Dillom Sigue Cambiando La Conversación
Aún recuerdo esa blog era cuando se esperaba, impacientemente, un nuevo lanzamiento de Odd Future. El hype. El DIY en su máxima expresión. La ironía. La energía. Las portadas. Tumblr. Era mucho pasando en un tiempo tan corto. Un sentido de pertenencia, es eso.
No se necesita explicar, está. Te hace sentido o no es para ti. Es un trabajo arduo explicar cómo un acto nuevo, una década después, puede generar el mismo sentimiento. Estamos en el 2021 y es Bohemian Groove Corp, desde Argentina, quien está por cambiar la conversación.
Este sello discográfico, que parte de la autogestión, tiene un roster que hace lo que quiere. Este representa a todas y todos los integrantes de la RIPGANG. No hay sonido que les encasille, estética que les limite, visuales que no se puedan trasladar al público. Los shows en vivo son una locura. Lo que hicieron para el BA Trap es un indicio de que tienen al público de su lado. Es más que un sello. Es una incubadora de talento.
Dylan León Masa, mejor conocido como Dillom, es uno de los co-fundadores y ese no es su único papel. Dillom hace música. Un inicio muy marcado por el horrorcore y las implicaciones de este sub-género. Su país no estaba listo para esto. Se encuentran un sinfín de entrevistas en donde le piden explicar lo que habla por sí solo.
Su último sencillo, ‘OPA‘, es el cúmulo de experiencias que demuestran la capacidad de su equipo creativo para hacer un rollout memorable. Este es el propósito, después de todo. Muchas personas utilizan la palabra universo a la ligera. Bohemian, no. La ejecución es prolífica. Es la atención al detalle como resultado de un equipo técnico de primera.
Se viene jugando con lo autorreferencial desde los vídeos de ‘KELLY‘, ‘DUDADE‘, ‘SAUCE‘. Hablo del casco blanco, la lata de Bohemian, el reloj dorado, el Pelado del Soul haciendo una aparición en diferentes formatos. Para ‘OPA‘, es importante hablar de la elección del vestuario, la década referenciada escogida y lo bien que le pegan a esto. Hablo de la 90’s button up Ralph Lauren, el jumper Dickies, los Nikes, la lista sigue.
La decisión de seguir trabajando con Andrés Capasso, conocido como Noduermo, es acertada. La química está, no se cuestiona. Entienden las referencias y lo que se quiere hacer. Lo mismo para el trabajo realizado por Lamadrid, FERMIN y Evar en producción. El nivel de ejecución hace que cada escucha sea mejor.
No hay un punto de inflexión en su carrera, es un cúmulo de hitos. Hablamos de la construcción del personaje ya está haciendo su papel. ¿Cómo normalizar alcanzar 4 millones de vistas en menos de una semana? Algo tiene que estar pasando. Yo estoy feliz de estar viviendo en la misma época que Dillom para presenciar lo que alguien que no le tiene miedo a nada tiene para ofrecer.
Su primer disco, ‘POST MORTEM’ será uno de los discos más esperados, sin duda. Su nuevo single, ‘OPA’, nos permitió conversar, brevemente, acerca de lo que propone, la posibilidad de llegar a la línea y no pasarla, cómo nació esta canción, la atención al detalle y el porqué de un LP para este año.
–
¿#AQuéSuena Dillom?
Generalmente, si me subo a un UBER y me preguntan qué hago, trato de no decirles que hago trap porque ya te miran con otra cara. Lo que hago es música. Hay una rama, más acá en Argentina, la música feliz. Es otro tipo de música, que yo respeto, pero siempre trato de representar lo más oscuro, lo más real. Al fin y al cabo, la vida de nadie es color de rosas. Me gusta ser un representante de todo lo que está mal.
No entiendo por qué te siguen pidiendo explicaciones si está todo claro. Me refiero, el tono y la intención es implícita. ¿Qué pasa que no entienden lo que proponés?
Tampoco me quiero hacer el adelantado, pero desde siempre me pasó eso. La masa no lo vió así, a la primera. Quizás, a mucha gente le pasó que escuchaba mi tema y lo odiaba, pero después les encantaba. A mí me ha pasado con otros artistas también. Esa era la gracia del trap, al principio. Lo escuchabas y decías, ‘¿qué es esta mierda?’
Después, te empezaba a gustar. Está bien. En un punto, yo no sé si me ponía mal, pero decía, ‘uh, mal ahí, nadie lo entiende’. Es cuestión de tiempo. Ya me pasó de sacar varios temas y que pase lo mismo. Ya sé lo que va a suceder. Tengo que esperar un poco. Yo tampoco apunto a las grandes masas. No tengo porqué ponerme mal.
Las influencias hablan por sí mismas, en cuanto a la manera de armar una rola. Hablo de lo ácido en algunas letras, la ironía detrás. Me pasó que lo entendí todo. Es como si buscaras presionar los botones y ver hasta dónde podés generar incomodidad. Al menos, lo del principio lo sentí así.
