En Conversación, LAMADRID
Luis Lamadrid, en foco. El joven compositor y productor, mejor conocido como LAMADRID, está involucrado en algunos de los proyectos más disruptivos de los últimos años de la escena argentina. No debería de ser sorpresa de nadie que su agenda del presente año esté llena y recién pasamos el primer trimestre.
Detallista y carente de prejuicios. El detrás de escena le sienta bien. Él entiende en dónde se siente cómodo y puede aportar. ‘BUENOS AIRES MOTEL‘, excepcional debut de Broke Carrey, es el reflejo de dos años de enfoque en su papel como productor general. Es este un disco que apuesta, abiertamente, a la confianza en el instinto propio. Todo cierra. Nada al azar.
Charlamos con Luis acerca de su llegada a la música, la decisión que cambió todo, Juan Stewart como una parte fundamental en su crecimiento, la era ‘POST MORTEM’ y qué viene.
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Una locura el fenómeno ‘POST MORTEM’. Euforia tras otra durante un año. No terminas de procesar.
Se siente así. Terminé el proceso de ‘POST MORTEM’. Salió el disco y ya nosotros habíamos empezado a trabajar un par de singles con Carrito, veníamos en esa. ‘POST MORTEM’ salió el 01 de diciembre del 2021 y nosotros el 03 de enero del 2022 estábamos en Córdoba en Traslasierra. Fue el primer viaje para el disco de Carrito. Ya teníamos algunos demos, algunas cosas avanzadas. Estaba medio manija de empezar otra búsqueda y Carrito también. Queríamos encerrarnos un par de semanas, tener ese momento creativo y lo hicimos. Una locura. No hay tiempo para procesar.
Workaholic, me parece. Tratás de meterte a tantas cosas para evitar algo más. Tiene que ir de la mano.
Sí. Inconscientemente, puede ser que tenga que ver con ese lado de las cosas que uno trata de no afrontar en la vida. No tengo dudas que hay algo ahí. Más allá de eso, fue todo un proceso que se dio muy orgánico. La fecha de diciembre de ‘POST MORTEM’ la puso el sello, ‘bueno, este es el deadline, tenemos que llegar’. Llegamos y estuvo buenísimo. La fecha de enero ya la veníamos pensando. Estuvimos todo ese año tratando de coordinar una fecha para irnos dos semanas. El único momento que encontramos fue ese porque sabíamos que en febrero empezaba la gira del año pasado.
Quería hablar con vos para hacer una línea de tiempo. No figurás en ningún lugar hasta principios del 2020.
Pasa que mi relación con la música es bastante particular. Empecé a tocar el piano a los siete años. Me gustaba mucho Skrillex. Escuchaba EDM y dubstep también. Mucho pop. Fui muy fan de Coldplay, todavía tengo los discos físicos. Mi primer CD fue ‘Sin Restricciones’ de Miranda! Después empecé a comprar discos de afuera en El Ateneo.
Tuve mucho interés por el cine. En mi secundario era el que hacía los videos escolares. Empecé a producir a los quince años y no recuerdo qué me inspiró. Siempre fui una persona que le interesaba mucho cómo funcionan las cosas por dentro. Mi primera relación con el cine fueron tutoriales de YouTube para ver cómo se hacían las películas. En esa búsqueda paralela con la música, encontré que existían programas, composición.
Crecí con esto porque toco el piano desde siempre, pero nunca entendí el concepto de creación que viene con la composición. En algún momento, terminé descargándome FL Studio y empecé a producir. Lo tuve como un hobby, nunca me lo tomé en serio. Fue desde el lado de diversión y aplicar un poco de lo que entendía con el piano. En el 2015 salió este disco de Skrillex, Jack Ü. Estaba muy fanatizado e intenté recrear todo. Para ese momento había creado un canal de YouTube. Subía los remakes.
Todo desde el lado de la diversión, ‘vamos a ver si puedo hacer esto, si me sale algo parecido’. También empezando a ganar terreno en la producción musical, en mi cabeza. ‘Bueno, ¿cómo se hace esto? ¿Cómo se resuelven estas cuestiones? ¿Cómo se hace para que suene así?’
