TITA Tiene Un Porqué
Mariana Moreno, mejor conocida como TITA, hace música porque no podría vivir sin ello. Su debut como solista, ‘Todo Es Mental‘, es una carta abierta de su persona. Estas 6 canciones marcan un antes y después en su carreta. Esta nueva faceta de solista está buscando hacer lo que siempre quiso. Es ella, en su máxima expresión.
Nada que envidiar de lo que suena afuera. Bumont, el encargado del resurgimiento del indie guatemalteco, produjo la totalidad del proyecto. Esta muestra de trabajo es ecléctica, como era de esperarse. TITA llevó el pop a nuevos lugares, nuevos espacios. Este EP demuestra por qué es parte de Cosmica Artists.
Platicamos con ella acerca de la dificultad de definir lo que hace, etiquetas, el hilo conductor en su trabajo, qué quería lograr con este release y la importancia de la paciencia.
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¿#AQuéSuena TITA?
Es muy difícil porque yo siempre busco referencias. Me gustan muchos géneros musicales. Al tratar de mezclarlos sale algo que no puedo poner nombre. Lo trato como alternativo. Sueno a Natalia Lafourcade si Natalia Lafourcade hiciera música más pop. Ella hace pop, pero es folclórico. Muchas de mis canciones tienen elementos hip hop, trato de incorporarlo de alguna forma. Que sea algo que podás bailar, eso es lo que más me gusta. No sé a quién sueno ni a qué sueno.
Si decís que hacés música bailable, la gente esperará que esté muy arriba.
Van a pensar en electrónica, seguro. Lo que hago es pop. Suena genérico, pero es pop indie. A veces es dreamy. Usamos synthes, debería de ser synth-pop. Aunque, lo tricky es que no es en todas las canciones. Siento que cada canción es un género.
Para mí, la pregunta es importante porque conozco mucha gente que no usa etiquetas. Algunos identifican su música como un color.
Lo entiendo, totalmente.
El tema de etiquetas es confuso. A lo mejor, vos no querés poner una, pero sabés que para algunas personas es importante poder encasillar.
¡Sí! Cuando me preguntan qué tipo de música hago, es difícil responder. No sé qué decir. Es pop. El pop es tan general, siempre es un problema. Mejor, escúchenla. Eso es lo mejor, que la gente forme su propio criterio al escucharla y me digan. ‘Sonás a no sé quién’, y son referencias diferentes cada vez. Yo no lo esperaba. Eso es lo bonito, que cada quién tenga esa interpretación, que lo vean diferente. Me encanta.
Noto esa búsqueda de materializar influencias y que sea algo propio. Es esa búsqueda de identidad. ¿Encontrás otro hilo conductor en lo que hacés? ¿Lo que has hecho hasta el momento?
Antes, cuando saqué mi EP el año pasado, le decía a Walter y Gil, ‘siento que no hay un hilo conductor entre canciones porque son tan diferentes, los estilos’. Alguien me dijo, ‘el hilo conductor es tu voz. Eso es lo que une y hace que todo tenga sentido’. No es que siempre cante igual, con la misma intención, pero es mí voz. Escuchás y tiene sentido. Ese es el sello que he dado. Es peculiar, eso me gusta.
‘Todo Es Mental’ me parece un debut muy dreamy. Desde las vocales, los synthes y guitarras espaciadas. Hay un departure de lo anterior que venías trabajando. ¿Cuál era la intención detrás de este EP?
Estaba un poco aburrida de estar esperando. Estar en una banda es diferente, requiere paciencia. Tenés que estar en sintonía con los demás. Todos dependen de todos para que camine. El principal problema con Nina Índigo fue el tiempo. Ellos no tenían mucho tiempo para la banda, y lo entiendo perfectamente. Cada quién tenía sus proyectos alternos, los tres. Esos proyectos sí estaban generando.
Fue mi primera experiencia artística. Aunque sí generó algo, no fue suficiente para vivir de esto. Quería algo mío. Hablé con Walter y decidí hacer este proyecto, TITA. Esto es lo más ‘yo’ que puedo ser, en todo sentido.
Cuando se empieza un proyecto, tenés que ser muy específica en todo lo que querés. Es increíble todo lo que esto conlleva y pasa desapercibido.
Muchos lo toman por sentado. Desde pensar en el nombre y luego en los colores, estilo. Todo tiene que tener un porqué. Todo lo que hice tiene un por qué. No te voy a decir que fue fácil. Invertí un montón. A la fecha, no vivo de la música. Sigo invirtiendo y es un gran reto.
Al final, lo más gratificante es ver el resultado. Mi ‘yo’ a mi máxima expresión, esto es lo que yo represento. Nadie me está diciendo cómo hacer las cosas. Eso es lo que más me llena. Eso es lo que estoy haciendo.
Me gusta que pongás los créditos. La dirección creativa, visual, sonora fue clave para que el EP funcionara. ¿Lo que hizo Cohete? Buena inversión. Se nota en la producción. Las live sessions igual. Así como decís, se toma por sentado. No hay un reconocimiento hacia la intencionalidad. Seguro es un poco frustrante.