Qué bueno que haya alguien que lo entienda. Lo que más me llena es cuando alguien entendió y sabe por dónde va la cosa. Pero, sí, es un poco eso. Cuando escribo es ver hasta dónde puedo llegar, al borde de la línea, hasta donde no se puede pasar. Me viene saliendo muy bien. Laburo con tres productores. Voy tirando barras y decimos, ‘estas sí, estas otras no’. Cambiamos un poco algunas palabras para que no suene tan mal. Nunca me pasó de traspasar una línea, por suerte. Me cancelarían, pero ahora vengo bien.
Es una línea muy delgada. Hay muchas sensibilidades. Conforme vas creando al personaje, la gente lo entiende y lo permite. Encontrar el límite es muy difícil.
Quizás es un límite que con los años se va moviendo. Quizás digo algo ahora, que no estaba tan mal, que en 15 años van a decir, ‘mirá lo que decía este chabón’ (risas). Va a pasar, seguro.
El rollout para ‘KELLY’ estuvo increíble. ¿Lo que hicieron en ‘The Kelly Show’ con Martín Garabal? Ese aplauso inicial, los silencios largos, poco tacto, las miradas, cuando llena el vaso de agua. Me rompió.
Para mí, eso es es peak humour.
No sé cómo aguantaron tanto sin quebrarse ahí.
En algunas nos reímos un poco, pero sí pasa que Martín Garabal es un capo. Esa vez se re copó con nosotros. Nos hizo un favor que se lo voy a deber hasta el día de mi muerte. Era la primera vez que hacíamos algo así. Fue todo improvisación, salió como salió. Hoy en día, quizás tenemos un poco más de experiencia y podemos hacer cosas más copadas. Yo quedé muy contento con el resultado.
Después el ‘Making Of’. Hay un feeling mucho más cinematográfico. ¿Es ahí en donde se empieza a replantear la narrativa del universo que podías presentar?
Creo que ‘KELLY’ fue la primera gran producción que tuvimos. Desde ‘Casipegado’ te diría que empezamos con esa narrativa. Ese vídeo lo hicimos con cero pesos, con nada de plata. Conseguimos la locación del día con una botella de Baileys a cambio de eso (risas). Fue nuestra primera producción con un concepto detrás.
Hablemos de ‘OPA’. Muchos elementos para diseccionar. Le tuve que escribir a Lamadrid para hablar de ese nivel de detalle.
Un grande Luis.
Hay muchas capas. De entrada, es una canción simple, pero conforme le prestás atención vas diseccionando. Desde el principio, con esa melodía y los synthes, entendí lo que venía. Me gusta esa capa de voces bajas en el coro, el ‘FALOPAAAA’ en corillo. ¿Cómo empezás con esta idea?
Creo que no la conté nunca, así que creo que va a ser una premisa. La letra la había escrito arriba de otro beat que era más parecido a lo que hacía antes. Eso fue previo al viaje a Chascomús, fuimos a hacer el disco allá. Tenía ese tema ahí. Ya en Chascomús, estuvimos los primeros 5 días haciendo 3 temas por día, sin parar. Llegó un momento que nos quemamos la cabeza.
Ahí estábamos con Luis La Madrid, Evar, Fermín. El sexto día, creo, dijimos, ‘hoy, day off. No hacemos nada, no tocamos el estudio en todo el día’. Estábamos en ese viaje de desconectar de la realidad, full disco, full creativo. Fuimos a la pileta y tomamos un poquito de agua con MD (risas) y estuvimos 15 minutos. Pusimos música y entramos a sentir mucho la música.
No aguantamos más, ya fue. Fuimos al estudio. Listo. No aguantamos ni 5 minutos sin hacer música. Fuimos al estudio y los chicos estaban haciendo un beat, que era este. Se me vino a la cabeza la letra que tenía otro beat, la probé ahí y quedó genial. Fue muy loco como nació. Fue una escena como la película de Queen, cuando nace ‘Bohemian Rhapsody’, que justo se dá todo así.
Iba a preguntar si había una meta con esto, pero veo que salió porque tenía que salir.
Había una búsqueda, en líneas generales del disco, pero no dijimos, ‘bueno, vamos a ponernos a hacer el próximo single’. Agarramos y teníamos temas. Quizás hoy pensamos que el próximo single va a hacer tal, pero mañana hacemos un tema que va más para single y es así. Cambian las ideas todo el tiempo, no es algo delimitado.
¿Los bajos? Clave. Ya resolví mi duda. Ese slap lo grabó Fermín.
Sí, lo grabó él. Yo llevé mi bajo y estuvimos probando, pero ese slap fue él.
Por un momento pensé que lo habías grabado vos. Entiendo tenés un background en eso.
Sí, pero soy medio rústico tocando. No te voy a mentir, no soy el más habilidoso. Para grabar, tiene que ser muy fino. Fermín la tenía más clara. Yo quizás puedo componer algo de oído, ‘ah, esto suena bien’, pero agarro y le digo que lo grabé él. Es más prolijo.
Yo creo que vas por buen camino porque Mike Bozzi hizo el master. ese man trabajó con Schoolboy Q, Kendrick. Trabajó en ‘IGOR’. ¿Cómo llegás a tener esas conversaciones?
