Sandra Bernardo Deja Que La Música Hable
De coherencia y otras historias. Sandra Bernardo es congruente en la manera en que se presenta. No se imagina comunicando esto que hace de otra manera. Es paz lo que transmite. Está en su naturaleza, no hay que leer entre líneas. Evidentemente, permea el contexto al que estuvo expuesta.
Hay secuelas en la manera en que decide expresar lo que resuena. La música lo refleja sin que haya una intención. Es congruencia. La música es el resultado de lo vivido y el disfrute. Es emocionante escuchar una propuesta que decide hacer lo que le nace. Cuando hay mucho ruido, su música te permite dar ese tiempo para ver hacia adentro. Desde lo minimal se le entiende mejor.
A propósito de su nuevo sencillo, ‘Darte de Mí‘, hablamos con Sandra acerca de las decisiones detrás de lo que comunica, cómo llega a trabajar con El Búho, qué ha venido trabajando con él y los términos en que plantea su música.
–
¿#AQuéSuena Sandra Bernardo?
Prefiero decir, ‘escucha y dime a qué te suena’. Si tengo que explicar, definir, creo que es una música que trata de transmitir buena energía, sobre todo. Más allá de la voz, la letra, la música, el sonido que creamos te mete en un estado de relax positivo. Desde la luz, desde lo luminoso. Te conecta con algo luminoso, positivo.
Tiene un punto melancólico también. Te lleva a una melancolía luminosa que puede vislumbrar la esperanza. Es música conectada con el corazón.
Cuando me has introducido, esto que comentabas de la gente que hace mainstream y tal, yo escucho algunas canciones así, de mi país, del mundo. Hay cosas que encantan, que están bien hechas y hay otras que igual no conecto tanto. Me cuesta pensar que llegue un momento en el que tenga que hacer música pensando en el resultado y todo esto. Me sale de adentro.
Quizá porque estoy iniciando mi carrera, llevo 6 años. Tengo toda mi vida cantando. ¿Públicamente, de abrirme al mundo? Ha sido poco. Cuando era más jovencita, he sido actriz, presentado programas de televisión en España, he hecho muchas cosas. He sido fotógrafa, he estado en un montón de sitios. Tengo una carrera corta y no me he metido en eso. Me cuesta pensar que en algún momento haré música pensando en qué le gusta escuchar a la gente.
El trabajo desde el lado de la percusión me parece muy particular. Es algo minimal. Me refiero, se siente, pero no le quita el espacio a lo demás. Se le dá prioridad a las guitarras y a las vocales. ¿En qué momento planteás que iba por ahí?
Ha sido muy orgánico todo el proceso, muy natural. Sobre todo, este segundo disco. El primer disco, ‘Trópico Ideal’, está mucho más conectado con algo fácil, sencillo. Salía desde un lugar muy fresco. Es una cosa fresca porque yo creo que tengo esa cosa. Soy muy expresiva en mi vida, no soy una persona cerebral, para mi desgracia en algunos momentos (risas). Al margen de eso, para la música me salen este tipo de cosas.
El primer disco era mucho más latente. Era un disco mucho más fácil de escuchar. ‘Fruta’ conectó con muchísima gente. En México es el segundo país en donde más se ha escuchado. De hecho, entró en el soundtrack de ‘La Casa De Las Flores’, de Netflix. Ha conectado con todo tipo de gente, que le puede gustar, incluso, otros estilos de música.
Este segundo disco lo he hecho en colaboración con El Búho. Para mí, él era una persona que admiraba, como admiro a Nicola Cruz, productores, DJs que he escuchado, que están dentro de mi universo musical. El Búho me encantaba. El hacer un disco con él ha sido maravilloso. Además, ha incorporado este tipo de sonidos, matices, texturas sonoras, de las que tú me hablas, mucho más que en primero. Ha sido natural. A la primera canción no dijimos, ‘vamos a hacer esto, una cosa minimalista y tal’. No lo dijimos. Nosotros ya somos así.
Lo que uno es sale a la superficie. Soy una persona que le gustan los riffs muy mántricos. Me puedo tirar, tengo una guitarra aquí, mira… me puedo tirar dos riffs un segundo así (suenan las cuerdas), y te puedo hacer no sé cuántas canciones con esto. Es básico. No entro en una gama cromática, que me encanta por otro lado, pero a mí lo que me sale es esto. Quizás mi trabajo es ir abriendo mi universo musical con los años. Me encantará.
Ahora mismo, soy una persona minimal, me gusta ese sonido mántrico que te lleva a un estado meditativo. Robin es así también. Ha sido nada premeditado, ha salido lo que somos.
Él lanzó ‘Cumbias Imaquinarias’ este año. Escuché el primer single que tienen y entiendo por qué trabajan juntos, entiendo en dónde pega esa reducción. ¿Cómo le conocés?
Son cosas que van a pasar en tu vida, cosas que tienen que suceder. Le conocí por mediación de una fan de Francia. Venía de Francia a un concierto que yo hacía en Barcelona hace unos años. La conocí después del concierto. Me gusta quedarme, saludar después de un concierto. Nos conocimos y coincidió que era mi cumpleaños ese día. El otro día lo pensaba y qué loco.