¿Ver el resultado y que les guste? Eso me llena. Por eso lo hago. Ahora no estoy generando dinero por esto. Si mañana me muero, me van a recordar por eso. Hice lo que quería. Qué feo morir mañana y no hacer lo que quise. Para eso es el dinero. Por eso estoy trabajando en lo que hago ahora, para poder pagar lo que quiero hacer.
Lo noto con artistas locales que aún no están en conversaciones con gente que les pueda llevar a otro plano. Se piensa que un proyecto musical no cuesta plata. ¿Quién te va a pagar el master? ¿La grabación de las voces?
En Guatemala es más complicado que cómo sería en otro lugar. Cuando hago música, no pienso en este país, específicamente. ‘¿Qué le gustaría a la gente de Guatemala?’ No importa si esto no pega acá. Yo voy a hacer lo que me gusta. Si en China o Suiza me escuchan, genial. Con que dos personas me escuchen, suficiente. Ya lograste el cometido.
La versión de ‘Toxic’ muestra esas ganas de cambiar lo que se espera. Sé que podrías haber elegido presentarte como esa propuesta alternativa que apunta directo al internacional cantando en inglés. ¿Por qué en español?
El EP está en español, sí. Era con lo que más me identificaba. Mis grandes influencias eran en inglés, instrumental y vocalmente. ‘Sería bonito hacer algo así, pero en español’. Yo no inventé el agua azucarada, pero no es tan común. Escuchás esto que hago y está en inglés, generalmente. Es mucho más complicado escribir en español. ‘No quiero que suene cursi, no quiero sonar a tal’. Es increíble cómo influye la letra.
Podés tener una buena melodía, instrumental, pero si cantás algo que no esté ahí, la canción deja de ser lo mismo.
Tenés que tener cuidado al seleccionar las palabras, y eso es lo que más me ha costado. Ahora estoy componiendo en inglés. No sé cuándo salen, están en cola. La idea es hacer un EP. Será en inglés, también en español. Quería cambiar un poco. La mayoría de mis escuchas están en Estados Unidos, así que me enfoco en eso. Canté un poco en espanglish, me gusta combinar.
Creo que es una figura clave en este renacimiento del sonido contemporáneo que sale desde Guatemala. ¿Cómo le conocés a Bumont? ¿Qué le hace tan atractivo a él?
A Bumont lo conocí en la TV. Yo antes trabajaba haciendo televisión, en un programa matutino. Una vez le entrevisté con otro proyecto que tenía, MESSAS. Instantáneamente nos caímos bien. Nos agregamos a Facebook, en ese entonces, y empezamos a platicar. Un día me dijo que llegara al estudio. Decidió incluirme en la banda, estuve un breve tiempo como corista y guitarrista.
No me considero guitarrista (risas). Me ayudó. Tocamos dos veces en el EMF. Nos quedamos de amigos. Él entendió, desde el principio, qué dirección quería tomar. No me cierro a trabajar con otros productores. Ahora mismo, trabajamos bien juntos. Somos un dúo.
El proyecto se llama TITA, pero entre los dos hacemos todo, desde las letras hasta la producción. Me involucro mucho en esa parte.
¿Quién está en tus coros? ¿La voz masculina?
Es Franc Castillejos. Le pedí porque me encanta su voz. Le iba muy bien. Sos de las pocas que se ha dado cuenta que hay una voz masculina. Está muy atrás, pero le dá volumen a las canciones. Me toca cantar muy agudo y necesito una contraparte grave. Franc se apuntó, me ayudó a hacer la letra de una canción. Le agradezco por esto.
‘Almas de Cristal’ es mi canción favorita del EP. Tiene de todo. Unas líneas de bajo muy woh-woh, las guitarras que van y vienen, loops, la percusión también le dá otro tinte. ¿Por qué no fue el lead single?
Fue por orden, en realidad. Soy desesperada. De hecho, Walter me decía que fuera más paciente. Nos tomó mucho tiempo terminar una canción. Tenía que escribir las letras, melodías y a veces estaba en blanco. Tenía tres canciones. De esas tres, ‘Si Tú Estás Bien’ iba para single. Walter también me lo dijo. Ni siquiera existía ‘Almas de Cristal’. Tenés un single y no has terminado un EP. ‘Hice una canción que me gustó más y podría ser el single, pero ya’. Me adelanté. Fue por desesperación mía.
Entiendo que tenías muchos proyectos por realizar en el 2020, pero ya sabemos que no fue posible. ¿Cómo fue encontrar un ritmo de trabajo cuando traés las pilas cargadas por este lanzamiento reciente? ¿Cómo ajustás expectativas?
Me costó mucho. De hecho, todavía. Me aburren las redes, no tanto de verlas. Soy adicta, siempre veo. ¿Postear? Me aburre ver qué puedo hacer. Si no tengo nada para postear, pasan semanas, meses y no lo hago. Muchos me dicen que eso hace que los seguidores se alejen. Hay una falta de contenido, totalmente. No lo quiero forzar. Quien se quede, que se quede. No me gusta postear mi vida privada. Empecé a hacer algunos covers.
