En Conversación, FERMIN
Pop infinito. Inexplicable cómo tiene la capacidad de evocar un sentimiento tan particular. Es prácticamente reconocible sin importar la estética elegida. Palabras que no regresan vacías. Nuevos sentimientos explorados abren la posibilidad a una introspección necesaria en tiempos aún inciertos. Admirable que una persona se permita sentir tan abiertamente y nos permita ser parte de esa experiencia.
Pop definitivo. FERMIN encuentra complicidad en LAMADRID, co-producción. Mezclado por Santiago De Simone y masterizado por Audio Warrior, un equipo que le entiende y aporta más allá de lo musical. Hace más de un año que charlamos acerca de su primer material como solista, ‘Domiciliaria‘. Era necesario revisitar este espacio para adentrarnos en nuevas interrogantes.
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¿#AQuéSuena FERMIN?
Creo que soy la persona menos indicada para describirlo. Escuchar la propia música es un poco como mirarse al espejo, es una percepción muy engañosa. Sí siento que es un trabajo mucho más moderno comparado con los anteriores. Tiene más que ver con la música escucho todos los días, lo que hacen mis amigos y mis contemporáneos también. Estoy muy contento con eso. No sé si necesariamente es futurista sino creo que es una música muy, muy del presente. Es muy de esta época.
Va a estar en todos lados el próximo año. Estás leyendo hacia dónde va el pop. Interesante que digás que no mira al futuro.
Qué bueno que lo veas así. Quizás soy una persona que presta muy poca atención a las tendencias. Tengo amigos o colegas que sí son más capaces de hacer el análisis y decir, ‘bueno, ahora lo que se viene es esto, lo que va a ser trending el año que viene es esto’. En ese sentido, soy bastante inútil. No soy un gran analizador de tendencias. Simplemente hago lo que me da la gana cuando me da la gana. Si de repente lo que me dio la gana de hacer va a ser tendencia, yo feliz de la vida. Bienvenido sea.
¿En qué momento de tu vida estás? ¿Qué momento captura el EP? Lo hablamos antes. ‘Domiciliaria’ fue la respuesta al encierro, qué significaba para vos y cómo se canalizó. Esto hace preguntarme qué no nos estás dejando ver.
Totalmente. Secretos hay siempre, pero me los guardo para mí. Sí creo que este EP, a nivel tanto musical como poético, es una suerte de salida del clóset.
Es la primera vez en mi vida que estoy haciendo realmente lo que quiero hacer, como lo quiero hacer y cuando lo quiero hacer. Ese capricho, para la labor de cualquier artista, es muy importante.
Este EP, de alguna forma, me retrotrae a mis raíces musicales. Voy a reformular esa respuesta porque en realidad no sé si son raíces musicales. Es una suerte de regreso, una cosa más esencial mía, más íntima. Tiene más que ver con una forma de percibir la música y la poesía, anterior a mi carrera solista. Es algo que quizás me ha acompañado toda mi vida. Eso es un poco un reflejo de lo que me ha pasado a nivel personal.
De hecho, la canción que abre, ‘MAÑANA ES PEOR’, justamente se compone de toda esta serie de preguntas. Preguntas que ninguna viene acompañada de una respuesta. Por eso me interesaba mucho que fuese el primer track. A nivel temático plantea de forma muy clara dónde estoy parado y cuáles son las preguntas que me estoy haciendo en este momento de mi vida.
Cuatro canciones llenas de interrogantes. Preguntas que hacés solo para poder anticipar lo que ya sabías. Un confesionario, a lo mejor. ¿Es así?
La música, sobre todo las letras, es un ejercicio de catarsis. Es una forma de poder descifrar ciertas cosas que no necesariamente existen en la primera capa de mi conciencia.
Hasta ahora se había manifestado en forma de afirmaciones. Esta es la primera vez que esa catarsis me devuelve preguntas. Por lo que ahora espero ir encontrando las respuestas con el tiempo.
No sé si todavía tengo del todo claro cuál es la conclusión de las cosas que salieron a flote escribiendo las letras de este trabajo. Es parte del proceso, me parece. El hecho de escribir, a nivel personal, es solamente una parte de un proceso muy íntimo. Nunca concluye. Cuando una cosa se responde, aparecen otras dos o tres. No tengo ninguna respuesta, pero por lo menos ahora tengo un par de preguntas nuevas.