Fui a la Universidad de Palermo, estudié diseño de imagen y sonido. En esa facultad la carrera involucra un poco de diseño gráfico, web, cine, producción y publicidad. Tenía un pantallazo grande de todas esas áreas. Por mucho tiempo estuve bastante seguro que iba a seguir cine y que me iba a meter en ese universo. Yo lo pensaba como un paso más adelante de la música. ‘Quiero hacer cine y probablemente entienda bastante de música. Eso me va a dar una ventaja al contar una historia’. Con el tiempo, me fui dando cuenta que me pasaba al revés.
Cada vez me importaba menos el cine y más la música. Tuve una gran crisis en el 2018. Me estaba yendo muy bien en la facultad, sacaba diez en todo. Yo no era bueno en el secundario. Nunca me gustó, nunca me fue bien. Simplemente trataba de aprender un poco y aprobar. Nunca tuve un interés mayor. Fui a la Facultad y de golpe era todo diez. Evidentemente, esto me interesaba más. En un momento, mi vida se transformó en la facultad. Mi crisis fue, ‘no puede ser que me levanto a las nueve de la mañana y estoy haciendo trabajos de la facultad hasta las tres de la mañana’. Estoy repitiendo este ciclo todos los días.
Tuve un par de laburos en el medio. Una vez que tuve esta crisis pensé, ‘¿qué haría si pudiera hacer lo que sea, hoy?’ La respuesta fue trabajar en un estudio de grabación. Ahí empecé una búsqueda de estudios. Uno de mis mejores amigos, Juan Diego Carbajales, me invitó un día a LOCAL a ver la presentación del videoclip de Lucía Tacchetti, ‘Gritan Fuerte’.
Fue un día lluvioso. Escuché el tema, ‘esto suena bien, me gusta’. La saludé a Lu, hablé un ratito con ella y pegamos la mejor. Pregunté quién produjo esto, ‘lo hizo Juan Stewart’. ¿Quién es Juan Stewart? Vuelvo a buscar su nombre en redes, le seguí en Instagram. No le hablé ni nada.
En ese momento tenía cero contactos en la industria. No conocía a nadie. Nunca tuve a un mentor, me moví solo. Era un delirio convertir la producción en un trabajo.
Juan subió un video de un estudio, ‘qué lindo estudio, me encanta cómo se ve. ¿Quién curó esto? ¿De quién es?’ Hice un poco de investigación básica y descubrí que era él el dueño. Habiendo ganado un poco de experiencia, entendí rápidamente que si quería laburar en un estudio grande iba a tener que hacer un montón de cosas antes de ser asistente, ingeniero o poder aportar.
Tuve este día de crisis en el que me desperté muy temprano. Tenía que ir a la Facultad y no fui, ‘hoy me voy a dedicar a hacer otra cosa’. Estaba muy cansado, harto de mi situación. Le mandé un DM larguísimo a Juan preguntándole si podía ser su asistente. Al principio me dijo que no, que que no estaba buscando. Me invitó a conocer el estudio. Fui, hablamos un rato. No recuerdo… es uno de esos días que a uno le quedan como una especie de blur enorme en el que nunca vas a poder recordar lo que realmente pasó. Me terminó diciendo, ‘venite mañana’.
Al otro día yo seguía teniendo facultad. Le dije que sí, obvio. Compatibilicé el tiempo en el estudio con la Facultad. En un momento, Juan no tuvo que decirme más ‘vení mañana’. Me di cuenta que realmente no quería terminar mi carrera. Ya había cursado los cuatro años. Lo único que me faltaba era un año extra de la tesis, ‘no va a pasar’. Vino la pandemia encima. Terminé cuando empezó el 2021.
Simplemente, dejé la carrera por siempre. Una decisión muy deliberada, no estuve tanto tiempo dudando si lo iba a hacer o no. ¡Menos mal! En el 2021 hicimos ‘POST MORTEM’. Fue el cambio de mi vida y del paradigma de lo que iba a hacer en los siguientes años. Estuvo todo muy justo.
Parece que fue todo de cero a cien en cuestión de meses. Pasar de estar en el behind, en las sesiones, muy metido en los procesos técnicos y de pronto salir a girar. ¿Cómo fue para vos estar en el escenario? ¿Era algo que estabas buscando?