Le conocí hace dos años. Terminamos, mis músicos y yo, bañándonos en la playa en Barcelona por la noche, con luna llena. Era todo de película (risas). De repente, Delphine me dijo, ‘me encantaría que hicieras una colaboración con El Búho, sería genial. Creo que vive en Francia. Si quieres, le escribo’. Ella me quería ayudar a mover conciertos en Barcelona. Le conectó y resulta que él me conocía, escuchaba mi música y le gustaba. Empezamos a hablar, tuvimos una buena conexión, muy natural, yo creo. Dijimos de hacer una canción, probar y tal. Probamos y así hicimos el disco. Fue un disco al final.
Eso quería saber. Me has dicho que era un disco, y pensé, en un inicio, que eran un par de colaboraciones y listo. ¿Será un EP colaborativo? ¿Bajo tu nombre y él como main producer?
No lo sé. Va a salir un disco con mi nombre, co-producido por El Búho. Él ha metido mucha creatividad. Ha sido algo hecho entre todos. Está Marcos Bayón, que trabaja conmigo y ha grabado mi otro disco. A todo esto, yo estoy en Madrid y Robin en París. Ha sido grabar desde la montaña, yo estaba en el estudio con Marcos. Robin por otro lado en París. La pandemia de por medio, no podíamos ir a ningún sitio. Fue muy bueno porque creamos mucha música, pero no pudimos hacer nada en vivo. Ha sido un disco así. El disco tiene 8 cortes, va a salir después del verano. Va a ser un disco en colaboración.
El vídeo me parece que transmite muy bien esa calma. ¿El styling? Me encanta. Vi lo que Terral Studio hizo para Califato ¾ y es como si la paleta de colores ya la tuvieran pulida. Hay una intimidad en esas tomas, ese uso de luz. Contame más.
Se estrenó en Radio Gladys Palmera. Yo tenía la idea en la cabeza y quería meter danza contact. En todo momento está el contacto, la piel con la piel, con la otra persona. Ya sea un brazo, un dedo, un codo, la pierna. Tiene que estar el cuerpo en contacto, todo el tiempo. Eso te hace sentir la música desde otro lugar, moverte desde otro lugar. No desde el juicio de que te ven, ‘me estoy moviendo bien’. No, no. Es de, ‘realmente estoy viviendo una experiencia’. 360 grados y sintiendo mi música, utilizando mi música de manera terapéutica.
La música es la bomba, realmente. Es una herramienta maravillosa. Tenía claro que quería a esos bailarines, quería ese tipo de contacto e imagen visual. Conecté con el Espacio FCI de Madrid, lo mejor, para mí, de la danza contact en España. Quisieron colaborar. Quedamos y empezamos a grabar. Ha quedado algo muy bonito.
Yo hago, prácticamente, todo en el sentido de la idea, como dices. La ropa y vestuario es un follón. A veces digo, ‘Dios mío, ¿por qué me meto en estos líos tan intensos?’ Tienes que hacer todo, pero luego queda muy bonito. Es un camino, estoy en un proceso y esto es lo que me toca hacer ahora. Estoy muy feliz de hacerlo. Me alegro que te haya gustado.
¿Hacés música pensando en el vivo? ¿Los arreglos vienen después de hacer la canción? Yo siento como si la intención fuera poder tocar esto en cualquier momento. Agarrás una guitarra y listo, empezamos.
Eso va cayendo después. Cuando compongo y escribo, no sé por qué camino va a ir dirigido el disco. Este disco lo pensaba de una manera mucho más indie. Yo le decía a Robin, ‘no quiero que nos salga un disco pachamemesco’. Se lo decía y subrayaba, ‘por favor, pachamamesco no’. Ya está muy trillado y yo no soy eso. Yo soy mucho más.
Inevitablemente, ha salido pachamamesco en algunas cosas, pero está bien. Siempre se pueden mejorar cosas. Es un camino la música, y no tengo esa idea desde un inicio. Voy construyendo poco a poco. Hay canciones que se han quedado afuera. Hemos hecho algo un poquito más conceptual. Ahí ya empiezo a darle forma a todo lo visual. Me imagino ese mundo de imagen, luz. Yo quería que tuviera mucha conexión con lo cósmico, con lo universal, la energía, con todo lo que vivo en mi día a día.
Lo que proponés tiene coherencia desde la manera en que te conducís. Está demás decir que has vivido en muchos lugares, tenido otras influencias. ¿Cómo se vive eso? ¿Cómo aterrizas esto? ¿Cómo transmitís esta idea, algo intangible?
Lo primero, con un buen equipo de personas, que lo tengo. Eso es bueno. ¿Lo segundo? Es que, es lo que yo soy. Quiero decir, yo soy esto. Mi vida, mis conversaciones, si me conocieras, estoy todo el rato hablando de esto. Es mi mundo. Soy hija de una terapeuta, desde pequeña he crecido entre terapias alternativas. Mi madre dá clases de física cuántica.