Vi que empezaste en el estudio en febrero de este año. Un proceso mucho más corto entre inicio y fin del proyecto, comparado con ‘ORDEN Y PROGRESO‘. ¿Qué cambió? ¿Necesitabas sacarlo de tu sistema para pasar a lo próximo?
Sí, sí. Necesitaba publicar ‘ORDEN Y PROGRESO‘ para terminar de soltarlo. Sobre todo, que deje de ser mío; que deje de ser una posibilidad dentro de mi universo y que ya pasé ser parte de mi historia. Es una suerte de retrospectiva de canciones de muchos años atrás. Por supuesto, a nivel creativo, necesitaba soltar ese trabajo para hacer lugar para algo nuevo.
En cuanto al proceso del EP, tampoco fue un proceso necesariamente rápido. Lo hicimos muy relajados. No es que empezamos a trabajarlo en febrero y trabajamos sin parar hasta hoy. Fue más ir entrando y saliendo del estudio por períodos. Si junto todos los espacios de estudio, es verdad que el proceso fue muy corto. Fueron diferentes momentos de estudio bastante espaciados en el año.
Fue abordado de forma bastante relajada. Creo que eso tiene mucho que ver también con que me gusta el resultado. El timing estuvo perfecto. Se siente fresco y maduro, al mismo tiempo. Eso es lo que estaba buscando.
Pasaste tentando a la audiencia, dando previews de música nueva. ‘Me preguntás a dónde fueron esos planes?’ por semanas en stories y el lead single es otro. Es otra manera de jugar. Eso para mí habla de cómo lidiás con la expectativa. Creo que es algo que no viene pensado desde un lado estructurado ni mucho menos. Es parte de quién sos, me atrevería a decir.
Tal cual como decís vos. Toda esa forma de presentar la música no viene desde el lugar calculado sino que es experimentación y puro juego. Todavía estoy conociendo a mi público, que va creciendo muy gradualmente. A través de eso también voy conociéndome a mí mismo como artista.
Todo lo que tiene que ver con el proceso como artista, inclusive la promoción. Me gusta divertirme con eso también. La comunicación es parte de la obra de un artista. Todo el tiempo estoy jugando con esas variables porque me divierte.
¿Con quién validás estas ideas ahora? ¿Sigue partiendo del gut feeling y lo charlás posterior?
Lo que pasa es que nunca pienso las ideas en términos de su funcionalidad. No sé si mi música es una música que funcione. No estoy buscando que sea útil, funcional. Sigue siendo un proceso 100% instintivo. Después, cada proceso tiene sus particularidades. No sé si tienen que ver con la efectividad. La composición sigue siendo un proceso muy instintivo, inconsciente. Eso es algo que me gusta mantener. Es una inocencia que quisiera conservar lo más intacta posible, por lo menos hasta que la música esté terminada.
La verdad es que tengo muy pocos compromisos para con el arte. Mi mayor compromiso es el de hacer algo que sea realmente genuino, que sea algo sentido. Así funciona la música que me gusta, así funciona la música que me conmueve.
Así es como yo quiero conmover al otro. No quiero rendirme ante las lógicas del mercado o estar pensando en cuál es mi audiencia. Esos procesos me gusta dejarlos de la puerta para afuera, a la hora de lo creativo. Así puedo mantener una frescura en lo que hago y en lo que digo. Para mí, es de lo más lindo que tengo como artista.
Después de un año intenso, lleno de experiencias enriquecedoras en el escenario, ¿escribís pensando en cómo van a responder en un vivo? El EP me deja ver que hay guiños. Hay momentos que sé que se piensan para reinterpretación en la performance.
La realidad es que no. A la hora de componer y producir no tengo en cuenta ninguna otra variable que sea lo que esté sonando, sintiendo y lo que sea que quiero expresar en el momento. Todo lo demás es posterior. Sea el contacto con el público a través del vivo o de la música publicada. De nuevo, eso es algo muy deliberado en mi caso. Trato de que el espacio de creación se mantenga lo más puro posible y lo más libre de presiones posible.
La composición no sólo es una forma de expresión sino también es un juego. Es un proceso muy lúdico. Mi forma de encararlo es mantenerlo lo más aislado posible del mundo real; que sea una pequeña burbuja que funcione como un playground para hacer lo que sea que aparezca en el momento y poder confiar en esas primeras ideas.