Te voy a ser sincero: nunca me vi arriba del escenario. Siempre pensé que me gustaban otras cosas que no tenían que ver con la performance. Sentí que había alguien mejor que yo haciendo eso. Conocí a Dylan, un performer y frontman muy épico, muy zarpado. Él es mucho más grande en el escenario. Caí en la misma conclusión, ‘claro, tengo que estar 100% detrás de escena haciendo todo en lo que soy bueno y dejar al frontman hacer su magia’.
Nunca tuve esa ambición ni como artista. En algún momento habré intentado lanzarme como productor, hacer ese branding y tampoco me cerraba la idea. Era forzado. No sentí que lo que estaba haciendo me representara.
Mi filosofía de trabajo nunca fue trabajar solo. Lo hice solo muchos años. Ya tenía muy claro los límites de trabajar así y hasta donde uno llega trabajando de esa manera. Quiero trabajar con otras personas, aprender, que aprendan lo que puedan de mí. Tuve esa visión, no quería hacerlo solo. Al principio me sirvió, pero es insostenible.
¿Cómo es tu relación con esto dos años después? ¿Lo tenés naturalizado? No imagino el espacio mental que ocupa el recibir esa energía de una audiencia tan eufórica.
Totalmente. El público de Dylan es muy particular, para bien, y me divierte mucho. Al principio, como nunca había estado expuesto arriba del escenario, no entendía. Era disociar todo el tiempo, ‘¿qué está pasando? ¿Qué es esto?’ No entendía, pero mi visión con la música era alcanzar a la gente y tratar de que de funcionara todo lo que estábamos haciendo.
Me encontré con una contradicción adentro mío. Yo quería toda esta gente. Ahora que la tengo enfrente, no entiendo qué es. Definitivamente, fue un proceso interno. Hoy en día me llevo muy bien con la idea de que a la gente le guste lo que hacemos.
Tuve un momento de disociar mucho, de no dormir. Hubo un momento oscuro, a mediados del año pasado. Estuvo raro. Aprendí mucho, aprendí a procesarlo como se debe. La realidad es que después de bastante tiempo de girar en otros países, fechas seguidas, fechas aisladas, festivales, shows propios y demás, llegué a la gran conclusión de que no quiero estar arriba del escenario. Soy más útil en el behind, en la producción, en todo lo que no forma parte del escenario haciendo performance.
Estamos por salir de nuevo de gira y armé el show. Tenemos todo un setup nuevo, dos compus, todo redundante, todo nuevo, todo único. Realmente, focalizando en las fortalezas del show, tratando de mejorar y tener esas pequeñas iteraciones. No quiero estar arriba del escenario tocando. Llegué a la conclusión de que me considero mejor en el estudio, pero la gira me saca mucha energía. No puedo hacer convivir la gira con el estudio. Trabajás toda la semana en el estudio. Llega el fin de semana y te vas de gira. Trabajas toda la semana sin parar. Volvés de gira el domingo, lunes a la mañana. ¿Cómo voy a trabajar hoy? (risas)
Existe una realidad. El año pasado, la gira fue muy seguida. Fechas sin parar. Un par de meses de descanso, pero no paramos. Muchas fechas, logística, aviones, micros de gira, buses, traslados, trasbordos. En España, cuando fuimos en noviembre, me pasó de golpe en la van. Doce horas de viaje. Estaba en la compu terminando un tema de Carrito y en un momento que dije, ‘no sé si puedo hacer convivir la gira y producir’.
Un disco como ‘BUENOS AIRES MOTEL’ tarda tanto porque en el medio tuve una gira, el EP de FERMIN. Es imposible que no ocupe tiempo y que pueda desarrollar los discos de forma lineal como me gustaría. Quería y necesitaba que saliera el disco de Carrey. De hecho, era un disco que iba a salir en noviembre. Por varias cosas, no solo por las giras, terminó saliendo en marzo del 2023.
Son cosas que se van sumando, de a poco, para llegar a esta conclusión. ¿Si pudiese hacerme un clon que se vaya de gira? Lo haría. Me encanta, hay muchas cosas que voy a extrañar de la gira. Voy a extrañar mucho a los chicos, al equipo de trabajo que armamos. Es un equipo de trabajo increíble, realmente soñado, con una persona mejor que la otra, uno más talentoso que el otro. Muy fino todo, es muy placentero trabajar con ellos. Es una cuestión meramente personal y logística, te diría.