Es el tercer tema que masterizamos con Mike Bozzi, ‘DUDADE’, ‘SAUCE’ y ‘OPA’. La verdad, creo que cualquiera lo puede hacer. Es mandar un mail. Esto lo gestiona todo nuestro ingeniero de sonido, 7AM Mixing.
Suena fácil, pero es gastar un poco más de plata para que tu tema suene bien. Tener el nombre de alguien histórico en tu tema no tiene precio.
A lo mejor, otros artistas dicen, ‘mejor me ahorro esa plata porque así genero 2 pesos más el día de mañana’. A la larga, te dá un valor, un prestigio. Me gasto toda la plata en esto porque, el día de mañana, apuesto a esto. Si voy a hacer algo, lo voy a hacer bien.
Mil preguntas del vídeo. Aprecio lo autorreferencial. Son esos detalles en los custom items que aparecen en el vídeo. Tenés fans que se dan cuenta de todo. ¿Sos minucioso así?
Somos todos un poco, la verdad. Hay mucho de Andy, Noduerm0, el director. También de Nacho Caiella, el encargado del marketing, un capo. Nosotros siempre, cuando estamos por hacer un lanzamiento, nos juntamos, todo el equipo de Bohemian, y hacemos un brainstorm.

Empezamos a tirar ideas y ahí nacen todas estas cosas, ‘uy, estaría bueno que hagamos una caja de cereales, y que venga con un muñequito’. Otras cosas se dieron, al principio, inconscientemente. Sin pensarlo así, y la gente lo notaba, ‘mirá, siempre tiene el mismo reloj’. Yo leo esos comentarios y listo, el reloj este lo voy a usar siempre porque a la gente le gustó. Me gusta mucho eso.
Y yo lo único que pienso es en la merch. Vi algunos de los kits que mandaste, y es eso. Entender que podés alimentar al hype con una propuesta así. Yo quiero mi caja de cereal. ¿Cuándo salís con esto? ¿O no sale?
Nuestra idea es que salga, tenemos muchas ganas que salga. Como es todo autogestión esto, quizás no nos dan las manos para llegar a hacer todo. Estamos con el vídeo y llegamos justito a todo. No paramos un segundo. En cuanto tengamos un poco de tiempo para poder soltar, dentro de eso, estaría buenísimo. Encima, hay muchísima gente que me escribe, ‘che, quiero comprar esto. ¿A cuánto sale la marioneta?’ Estoy perdiendo bocha de plata ahí (risas).

Igual, está bueno porque nunca sacamos merch nosotros. El día que salga, va a estar re contra hypeada.
Vi el comercial de Cindor, ‘La Caja Vengadora’ y lo entendí todo. ¿Cómo armás este storyboard siquiera?
Me junté con Noduerm0 y tenía varias referencias, de a qué me sonaba. Vimos varios vídeos de Busta Rhymes, Eminem, varios vídeos de los 2000s. Arrancamos con eso, craneando, con la estética, cosas que puedan suceder en un universo así. Nos juntamos, mano a mano, cada uno con una computadora. Íbamos escuchando el tema y separando, ‘en estos diez segundos puede pasar esto, en los otros diez lo otro’. Así fuimos armando, escribimos un guion técnico. Fue una idea de los dos.

Noto esa influencia de Hype Williams con el fisheye, la coreografía, el timing. ¿Te costó entrar en ese papel? ¿Ser el performer en ese espacio?
No, no tanto. Me costó más en otros vídeos. Había tanta producción detrás, me sentí tan cómodo. Fran Caiella, nuestro encargado de prensa, también es actor. Él me dio unos consejos, el día antes. Al ver semejante producción, que nace de mi bolsillo, dije, ‘si no actúo bien ahora, voy a gastar toda esta plata al pedo’ (risas). Uno siempre tiene esa vergüenza, yo soy medio tímido. Estar actuando enfrente de 30 personas, a veces, te inhibe un poco. Pero, ya está. Es una vergüenza que no tiene sentido. Están todos esperando que hagas algo. Hacelo y listo.
Grabás disco con un fin. Pudiste haber seguido sacando singles, la gente hubiera respondido igual. Decidís hacer un cuerpo de trabajo completo. ¿Por qué? ¿Qué podemos esperar de esto?
Un poco de todo. En un disco podés contar una narrativa más extensa.
Yo creo que es algo más personal. En un single aislado pasa de largo, un disco tiene más esa potencia. Siento que es algo más a largo plazo.
Lo que queda, cuando vos ya no estés, la gente agarra y compra tu vinilo, disco, todo. Yo apunto más a eso. Está bien, los tiempos de la música de ahora los entiendo, pero cada vez es todo más pasajero. Mi idea no es esa. Ese es el propósito.
Si estás enfrente de una puerta, tocás el timbre, ¿quién te abre?
¿Quién quiero que abra? Quiero que me abra una bolsa de plata, que me diga, ‘vení, pasá’ (risas).
–
Gracias a Luis Zamarroni por hacer esta entrevista realidad.