Vocalmente es de lo que más me ha gustado. En ‘MAÑANA ES PEOR’, el title track, tenés un approach muy particular. A partir del 1:57 es donde escucho el crecimiento y trabajo en expresión. Ni hablar del cierre. Pareciera que alcanzás un nuevo rango sin esfuerzo. Es una ejecución mucho más precisa con el sentimiento que evoca la melodía.
En concreto, tiene mucho que ver también con el trabajo con LAMADRID, con quien produjimos este EP. Hace un par de años que estamos trabajando juntos y tenemos un foco muy particular en la grabación de voces. Es algo constante, a lo que le damos muchísimo tiempo y dedicación desde que empezamos a hacer cosas juntos. Se escucha un crecimiento muy grande en ese sentido. Es una consecuencia del trabajo. Más allá de lo emocional o de la parte de composición de las melodías, claramente viene una búsqueda muy fuerte en la interpretación de las voces.
Después de un par de años de trabajo y una relación mucho más personal con LAMADRID, ¿cuál ha sido su rol en este proyecto? ¿Cuál es la dinámica?
Es una relación creativa tan profunda que ya se transformó en inexplicable. Se ha transformado muy parte de mi cotidianidad. Ese vínculo creativo se saltea casi todos los estados racionales del proceso. Me cuesta bastante explicarlo. La primera etapa de composición, letra y bases de la música la hago solo. Una vez está eso terminado llego a Luis con un concepto y una idea más o menos presentada.
A partir de ahí son horas de vuelo; es tiempo de estudio de estar entre los dos buscando la síntesis más perfecta de la idea y de la expresión. Es un ping pong que puede durar un día o años. Es algo sobre lo que no tenemos ningún tipo de control, pero es una relación creativa muy fluida. Es una relación muy complementaria.
Nace una inquietud y hay una respuesta inmediata porque ambos saben qué necesitan o qué se busca.
Creería que sí. La sensación es un poco como yo traer un par de piezas y sentarnos a armar un rompecabezas juntos. Eso es un poco el feeling.
¿Partís armando la línea de bajo? Siempre ha estado presente, pero aquí es protagonista. Está muy por encima.
Es porque hay muchos menos elementos en este EP también. Es lo más minimalista que todo lo que hice hasta ahora. Ahí el bajo tomó un nivel de protagonismo muy importante. Tampoco es un dato menor que me pasé un año entero tocando el bajo en la banda de Dillom. Este año, oficialmente, me convertí en bajista. Me fasciné, más que nunca, con el instrumento. Por lo que creo que también hay una decantación natural de ese proceso en el sonido final.
En cuanto a mi proceso, particularmente, me cuesta bastante el registro de por dónde empieza cada cosa. En general, suele ser una melodía, un pedazo de letra que puede salir en cualquier momento, cualquier lugar. A partir de eso, trato de hilar esa idea hasta que más o menos tenga una mínima estructura de canción. De ahí viene todo lo demás.
Este EP es compacto. Menos samples, una instrumentación muy precisa. Hay un énfasis en el sentimiento. Estás comunicando lo más que podés utilizando la menor cantidad de recursos.
Esa fue, exactamente, la búsqueda de este trabajo.
No estaba esperando lo que escuché en ‘BOTÓN‘. Fue enriquecedor ver que tenías en tu universo, en la paleta de lo que podés hacer, la posibilidad de agarrar por ese lado. Venís a deconstruir. La reacción que hubo fue esa. ¿Cuál es tu lectura acerca de este single?
¿Esto que decís de proponer algo muy distinto a lo que se espera? Esto es algo que me propongo como una constante dentro de mi proceso creativo. Uno de mis mayores deseos, para con mi carrera, es que las personas que me escuchan y se sumen, que sigan y conecten con mi sensibilidad, no conecten por tal o cual estética. Quiero que lo hagan por mi forma de decir las cosas y componer.
En eso aparece la libertad de poder, a lo largo del tiempo, abordar las estéticas que quiera como quiera. Soy una persona que se aburre muy rápido. Hoy por hoy me fascina la electrónica. ¿Mañana? No lo sé. No quiero acorralarme estéticamente contra ningún género.
Me interesa proponer diferentes estéticas de forma constante para que la constante sea más la sorpresa que tal o cuál sonido. Eso es lo que más me importa. Me divierte mucho más sorprenderme a mí mismo y al público que profundizar en un sonido, por ahora. Veremos mañana.