¿#AQuéSuena LAMADRID?
Está muy difícil. Me gusta decir que me siento bastante camaleónico. Nunca me gustó encasillarme en un género ni estética. Entiendo que mi estética tiene mucho más que ver con lo electrónico que con lo acústico. Mi nicho no es grabar ni producir bandas de rock, es raro. Me interesa saber qué piensas vos.
Podés producirle a rama empanada y a Carrito en el mismo año. Existís en este espectro. Creo que es consciente el obligarte a jugar a esos extremos como parte del ejercicio, ‘¿hasta dónde puedo entender qué es lo que quieren de mí? ¿Cuál es mi capacidad para acompañar esa visión?‘ Más allá de tener un sonido, textura, color, creo que es cómo encajás con sus expectativas y cómo sos ese puente.
Totalmente, me veo así. Cuando se me acercan artistas, trato de respetar mucho su visión y de ser el medio que ellos usan para llevarlo a cabo. Si queda como una decisión mía, que funcione de la manera que quiero que funcione. No sé si me puedo cerrar en alguna estética porque es un esfuerzo consciente. Trato de ponerme ese reto todos los días. Cada vez que voy a trabajar con un artista nuevo pienso cuáles son las posibilidades.
¿Si la propuesta me gusta e implica hacer algo que nunca hice? Mejor. Eso me hace feliz, me gusta. Es una búsqueda, realmente.
Es una búsqueda ir encontrando en el camino qué es lo que yo puedo aportar a ese género, estética, a la visión que tiene el artista, incluso sobre sí mismo muchas veces. Hay artistas que tienen muy claro lo que quieren y otros que no. Dónde no, uno puede ayudar o impulsar a través de la generación de ciertos sentimientos. Parte de la interpretación de la visión es lo que me hace único. Eso me lleva a tomar decisiones que no siempre son de lo más predecibles.
Es un challenge producir algo que nunca hice antes; no es algo que me asuste, ‘¿cómo puedo hacer esto de mi forma? ¿Cómo puedo hacer esto para que le aporte? ¿Cómo puedo hacer que esto que ya existe, que todo el mundo ya conoce, que ya lo escuchamos suene único?‘ Ese es el challenge que me interesa. Hay algo de esa búsqueda que genera una identidad, pero no te puedo expresar qué identidad genera. No lo sé. Me gustaría poder verme de lejos, pero no me sale.
FERMIN te presentó a Carrito. Entiendo que habías hecho un remix EDM de ‘Tan Triste :(’. No hay casualidades, me parece. ¿Por qué ese tema? Es de lo más sólido de su discografía. No sé si es que también identificaste algo de él, una impronta, ese personaje tan definido.
El primer tema que escuché de Carrito fue ‘X Suerte’. La letra iba algo así, ‘por suerte esta mierda no es trap’. Es básicamente un trap que no es trap y va en una línea conceptual muy divertida. Eso ya me había atraído de él. Salió ‘Tan Triste :(’ y dije ‘temón, temazo’. Pasaba que no me gustaba tanto que sea un trap, sentía que podía ser otra cosa.
Creo que habré hecho dos remixes en mi vida. No te puedo explicar el porqué, pero me mandé e hice un remix de ese tema. Muy divertido, experimental. Era para probar cosas. No tenía acapella, nada. Extraje las vocales con un programa. Le mostré ese remix a FERMIN y le gustó. Estaba entusiasmado con eso. Un día estábamos en el cumpleaños de Sara en el 2020. Me presenta a Carrito y le muestro el remix, así nomás. En el momento me dijo, ‘hagamos el disco juntos’.
Yo estaba, ‘¿qué decís? ¿Por qué disco?’ Más allá de que no entendía todavía las diferentes etapas y procesos de producción, en ese momento no entendía porqué a él le había cebado tanto la idea de trabajar conmigo. Ese día supe que estaba con un artista especial. Nos acabamos de conocer, nunca le había visto la cara, y me acaba de proponer esto. Me propone un challenge y eso me gusta. Obviamente, dije que sí.
