La Deconstrucción De Carlos Ares
El tiempo ha permitido que Carlos Ares suelte cualquier miedo. El compositor, productor y vocalista español sigue buscando cómo redefinir el pop para él. Sigue buscando cómo entablar una conversación en términos universales. Esta nueva mirada le ha permitido tomar el control de la narrativa.
Existe una consciencia en cómo se desea presentar. Hace un par de años, el discurso era otro. Le llamaban el nuevo ‘wonder boy‘ de España. Era tangible llegar a ocupar ese lugar. Pudo haber elegido otro camino, pero optó dejar ir y reconstruir quién era en esa industria. El objetivo nunca fue ser el foco sino mantenerse en el largo plazo.
Su trabajo habla por él mismo. Las colaboraciones recientes son la muestra de ello y la lista parece no terminar. Él ha sido el artífice de algunos de los mejores lanzamientos del 2021. Carlos Ares figura como el productor de ‘EL LÍO DE MAXIMILIANO‘ por Maximiliano Calvo y el infravalorado debut de Paula Cendejas, ‘Contragolpe‘, por nombrar algunos.
Platicamos con el prolífico y multifacético productor acerca de cómo denomina lo que propone, los constantes cuestionamientos internos, el momento artístico por el cuál está pasando y cómo llega a trabajar en el EP de Paula Cendejas.
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¿#AQuéSuena Carlos Ares?
Yo creo que hemos empezado por la pregunta más complicada. Me cuesta identificarme a mí, en mi propia música. Pasamos tantas horas trabajando, repitiendo, una y otra vez, mirando hasta el último detalle… Llega un momento en el que pierdes un poco, te desorientas. Ahora mismo, lo más fácil es llamarme alternativo. Es lo que más cosas engloba.
Desde un inicio, en la música, siempre tuve ese conflicto. Me gustaban demasiadas cosas. Estoy tratando de convertirlo en una virtud o en algo interesante sobre mi proyecto. Envidiaba mucho a los artistas que tenían una dirección súper clara, un proyecto circular, que se definía perfectamente.
A mí me costó bastante tiempo, años incluso, dar con ese estilo. Con el tiempo, me he dado cuenta que va a ser un estudio que va a continuar a lo largo de toda mi vida. No creo que nunca encuentre una única cosa que pueda seguir haciendo todos los años de mi vida en la música. Me aburriría.
‘Alternativo’ engloba mejor lo que estoy haciendo ahora mismo. Estoy guiándome mucho por sensaciones, por lo que me apetece, dejándome bastante libertad. Un poco, tratando de hacer todo lo contrario que hice durante mis primeros años en la industria. Sí que fueron más de buscar ese ‘wonder boy’, esa música pop ideal en castellano. Echando la vista atrás, lo veo como algo un poco pretencioso. Resulta que mi cuerpo necesita eso. Me pide probar cosas nuevas y tratar de llevar un modus operandi completamente opuesto a lo que hacía al principio.
Llevás mucho tiempo en esto. Sé que desde los 12 años componés. Noto una maduración en la manera de presentar lo que hacés, cómo curás los vídeos, colores, narrativa. Hay otra intención en el diálogo con el público. ¿Qué cambió desde el primer release? ¿Qué tuvo que pasar para dejar ese camino?
Todo fue un ejercicio de romperme a mí mismo y volverme a montar. Darme cuenta de que lo mejor que podía pasar era perder todos los miedos y complejos que uno tiene, como artista. Me daba mucho vértigo. Me preguntaba demasiadas veces muchas cosas. Creía que si sacaba un proyecto, cuando tenía 17 años, de un determinado estilo, sacar otro de un estilo completamente diferente a los 20 años iba a ser algo muy duro.
Es ese el momento en el que me doy cuenta que la música es un medio por el que nos expresamos. Es una manera de mostrar nuestra evolución como personas. Lo natural es cambiar con el paso del tiempo y más en unos años tan concretos como son la adolescencia y entrada a la madurez. Ha sido obligarme a ver la naturalidad y lo normal en todo eso. ‘Vale, lo lógico es que mi música vaya cambiando’.
Tratar de hacerme a esa idea es lo que más me ha costado. Al día de hoy, poquito a poco, voy quitando ese complejo que tenía. Simplemente, dejo fluir la creatividad. Estoy en ese proceso de evolución y de conocerme a mí, como persona.
Con ‘Ojalá’ te das cuenta que podés hacer catchy songs. Lo que vino después es minimal, production wise. Yo creo que va por ahí.
