera famosa.

Le habré invertido 1 año de mi vida a esa campaña. Sí dio resultados, pero el contacto en frío, en este circuito, está muy difícil. Funcionó, medianamente. Me di cuenta que no es lo que  quiero hacer. No funciona muy bien cuando tú estás buscando a la persona. La persona te tiene que buscar a ti para que la relación sea más orgánica. En mi caso, así ha pasado. Cuando se dá solo, es mejor.

¿Qué hacés cuando no hacés música? ¿Tenés tiempo libre?

Con dos amigos tenemos una agencia de servicios digitales de marketing. Tengo un par de clientes que hacen música también, les hago una estrategia de dirección de tráfico. A uno le llevo tráfico a Spotify a otro a Facebook y YouTube. Ese ese mi 9 to 5. Tengo unos negocios en Chihuahua. Una vez al mes voy para allá, a ver pendientes. También, lo que sea. A lo mejor mañana un amigo me dice, ‘wey, tengo dos carros aquí. Si los vendes, te quedas con el 20%’. Lo haría. Es algo que fácilmente haría porque no dejo el dinero en la mesa. ¿Por qué? Porque las cosas que hago, mis proyectos, necesitan dinero.

El arte es para niños ricos y eso se ha sabido desde siempre. Por eso existe la figura del mecenas, que es la persona que fondea. Hay que ser rico para hacer arte. Siempre estoy consiguiendo lana para mandar mezclar una rola, quiero comprar una guitarra nueva, quiero algo para el estudio, le tengo que pagar a un instrumentista para que me grabe. Hay que invertir. Si quieres pegarle al gordo, si quieres dar el paso grande, hay que hacer las cosas como las grandes ligas. Si quieres competir con la gente, tienes que ofrecer un producto que esté para eso y es caro. Mucho de mi tiempo la paso ocupado en eso.

Tengo un spreadsheet que veo 35 veces al día, en el cuál tengo una lista de tareas pendientes, en operación y completadas. Las pendientes las tengo por negocios y músicas, y todos los días lo veo. Eso no significa que sea eficiente, aún me cuesta trabajo cumplir. Al menos tengo tracción, y me estreso por ello porque me interesa cumplir con esas obligaciones. Sobretodo porque, con muchas de las personas con las que trabajo, son muy jóvenes. Están empezando, son chiquitos, viven en la casa con sus papás. Yo estoy en una situación muy distinta a la de ellos. Si no me preocupo por trabajar, no pago el seguro de gastos médicos. Eso cambia mi mindset. Estoy ahí, persiguiendo el ticket porque así es en el mundo. Hay que chambear

Si estás enfrente de una puerta, tocás el timbre, ¿quién te abre?

Si es un humano, siempre he fantaseado en conocer y tener una conversación como las que hace Rick Rubin en el patio de su casa (risas), pero con Luis Miguel o Stevie Wonder. Son mis ídolos y aún se puede lograr.

¿Qué tan difícil es llegar a Luis Miguel?

1 grado, quizás, o 2 de separación. ¿Qué tan difícil es llegar a J Balvin? 1 grado. ¿Qué tan difícil es llegar a Elon Musk? Quizá 4 grados. No es imposible. Para mí era imposible que Fredo Santana abriera un correo. Uno siempre hace concepciones antes de hacer las cosas y estás pensando de ‘wey, esto no va a funcionar’. Y aún cuando sí lo haces, a lo mejor funciona. You might as well go ahead and take a risk. 

¿Lo que hizo Luis Miguel con el R&B, en los 90s? Mandó a traer a cualquier cantidad de compositores y arreglistas y por eso suena como suena.

Esto que me estás diciendo a mí es una plática que tengo con todas las personas que me dicen que por qué Luis Miguel. Siéntate que te voy a explicar por qué Luis Miguel, para mí, es súper importante en la historia de la música popular latinoamericana. La gente puede decir que es industry plant, que es formulaic. Lo que sea, pero hay que tener un poquito de contexto.

¿Musicalmente, lo que él había hecho antes de llegar a ‘20 Años’? No hay una sola persona que tenga ese currículo, ni en Estados Unidos.

En latinoamérica, nadie. Cuando se separó de su papá, empezó a hacer sus discos, y se empezó a acreditar como productor ejecutivo, él se traía al baterista de Toto, al guitarrista de Michael Jackson, al bajista de Tower Of Power. Tú checas el personnel de esos discos y dices, ‘¿quién pagó esto?’. ¿Cómo había tanto dinero para hacer esas sesiones? Es una locura. Por eso escuchas ‘Aries’, de la canción uno a la última y te vuela la cabeza.

Siento que si le armás un R&B a Luis Miguel sería una renovación, completamente. 

Sueño todos los días con eso. A lo mejor pasa, quién sabe. Ojalá. 

Si hago un post-grado, mi tesis sería sobre el impacto sociocultural y económico de Luis Miguel en latinoamérica.

Ojalá (risas). Imagínate, eso sí que sería un sueño.

Author Image
Martha Elisa Estrada Cortez

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Privacy Preference Center