Salió primero ‘Como Vos’ y después los otros singles. El disco era una cosa; él tenía unos demos, demos con otros productores también. Tenía toda otra línea estética, otra historia, directamente. De a poco, esa línea se fue transformando en ‘BUENOS AIRES MOTEL’. Desapareció, por completo, lo anterior. A medida que íbamos haciendo más temas, íbamos sacando algunos de los que él ya tenía. Así fuimos avanzando todo el disco. No quedaron ni los singles que hicimos juntos, ni los primeros. No solo no quedó nada del 2018 para atrás sino nada ni del 2020. Quedó todo lo que hicimos a partir del viaje.
En su momento, pensé que ‘NOESPATANTO’ y ‘EL FONDO’ iban a formar parte de este universo. Ahora que escucho el disco, entiendo por qué no pueden encajar.
A nosotros nos pasó exactamente lo mismo. Lo que lo que vos escuchas es una consecuencia de nuestro proceso. Fuimos haciendo temas y lo que quedaba adentro, quedaba adentro. ‘EL FONDO’ me parece un temón. Quería que estuviera en el disco, pero llegamos al final del proceso, ‘no entra, esto no es parte de, esto es otra cosa’. Esto se fue aclarando mucho más una vez que empezamos a cortar los singles.
Salió ‘TOKENS’ y tuvo otro recibimiento que el que hubiese tenido Carrito antes en su carrera. Lo recibieron muy bien, la crítica estuvo increíble. Todo el mundo estaba recontra contento con que él esté haciendo reguetón y esté experimentando. Había salido ‘CARRITO’, un tema rarísimo, recontra experimental. No existe ese tema en un universo donde Carrey no es Carrey. En un universo menos conceptual, no existe ese tema porque no encaja en ningún lado. Es muy out of context.
¿Tenés presente el momento en que bajó ‘BUENOS AIRES MOTEL’? Hablo del statement, de la necesidad de poner a tu ciudad como un personaje más. Mejor dicho, darle ese protagonismo.
Es ese momento en donde me toca definir… lo que te hablaba antes de hacer la interpretación del artista, ahí es donde apelo también a mi lado audiovisual que ejercí varios años. Tengo una relación entre la imagen y el sonido. Es una interpretación formada que me sirve para trabajar. No necesariamente estoy todo el tiempo necesitando referencias musicales. A veces necesito una referencia de cómo se siente algo.
Hemos hablado muchas veces con Carrito, ‘la interpretación vocal de este tema tiene que sonar como un domingo a la madrugada en Boedo’. Esa frase, completamente abstracta para cualquier persona que no haya vivido en Buenos Aires, en Boedo, un domingo a la mañana, un domingo a la madrugada, no existe.
Personalmente, es lo que más me sirve. Me sirve mucho más que venga un artista, ‘quiero que esto suene como una estrella fugaz’ a que me digan, ‘quiero hacer reggaetón y que el tacho sea este’. Eso no me a mí porque esa no es mi búsqueda tampoco.
Muchas, muchas veces hemos hablado con Carrito, por más corny que sea, acerca de las vibras. Nos hemos puesto a pensar cuál es la vibra de este tema. Más allá de todo lo musical, la interpretación vocal, ¿cuál es la vibra? ¿Qué tiene que pasar cuando escuchas este tema? Así fue cómo empujamos este disco a la recta final. Me encanta trabajar de esta forma. No solo es muy abstracta, sino que realmente generás lugar para otras cosas. Si lo pensás desde ese lugar, hay mucho más detalle que una referencia. Me pasa con el disco. Lo escucho, hoy en día, y digo, ‘¿por qué agregué ese detalle?’ De golpe, recuerdo de qué estábamos hablando en ese momento, ‘claro, es es perfecto’. Me encanta que así sea. Es un disco con muchos foley también.
El trabajo en las voces también suma, dá otra textura. Revisité ‘POST MORTEM’ y sigo encontrando detalles. Escucho algo nuevo cada vez que decido entrarle por otro lado.
Me encanta hacer eso porque genera profundidad. No solo profundidad a nivel audio sino a nivel historia. Siento que la vida está creada a partir de narrativas. Las letras son ese storytelling. Me gusta que la música acompañe y no sea simplemente, ‘sí, el acorde, el synthe acá que se usa siempre y vos cantás arriba’. Eso no es contar una historia. Me encantan las ideas extremadamente simples que comunican la mayor cantidad de cosas. Siempre que haya contexto, las ideas simples comunican mucho más que las complejas. Lo simple es mucho más atractivo para la persona que escucha.