Me gusta esta idea de vivir en el ahora. De alguna forma, de no estar condicionando qué viene mañana o tener la expectativa de que si mañana va a ser mejor que hoy.
Si mañana es peor, entonces todo es puro presente.
El presente, ¿qué es? ¿Es peor? ¿Estamos bien hoy? Es esa pregunta que no termina jamás.
Totalmente.
‘PARQUE DE LA COSTA‘ resume lo que hablamos hace un año: esa facilidad de hacer música introspectiva con un beat muy arriba. ¿Es la canción más personal al momento?
Tengo un poco una obsesión con esto de hacer una música cada vez más arriba y que eso venga acompañado de letras cada vez más profundas. Ahí siento cierto sentido de propósito. Siento que eso es un poco mi rol, en este momento, en el universo de la música. La música que me gusta y me conmueve funciona de esa manera. Es el espacio que a mí me interesa ocupar y es como me sale expresar las cosas también.
Si estoy contento, estoy con mis amigos o descansando. No estoy escribiendo cuando estoy bien. Escribir es una forma de catarsis y sanación.
Es normal que lo que sucede en mi escritura sea contenido de alto voltaje emocional. Si estoy contento no me sale escribir nada. ¿Cuál es el sentido? Si estoy bien quiero estar bien y ya, disfrutarlo. No quiero hacer ninguna otra cosa.
A través del lenguaje poético, que muy lejos está de lo literal, mis canciones tienen una carga personal importante. Después, eso teatralizado, exagerado, teñido de diferentes colores y formas. En ese sentido, son bastante a corazón abierto.
Cerrás con ‘DINAMITA‘. Uno de los mejores coros en tu discografía, a la fecha. Un EP redondo. Una canción más, no siento que hubiera sido necesaria.
Bueno, gracias. En un momento me pregunté si tenía que hacer un disco o no. El formato del PP es muy divertido. Sentía que este momento en mi carrera necesitaba un planteo así de particular.
Hay una melancolía inherente en lo que hacés. Las melodías son inescapables. ¿Cómo ha sido poder verbalizar y estar satisfecho con el resultado? Mejor aún, ¿estás satisfecho?
Es la primera vez que estoy 100% conforme. Es la primera vez que me pasa. Lo escucho y escucho todo lo que quería decir, como lo quería decir y cuando lo quería decir.
Es difícil llegar a ese nivel de satisfacción cuando sos alguien que se cuestiona todo constantemente.
Veremos cuánto me dura. Por ahora estoy muy contento, pero es la primera vez que me pasa. Bienvenido sea.
¿Es esto un preámbulo de la nueva etapa? ¿Esto encaja, tanto en narrativa, tono, sonido con lo que viene el otro año? ¿Lo contrario?
De alguna forma, sí. Este EP significa una suerte de nuevo comienzo. Sin dudas, es un preámbulo de lo que se viene por delante. Todavía no lo tengo del todo, pero creo que va a profundizar muchísimo esta forma de escritura y producción musical.
¿Cómo llegás al trabajo de Juan Cino? Desde la paleta de colores hasta el grosor en las siluetas caricaturescas. Es una estética que habla a la música que estás haciendo ahora mismo. Entiendo por qué trabajaron juntos.
Lo encontré por Instagram y resoné con la forma de plasmar su visión y sus ideas. Venía siguiéndole hasta bastante tiempo. Cuando fue la hora de elegir alguna persona a cargo de la parte gráfica, por elección muy natural, charlamos. La verdad, estoy muy contento con su trabajo. Me parece que sí termina siendo una muy buena combinación.
¿Cómo describís el 2022? ¿Es posible?
Este año se sintieron como tres, realmente. La cantidad de cosas que pasaron… la cantidad de cosas que se movieron dentro mío y alrededor mío son una locura. Creo que voy a necesitar varios años para procesar este año que se está terminando ahora. Gracias a Dios que se termina. Si algo hizo este año fue terminar de modificar mi forma de tener expectativas para con las cosas. Ya no espero tanto nada. Creo que estoy cada día más en el presente, disfrutando y transitando lo que está sucediendo ahora. Estoy confiando en lo que sea que el tiempo tenga preparado para mí.
Si estás enfrente de una puerta, tocás el timbre, ¿quién te abre?
Fermín a los 15 años. Muy, muy, muy orgulloso. Sorprendido. Hasta quizás ofendido por algunas cosas que le parecen mal, pero que todavía no las entiende y diez años después las va a entender.