La etapa donde más he aprendido y mejor me ha venido a mí, como artista y en dirección artística, ha sido este último año que me he vuelto muy experimental. Se ha tratado de hacer un estudio, de buscarme a mí mismo. De cero, realmente. Como si estuviese volviendo a empezar… tanto en mi manera de escribir, en mi manera de cantar.
Sigo buscando nuevos personajes que puedo tener dentro de mi voz. Trato de no cometer los mismos errores, desde mi punto de vista, de algunos artistas que admiro. Me pregunto, ‘¿por qué este disco me cansa en este punto determinado? A lo mejor, se está cantando todo de una manera muy parecida’. Si de repente veo que hay un artista que me asombra muchísimo y no entiendo por qué, analizo y digo, ‘vale, es que este tío me está proponiendo muchas maneras de cantar distintas, a lo largo de todo un álbum’. Me voy fijando en todo eso y trato de aplicarlo a mi propio proyecto.
Estoy tratando de reconstruirme a mí mismo. Dentro de esta última etapa, que he probado tantas cosas nuevas, estoy perdiendo el miedo a cantar de manera que antes consideraba ridículas, locas o muy diferentes. Todo eso me está abriendo puertas y me está haciendo darme cuenta de muchas cosas nuevas que antes no estaba aprovechando.
Sobre todo, sabiendo qué es lo que me gusta y qué no. Prueba y error, descartando cosas que no me gustan, quedándome con las que sí. Ahora tengo una pequeña idea, hacer una recopilación de canciones con un formato de álbum, EP. Sí que va a tener un estilo mucho más concreto. Ese estilo lo he encontrado gracias a experimentar y volverme loco. Ha sido, quizás, el mayor descubrimiento. Es lo que más agradezco de mi etapa alternativa y experimental. Creo que es donde todos aprendemos más.
Lo hablás en términos experimentales, pero hay mucho más R&B sutil. Hay referencias en algunas guitarras, melodías. Estoy americanizada, claramente, pero hay algo de finales de los 90 ‘s, principios del 2000. Va más por ese lado el sentimiento que evoca.
Sin duda. He escuchado mucha más música americana, anglosajona, extranjera que de producto nacional. Con el tiempo, he ido aprendiendo a escribir en castellano. Al principio, escribía en inglés. Empezó todo con una sensación, un groove, una manera de sentir la música mucho más de fuera que de aquí. Eso era un poco difícil. Aquí es complicado entender por qué un tipo de música funciona.
Realmente, ha habido pocos cantantes con nacionalidad española cantando en inglés que se haya consumido internamente. Vi una oportunidad al hacer música en castellano, con un sonido un poco más de fuera, como algo que todavía no se estaba haciendo mucho aquí. Estábamos en un pleno cambio generacional. Me parecía un buen momento para probar y ‘hacer cosas nuevas’ desde el castellano. Ahí está el porqué el sonido es un poco más de fuera. Todas mis influencias, en gran parte, han sido clásicos. Han sido grandes artistas, de otra época, extranjeros. Era lo que ponía mi padre, desde pequeño.
Algo que no ha cambiado es que hablás en términos pop. ¿Crees que ya entendés cómo debería de sonar una canción? Esto bajo tu filtro, claro.
Toda mi primera muy primera fase fue un aprendizaje. Tuve que aprender a componer, entender cuáles eran las estructuras que hacen que una canción funcione. Desde un punto de vista comercial, siempre. Al principio, era una obsesión por buscar ese tema de radio, pegadizo, que pudiese vender. Esa era la dirección artística que tenía. Fueron varios años trabajando esa misma fórmula. Se me queda eso.
La palabra pop, para mí, es popular. Universal. Es música que puede escuchar un amplio público, de muchas características. No es algo muy concreto, es lo más general que pueda haber. Creo que eso está bien. Trato de que mi música sea más experimental, indie, alternativa, más de lo que quieras. Intento que sea vendible, que sea algo que lo pueda entender la gente. Lo que más me hace disfrutar es que mi música se comprenda y haga sentir cosas.
Yo quiero llegar a un gran público con mi música, sea más experimental o menos. Sí, se conserva esa parte pop dentro de todo lo que intento. Como te decía al principio, no soy capaz de ver ese hilo conductor en mis canciones. Hay gente que me dice que sí; que sí existe una identidad, personalidad en mi manera de producir, componer. Me cuesta más verlo.
