Entrevistas

En Conversación, Mezz

Mezz no come ansias. Jorge Gómez, el productor, compositor y rapero guatemalteco-cubano, está preparado para lo que este año traiga. El desarrollo, tanto a nivel performativo como narrativo, que ha tenido en los últimos dos años es evidente. A pesar de vivir en un país que constantemente desacredita cualquier esfuerzo sincero, Mezz ha consolidado una audiencia local. Contra todo pronóstico, hay creyentes.

El carisma es incuestionable. Se desenvuelve en el escenario con la seguridad de un performer que lleva haciendo esto hace mucho. No es nada premeditado para él, al contrario. El juego está presente. No es sorpresa que su EP debut, ‘Ahí Na’ Má‘, haya sido uno de los puntos altos de la escena guatemalteca en el 2022.

Charlamos, brevemente, acerca del paso al vacío que dá al dejar el call-center, el proceso detrás de su primer release, el vivo y la transición sonora en su nuevo material, ‘En El Solar‘.

¿#AQuéSuena Mezz?

Llegué al punto de definirlo como una fusión de géneros. Hip hop con fusión latina. Igual viene por el funk, jazz. 

Sós artista que floreció en  pandemia. ¿En qué ocupabas tu tiempo libre antes? 

En nada (risas). Estudié. Varios intentos fallidos. No estudié música, pero sí audio. Trabajé en call centers. Vino la pandemia y me encerré. 

¿Ya soltaste el call center?

Sí, ya. 

Estás completamente dedicado al proyecto, entonces.

Unos días mejores que otros, pero sí. 

Créditos: Ana Lucía Paiz.
Hay que dar el paso al vacío. ¿Cómo lidiás con esa incertidumbre? Dejás tu trabajo, te lo tomás en serio. Hablo de creer que lo que estás haciendo tiene un futuro.

Eso es lo primero: creer que hay un futuro. Estás rodeado de un montón de prejuicios, ‘la música no va a funcionar nunca’. En países como los nuestros no se toma en serio. Es confiar en ti, saber que no te va a ir bien desde el principio. Si te gusta tanto es por algo. Le tenés que poner la energía como cualquier otro trabajo para que dé frutos. 

Encuentro natural la manera en que abordás el español e inglés. ¿Te pasó por la mente hacer música en inglés?   

No, realmente. Vivía en otro país y hablaba en inglés todo el tiempo. Me metí al hip hop en inglés. Mis primeras  maquetas, en cualquier espacio en donde tuviera acceso, fueron en ese idioma. Nada en serio. Se dá porque viví 4 años fuera y era parte de mí. 

Es notoria la manera en que Orishas está presente en lo que hacés. ‘Ni Te Conozco’ tiene la impronta de ese primer disco, ‘A Lo Cubano’. Hablame de tus referencias en ese momento. 

Orishas, definitivamente, al mezclar música cubana con hip hop. Tuve muchas influencias gringas también. No fue a propósito sonar así. De chico les escuché y mi música toma ese concepto. Quería mezclar esos sonidos. Gente como Anderson .Paak, J Cole, Havana D’Primera fueron los que más me metieron a esto.

El primer EP, ‘Ahí Na’ Má‘, tiene una paleta particular. Hay una coherencia en la narrativa. Lo abordás desde un plan personal. No me hablás de llevarme a Miami.  No encuentro a otros artistas locales abordando esa estética sonora tampoco. Dame contexto de este periodo de creación.  

Fue más algo personal de hacer algo más que pensar en…. vi la escena y me inspiré. ‘Estaría muy loco darle peso a lo que hacemos‘. Soy diferente a lo que se está haciendo aquí y no fue pensado. Esa paleta de colores y sonidos fue espontánea. Tenía esas canciones y eran completamente diferentes a como terminaron en el EP. En el momento en el que decidimos el nombre, ‘este rollo va más por el lado latino que por lo hip hopero’.  

Ahí las canciones agarraron otra vida. Nada fue planeado. Todo fue en mi casa, de goma, con mi amigo intentando hacer algo, ‘hoy tenemos que trabajar en esta rola, démosle’. Eso fue lo bonito. No se forzó nada, no se pensó tanto. Lo mismo con el que viene. Uno va cambiando y el ambiente en el que existís también. Eso se refleja en la música.

¿Cuántos tracks quedaron fuera? 

Más que quedaran fuera, elegí, ‘este va a ser el EP, este es el nombre’. En mi último concierto toqué 25 rolas y podría haber tocado 35. El álbum se iba a llamar ‘Momentos’. Hacía vídeos en Instagram, canciones chiquititas. Las canciones que están en el EP empezaron así. Un minuto las primeras. La plataforma permitía ese tiempo antes. Se iba a llamar así porque dije, ‘momentos cortos, tengo que sacar algo’. ‘Momentos’ suena muy cliché, muy reciclado. ‘Ahí Na’ Má’, tiene más que ver conmigo. Cambió todo. Nada que un poco de Quezalteca a las 10 AM no ayude. 

Te vi en el show de Isla de Caras. Formato reducido, estabas comenzando. A finales de año ya tenías una sección de vientos y percusión. Esa es la visión que tenés del proyecto, hacerlo más performativo. ¿Cómo lo vivís? ¿Cómo es ese proceso de decisión? 

La música se presta a eso, a poder tocarla con más gente. No son loops. A este punto, comparado con el show de Isla, todo depende del contexto. Más que rapear, me gusta hacer la canción. Rapeo porque me gustó, pero siempre produje. Tengo enfoque en eso, cuando se puede. También está la magia en hacerlo solo. Le agrega esta parte de la cultura, del rap de estar un dj con su gente. La música se presta. Me la gozo estando acompañado. Usualmente lo estoy con mis mejores amigos. Estoy intentando hacer algo diferente. La banda eso aporta. 

Créditos: Ana Lucía Paiz.
Hablemos de ‘WestCoast’.  Hay una transición a nivel sonoro. Soltás una estética y entrás al G-Funk sin los clichés. También aportan los live drums. Le suma para salir de lo que se espera de un sonido tan sintético. ¿Este es un indicador de lo que viene en el año?

Primero que nada, qué buen análisis. Cosas que ni yo había pensado (risas). Al igual que el otro EP, ‘quiero sacar estas rolas, veamos qué’. En esa situación, no fue el nombre del compilado lo que lo convirtió sino Suago. Él grabó las baterías y esto moldeó cada canción. En este EP sí quedaron fuera algunas, ‘grabamos estas cuatro y es este el sonido’. No fue planeado, solo pasó.

Esto fue chulo porque una rola que ya estaba hecha tomó otro significado con Suago. La renovó, completamente.

La había escuchado mucho ya. Él grabó y yo quité lo que había hecho. Compuse alrededor de eso. Toda esta combinación de géneros que disfruto. Fue el mismo proceso. Lo latino está y estará, pero en otra faceta. Me gusta cómo va tomando forma. Ese sonido me lo disfruto más. Disfruto las experiencias, las letras. No las comparo, pero es otro aspecto, otra manera de ver las cosas. Se demuestra cambiando tan drásticamente el sonido. 

Si estás enfrente de una puerta, tocás el timbre, ¿quién te abre?

Mi mamá, sin preguntar el contexto.

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Martha Elisa Estrada Cortez

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