Tengo algunas canciones mías en cola, no pueden salir aún. Abrí TikTok. Hago mini sesiones de lo que se me ocurra. Así llevo el contenido en estos días. Hay muchos artistas grandes, con hiatus, y la gente sigue ahí porque les gusta lo que hacen. Si tengo un break extenso, en ese sentido, creo que valdrá la pena. Lo que estoy haciendo ahora es diferente al EP. Estoy segura que va a gustar.
El mercado te exige inmediatez. De manera independiente, siempre está la tentación de generar, y esto te agota. Creás contenido porque hay una presión externa.
Sí, contenido vacío. Tenés que cumplir. Agradezco no estar en una posición en donde me obliguen, no podría.
¿Cómo llegás a Cosmica Artists? ¿Qué tuvo que pasar para que ese brinco fuera posible?
Fue por mi hermana, ella está trabajando con Cosmica. Me dice que se siente la más diferente del roaster. Desde el EP que lancé, ella me dijo que encajaba bien ahí. ‘Lo que estás haciendo es muy parecido a lo que hacen los artistas de Cosmica’. No sabía qué artistas estaban con ellos. Siempre fui fan de The Marias.
Gil Gastelum le habló a ella. Escucharon mi música y estaba la posibilidad de hacer algo. Les gustaba lo que estaba haciendo y querían trabajar conmigo. Creo que no hubiera tenido una oportunidad así, estoy agradecida. Por la pandemia, los planes cambiaron. No pude ir a Estados Unidos ni hacer conciertos. Hacemos lo que se puede desde aquí, a distancia.
Ya que estás teniendo este tipo de soporte, otro escalón en la profesionalización, ¿qué hace falta para que más propuestas locales tengan lo que se necesita para llegar ahí?
Hay muchas propuestas nacionales que podrían estar ahí. Mucho de esto es cuestión de relaciones. El contenido sí importa, pero hay que tener mucha suerte. Es estar en el lugar y tiempo correcto. Hay que buscarlo. Muchos dicen, ‘qué pena, no voy a mandar el correo’. Te estás cerrando puertas. No se pierde nada. Depende de la voluntad.
Se tira la toalla muy rápido. Es constancia lo que se necesita, hay que seguir tocando puertas. Te van a decir que no, pero es parte del trabajo.
Conozco a gente talentosa que, al recibir un no, dejó de hacer esto. Regresaron a un trabajo fuera de la música. Es un desperdicio de talento. Hay muchas opciones para llevarlo como hobby. La podés subir en SoundCloud y dejar que los escuchas lleguen. Si no hacés que eso pase, nada va a cambiar.
Incluso, estando con Cosmica, no puedo decir que ya estoy pegada, que ya la hice. Tengo otro trabajo, no vivo de la música. Es mi sueño, pero si no logro vivir de esto, puedo morir tranquila. Estoy pagando de mi bolsillo, pero hago lo que me gusta. No podría no hacer música. No lo imagino.
¿Qué ha cambiado desde que estás con Cosmica?
Muchísimas oportunidades para entrevistas, exposición en otros países. No sabía que era posible tener ese alcance. Entré a playlists importantes. Eso fue increíble porque me escucharon de otros lados. Me apoyaron con el vídeo de ‘Si Tú Estás Bien’. Estamos con otros proyectos, ahora mismo. Les mando lo que estoy trabajando y ellos se encargan de distribuirlo, ver qué es mejor. Soy muy desesperada, me cuesta ser paciente. Ellos saben qué es mejor, lo dejo en sus manos.
¿Qué estás escuchando?
Estoy escuchando a Gorillaz, me dio un rush por ellos. ‘Plastic Beach’, demasiado diría yo. Arlo Parks, recién lanzó EP, ‘Collapsed In Sunbeams’. No le había escuchado hasta que Hayley Williams lo compartió. Me cuesta escuchar música nueva, menos discos enteros. Me aburro. Con este, en específico, no sé qué provocó que no pude dejar de escucharlo. On repeat. Me encanta su voz. Siempre voy cambiando. Escucho mucho a Beck.
¿Qué hacés cuando no hacés música?
Estoy con mi esposo, mis perros. Doy clases de inglés, en un colegio. Ese es mi trabajo. ¿Mis hobbies? Ver películas, series, estar con mis perros. No soy tan fiestera. Si no estuviéramos en pandemia, no saldría igual. Me gusta ir a toques.
Si estás enfrente de una puerta, tocás el timbre, ¿quién te abre?
David Byrne. Sale en el documental, ‘Rompan Todo’, muy random. Increíble (risas). Me impresionó. ¿Hablar con él de rock latino?¿De qué no se podrá hablar con él? Sí escucho mucho a Talking Heads.
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Gracias a Gil Gastelum por hacer esta entrevista realidad.