Es difícil. En tu rol como productor, si pienso en la misma pregunta, no sabría qué decir. No encuentro un sonido característico.
Lo que más puede caracterizar mis producciones es mi manera de tratar los instrumentos, de hacer determinadas melodías. En cuanto a géneros, la música que trabajo quiero que sea muy variada. Trato de utilizar los instrumentos de formas diferentes. Me gusta disfrutar, ser lo más versátil posible. Eso, con el tiempo, puede llevarme a trabajar muchos géneros diferentes y producciones de distintos tipos.
La serie ‘GRAMÍNEAS’ me parece una buena manera de darle la vuelta a la versión del estudio. Le metés percusión, cambiás la interpretación de las voces. La manera en que lo filmás, mucho foley también. ¿Esto esto señal de lo nuevo que viene?
Si escuchas en orden cronológico las canciones que ido publicando, desde el 2020, casi todas fueron fueron saliendo tal y como las componía. Era algo algo nuevo de esta etapa, que trataba de ser más ágil a la hora de crear y de plasmar eso. Me parecía importante que la gente viese, casi a tiempo real, el momento artístico por el que estaba pasando. Se puede ir viendo, con ‘Ojalá’ o con los temas del primer EP.
Cantaba de una manera más lineal, buscando hacer figuras melódicas más bonitas, más sencillas. A medida que pasan los temas hasta llegar a ‘Odisea’ y ‘Galerna’, las últimas dos publicaciones, se puede ver cómo, de repente, va cambiando. Se va convirtiendo en algo mucho más variado. Noto como que cambia un poco el personaje. Hay un discurso diferente. Mi manera de escribir, incluso las temáticas de las canciones cambian.
Tus vídeos no buscan una estética que está ‘pegada’, no responden a ninguna moda. Hay una simplicidad en el relato. La paleta de colores también es algo que está pensado. Venís trabajando con Jorge No. Él también hizo el color para ‘!!!!!! Honolulu’. Hay un lenguaje ahí.
Sí, hay algo que quiero buscar. Contradictoriamente a la libertad que me doy al hacer música, me gustaría encontrar una identidad visual. Seguramente, un equipo. Tal vez no toda mi obra, no me quiero reducir ni comprometer nunca con nadie tanto. No quiero comprometer mi música a nadie. Sí que me gustaría encontrar una identidad.
Cuando di con Jorge, ya no quise solo darle un proyecto; quise tratar de hacer varios para contar algo, para poder pues adueñarnos de un estilo, de una manera de tratar el color, de grabar, de hacer cosas. Que se entendiese mejor mi personaje. Si para algo sirven los vídeos, es para eso. Para que se cuenten cosas nuevas y aportar nuevas piezas a ese rompecabezas. Jorge es un tipo muy original.
Yo sí que tengo claro que cualquier cosa que quiera hacer, quiero hacerla divirtiéndome. No por el hecho de que algo sea de una determinada forma ya vamos a hacer algo que se pueda esperar. Me gusta sorprenderme y tratar de utilizar las cosas de otra forma. El vídeo de ‘Galerna’ o la serie de ‘GRAMÍNEAS’, los grabé y edité, yo mismo, con mi teléfono. Ya te digo, tratando de cosas estéticamente bonitas, rítmicamente ágiles. Que fueran acorde a las canciones.
Me parece que sigue siendo algo original. Es arte. Se trata aquí de pasarlo bien, de divertirse, llegar hasta donde uno crea. En cuanto a los vídeos, me gusta probarme en ese ámbito, esa disciplina. No digo que vaya a dirigir vídeos profesionalmente; el tamaño pequeñito de mi proyecto, por ahora, me lo permite. Puedo pasármelo bien y hacer estas cosas porque mi público lo admite.
Cuando lo publico hasta les llega a gustar. Por eso es que estoy buscando cosas nuevas. Sí que es cierto que, a la larga, me gustaría encontrar al conjunto concreto. Al mismo tiempo, que me dé hueco para que yo pueda cambiar y probarme en distintas tesituras, pero sí con un mismo lenguaje.
No podría estar, toda la vida, con el mismo corte de pelo, con la misma ropa. Me agobia, me da ansiedad. Necesito poder cambiar. De alguna forma, que todos esos cambios tengan sentido, un por qué.
Estás trabajando con gente que está recorriendo un camino muy propio. Hablo de Maximiliano Calvo, Menend, Vic Mirallas, Paula Cendejas, la lista sigue. ¿Cómo llegás a esos vínculos? Hablo de tener esa confianza para producirles, que se permitan ser vulnerables con vos.