Al crear, lo siento mucho más atemporal. Se absorbe relativamente rápido y se queda. No solo es simple sino que tiene significado, es la combinación perfecta de elementos suficientes para que algo lo recuerdes. Mucha parte de mi proceso de producción, especialmente de la etapa de cierre, es simplificar y generar más con menos.
Buenos Aires tiene una identidad muy propia. El disco refleja esto en treinta y cuatro minutos. Me parece extraordinario.
Escuchaba mucha Bossa Nova de chico, mucha música de Brasil, en general. Siempre me transmitió algo muy particular, mucha calma, mucha paz. Contrastando todo ese universo con toda la otra música que escucho y sumado a mi padre… tiene 78 años, es un hombre grande. Escucha música clásica y por ende lo hice. Tengo muchos universos para contrastarme, todo el tiempo.
Este disco, más allá de que haya coincidido con que termina con una balada de música clásica, que me parece alucinante, es algo que en ningún momento busqué. Simplemente, se dio. Estábamos hablando un día, ‘¿y si hacemos un tema de música clásica?’ Terminamos haciendo ‘SOLO’. Es increíble. Encima, pudimos pudimos organizarnos para grabarlo con una orquesta. Brutal. Me parece una serie de coincidencias muy zarpadas y únicas.
Más allá de esa coincidencia, tengo todos esos universos para contrastarme constantemente. Conozco música clásica y dubstep. Literalmente, los opuestos (risas). Todo lo otro que está en el medio lo puedo manejar. El otro día estaba hablando con elmalamía, estuvo en mi estudio todo este año trabajando en su disco. Salió ‘BAM’ y a él le gusta mucho. Me dijo algo muy particular: señaló que hay algunos temas del disco que tienen arreglos que le hacen acordar a música clásica. No por los arreglos en sí sino por cómo cuentan una historia melódica, a partir de combinaciones entre la melodía de la voz y los arreglos que hay alrededor. Sentía que habían temas que eran una sola línea melódica que se repartía entre la voz, los synthes, otros elementos.
Eso es algo a lo que, definitivamente, no concluí. Es mucho más desde el inconsciente. Ese pensamiento de nerd no lo voy a tener, nunca. Me parece muy interesante haber llegado a eso, es una visión muy particular del disco que me gusta.
¿Cómo fue ese proceso de descarte? Entiendo que hicieron casi cuarenta temas.
Si en el disco salieron quince, habremos treinta y cinco. Seguramente cuarenta si contás lo que él tenía. Incluso más, te diría. A partir del proceso de creación, de esas primeras dos semanas de enero de 2021, que fue cuando nos juntamos a profundizar en la idea, no tenemos tantos temas que no salieron. Tendremos diez y es un montón igual. De cualquier manera, ese proceso, por más que quiera racionalizarlo, es más intuitivo.
Es ir haciendo temas, escuchas algo y ese día lo agregaste al tracklist. Al otro día volvés, ‘este tema que había hecho hace dos años, me parece que no va’. Lo sacás, Si tuviera que hacer, en este momento, una playlist de los temas que no salieron, no sé cuántos serían.
¿Qué viene para vos este año?
Voy a trabajar en el disco de FERMIN. Va a ser increíble. Todo el mundo que esté esperando música nueva de él, no saben lo que se viene. Cosas demenciales. Se viene un universo que no se puede creer. Realmente, se viene un muy buen disco. Espero que genere todas las sensaciones a la vez. Este año también voy a estar trabajando en el primer disco de ill quentin. Todavía estamos definiendo qué va a ser porque recién está empezando la construcción más fina. Va a estar muy interesante. Un par de sorpresas más.
Si estás enfrente de una puerta, tocás el timbre, ¿quién te abre?
Me abre FERMIN. Lo admiro mucho como amigo, como artista, como productor, como todo. Lo quiero mucho. Me parece una de las personas más talentosas e inteligentes que conozco. Siempre estoy deseándole y queriendo lo mejor para él. Espero que este año saque su disco y sea increíble como lo estamos imaginando.