Ha sido gracias a publicar canciones mías. Es el mejor escaparate que he tenido para mostrar mi trabajo. Ahí es donde más me atrevo a hacer cosas. Estoy trabajando conmigo mismo y no es el mismo riesgo; la misma vulnerabilidad que pueda tener un artista, que no soy yo, dejando en mis manos su proyecto. Me ha parecido un acto de fe, generosidad, humildad.
He ido publicando y con cada una de ellas, un artista diferente, productor, compañero de la industria se ponía en contacto. Veían que podía hacer algo, adherirme a su proyecto de una manera que les pudiese interesar. Así que fue de una manera muy natural, realmente. Con Maximiliano llevo trabajando dos años ya. Con Paula Cendejas ha sido a raíz de alguna de las publicaciones de este último año. Todo ha venido a base de trabajar, publicar y atreverme a mostrar mi trabajo. Eso ha sido lo que más puertas y más gente nueva ha traído.
Mi objetivo no ha sido tampoco triunfar como cantante sino vivir de la música. No me he centrado únicamente en componer ni en cantar ni nada en concreto. Adoro, prácticamente, todas las facetas, todas las artes distintas dentro la música. Tanto grabar como producir, componer, tocar siendo el músico del directo. En este momento de mi vida, resulta que en mi proyecto no da los números todavía.
No creo que lo haya trabajado lo suficiente como para llegar a un público mucho más amplio, para que me dé para vivir a mí. Sí que tengo la suerte de poder producir y componer para otros artistas. Una cosa u otra es la que me da de comer, pero puedo trabajar y seguir adelante con todos los proyectos. En este momento, ya te digo, me dedico profesionalmente a lo que me lleva al final del mes. Sigo teniendo, como prioridad e igual de importante, mi proyecto artístico. Es lo que más alegrías me da y lo que más satisfacción me reporta.
Estás detrás de algunos de los proyectos más interesantes y sólidos que han salido de España este año. No se habló lo suficiente de ‘Contragolpe‘ de Paula Cendejas. Me hiciste ver a Piso 21 con otros ojos. ¿Tenían algún objetivo en específico, temática recurrente?
Paula se puso en contacto conmigo a raíz de publicar ‘!!!!!! Honolulu’ o ‘verde Botella’, algunos de esos temas. Lo que me transmitió es que le gustaba mucho mi experimentalidad. Lo transmitió de tal forma que el punto de partida fue ese, ‘vamos a hacer algo que parta de la diversión y de buscar algo distinto’.
Ella vino con una idea, los primeros versos que ya tenía escritos terminaron siendo ‘Sabaneta’. Venía con una base de guitarra muy sencilla. Yo trabajé en un instrumental y le gustó. Empezamos a grabar, compusimos junto el estribillo y el resto de la canción. Paula ya venía trabajando el EP, pero todavía no estaban los temas claros. Gracias a esa canción y a que nuestra colaboración le había gustado tanto, pues decidió hacer alguna canción más para este proyecto.
De ahí salieron ‘Por y para’, ‘Intro’, ‘Diferente’, junto a Piso 21. ‘Sabaneta’ sí que nos abrió los ojos. Vimos los ritmos tribales y todo este tipo de sabor. Hay un tratamiento muy claro, tipos de percusiones. Hay una manera de tratar su voz que, yo creo, es lo que más hace que se identifiquen esas canciones. Fue gracias a una primera canción. Nos sentíamos cómodos. hicimos un buen equipo con Chechu y Piero. Chechu, en este caso, es el guitarrista que se lleva ella siempre. Piero es un letrista que se unió al grupo de manera muy natural. Funcionamos bien juntos y estábamos trabajando en el mismo estudio. Una cosa llevó a la otra.
Tenés un espectro muy amplio. Cada canción evoca, apela a sensaciones diferentes. No puedo, como oyente, saber qué viene. No puedo predecir. ¿Qué tanto me podés contar de lo viene?
Las canciones que han salido en 2020, que han sido todo singles, no pretendían ser parte de algo en conjunto. Fueron las que me dieron un poco las pistas sobre los caminos y tipo de producciones, géneros que podía tocar, que más me podían atraer en este momento. Concretamente, ‘Odisea’, me ha ayudado mucho a entender qué era lo que quería, a saber cuál podría ser un buen camino. Ha sido una de las canciones que más ha gustado y que he llevado a directo, incluso.
Cuando uno produce, se piensa que puede hacer cualquier cosa. Si dominas la edición vocal y todo este tipo de artes, puedes hacer melodías como si fueses Beyoncé. Luego llega el directo y te cagas con la pata abajo.
La que más disfruto cantando en directo porque me resulta muy muy sencillo. Es una canción que pensé, directamente, para el día de mañana poder cantar de manera cómoda. Traté de prescindir, un poco, de esos recursos, ‘voy a hacer un tema que a mi fisionomía vocal, mi manera de cantar le vaya increíble. Hasta el peor día que yo tengo la garganta sea capaz de cantarlo de muy buena forma’. Fui diseñando, haciendo las melodías, escribiendo la de manera que se convirtiese en eso. Es un tema que me resulta divertido, sencillo a la hora de cantarlo.
Esa canción me abrió un poco la mente. Me hizo entender que podía haber ahí un buen nicho, una manera de trabajar la música. Una estética y ciertas cosas que creo va a englobar un proyecto que tengo planteado. Por otro lado, el resto de temas que son más experimentales; pueden contar con más programación y con una fusión de lo orgánico. No quiero dejarlos atrás. Forman parte de mí y disfruto muchísimo. Puede ser que haga un proyecto un poquito más concreto y estético a raíz de ‘Odisea’. Puede ser que siga publicando cosas que tengan que ver con el mundo electrónico y la fusión de cosas. Un poco de todo en la misma línea, pero sí que voy a concretar un poquito más.
¿Qué estás escuchando?
Si te lo digo, creo que va a destapar un poco qué es lo que voy a trabajar próximamente porque porque va muy por ahí. Estoy tratando de meterme de lleno en música de raíz, de clásicos del rock, folk, country. Tiene un poco de todo, blues. Fleetwood Mac me ha influenciado bastante. Creo que ya es un poco un clásico decirlo dentro de los referentes, pero Bon Iver me encanta. Siempre me ha gustado y lo escucho a menudo.
Hay un grupo británico que descubrí en un festival hace como 12 años, que también me acompaña y siempre me inspira mucho, Everything Everything. Trato de mantenerme actualizado en las cosas que van saliendo. Si te digo la verdad, trabajo tantas horas al día en música que cuando terminas el día, es muy complicado que te apetezca escuchar más. Consecuentemente, en mis tiempos de ocio trato de escuchar cosas que a mí me inspiran, que tengan un poco que ver con la música que estoy trabajando. Para que me surjan ideas relacionadas con todo lo que estoy trabajando.
Quería saber si escuchabas música fuera del trabajo. Tengo un amigo que hace mezcla y masterización y me dice, ‘en la noche me desconecto. Pongo ‘Rain Sounds’, la playlist de Spotify’. Para limpiar, sí.
Había una época en la que me gustaba mucho… ponía un vídeo en YouTube, ‘sonido de la lluvia en la jungla’, dos horas. Escuchas bichos y animales, a lo lejos, lluvia. Ponía los altavoces del estudio. Me sentía en una cabaña en medio de la jungla y quedaba frito. Era una fórmula invencible.
Llega un punto en el que le das tantas vueltas a la música… no es que te sature, para nada. Todos los días de mi vida he escuchado música y tengo intención de hacerlo. Me encanta, no me agota. Sí es cierto que al final del día tratas de escapar un poco de lo típico. Lo que más te puede satisfacer el oído es el silencio, el ruido ambiente, escaparte a otro sitio que no sea el estudio de grabación. Tus cascos, que también pasamos muchas horas con esto puesto y nos olvidamos de los sonidos de la calle. Cuando salía a correr por Madrid, Galicia, antes iba con cascos para escuchar música. Llega un punto en el que tengo una franja del tiempo tan reducida para hacerlo que voy y quiero escuchar el sonido ambiente. Me hace ilusión escuchar los coches, la gente o los pájaros.
Si estás enfrente de una puerta, tocás el timbre, ¿quién te abre?
Ahora mismo, se me acaba de venir a la cabeza el baterista de Los Rolling Stones, Roger Taylor. Ha fallecido recientemente. Me dio muchísima pena porque es una banda que he escuchado toda la vida y me hubiese encantado poder verlos en directo con la formación original. Me preguntaba, de hecho, cómo habría sido la vida de ese tipo, de todos. Tú puedes leer muchas noticias, biografías, ver un documental, pero me hubiese gustado tener un testimonio en primera persona.