Esto está un poco dentro de mi universo, forma parte de mí. La gente no lo sabe, pero forma parte de mí. Tengo un equipo bueno que me ayuda, confía en mí, más allá como artista, sino como persona. Vamos haciendo un camino juntos.
Para mí, como experiencia de vida, ya es maravilloso. Se repercute en lo demás. Básicamente, es así. Transmitimos lo que somos. El que transmita algo diferente a lo que es, pues pobrecito, pobrecita porque se pasa mal.
Salís con disco este año. ¿Girás?
Mi idea es esa. De hecho, me están pidiendo conciertos en verano y estoy diciendo que no. Voy a hacer alguno aquí, en España. Necesito relajarme, necesito estar tranquila, necesito espacio, silencio. Para mí, la pandemia ha sido maravillosa, pero he trabajado mucho en todo esto. Después, cuando salga el disco, después de verano, vamos a hacer gira. En los directos voy a incorporar este movimiento. Va a haber movimiento, bailarinas, bailarines. Mi idea es viajar, ir a México, a donde el mundo me lleve.
Eso pensé, qué tan difícil es adecuar a un show que sea una performance a full. Hacer algo que te obligue a poner atención, tiene que ser así.
Para mí es bonito el mezclar la danza, este tipo de concepto, de movernos. De sentirnos entre nosotros, las pieles, la música. Estamos yendo a un mundo muy distinto al que hemos conocido, está habiendo muchísima apertura mental. Hay un montón de información, y es bonito que cada una haga su propuesta, que sea fiel a lo que una es.
¿Cómo vivís que hayan incluido una canción en una serie tan popular en este lado del planeta?
No sé. Quizás es porque no tengo 20 años y no soy una niña (risas). Mi vida, gracias a Dios, la vivo de otra manera. Soy muy afortunada. Honro mi camino al margen de la música, de la fama y el éxito. Creo que tenemos un concepto dañino del éxito, la fama. Si vemos qué son, en algunos casos, es una desgracia. En este sentido, cuando pasó lo de ‘La Casa De Las Flores’, que me parece muy bueno, estoy feliz y me encanta, pero no me lo tomo como algo de otro mundo.
Es una alegría cuando la gente lo ve. Le gusta a este director. Paco León, en aquélla época, compartía mi música. A veces le veo por aquí y le digo, ‘Paco, gracias, gracias por compartir mi música’. Él es un amor de persona. Estoy agradecida. Lo recibes como algo bonito. La gente conecta con tu música y es una forma, pequeñitos mensajes de la vida que te dicen que por aquí es el camino, ‘ve por ahí, sigue tu corazón, continúa haciendo la música que sientes y ya está’. Me lo tomo así.
No cambia nada. No lo piensas en términos, ‘el próximo single tiene que tener esta esencia para que me pase lo mismo’.
No lo he hecho así, de hecho. Me he ido del sonido tropical. Hay algunas canciones, ‘Darte De Mí’, está mucho más conectada con el otro disco. Aún así, es mucho más profunda, más madura. Soy otra mujer, otra persona. Es distinto.
Tratando de entender porque para mucha gente es un hito. Se trata de reformular para que pase de nuevo. Vamos a la respuesta del éxito y la distorsión de lo que debería de ser. Se nota cuando se compone desde ese lado.
Estás hablando con una persona que no es así. He perdido cosas en mi vida por no ser así, ¿sabes? Me he salido de círculos por no conectar en ese tipo de cosa. Vivo mi vida de una manera, confío. La vida me ha ido retirando de personas con las que no conecto. Personas que me han hecho daño. Me he quitado de muchas cosas. He ido eligiendo más con el corazón.
De momento, con mi ser interior, la mujer primero, la persona, la música, la artista, todo lo que hago en mi vida me sienta bien esto. De una forma madura, y que yo quiero la felicidad para mí, me está funcionando. Obviamente, quiero que mi música se expanda. Quiero estar bien, ganar más dinero con lo que hago y sentirme remunerada, recompensada con el esfuerzo. Sobre todo, quiero sentirme bien, fiel a mi misma, con gente bonita a mi alrededor. No me gustan las envidias, las cosas raras, no me gusta nada eso. Soy muy sensible y cuando siento eso, cojo y me voy.
¿Qué está escuchando?
De todo tipo. Te puedo decir, Leo Rizzi, de España. Es buenísimo. Escucho a Zahara, una marroquí afincada en París. Hace una música maravillosa. Escucho a Helado Negro, mucho a Devendra Banhart. Escucho a Daft Punk, Kings of Convenience, The Whitest Band Alive.
¿Qué haces cuando no haces música?
Hago retiros de mujeres. Nos vamos a la naturaleza. Me gusta mucho. Hacemos yoga, comemos rico. Trabajamos mucho con la música, meditaciones, esa es una parte mía. Te he dicho que soy hija de una terapeuta (risas). Esa parte va conmigo, forma parte de mi ser. Hay otros artistas que se van a hacer talleres de cerámica, pues yo hago retiros con mujeres.
Viajo, estoy mucho en Ibiza, Menorca. Estoy en Madrid, ahora mismo. He venido de Menorca. La semana que viene me voy hasta septiembre en Ibiza. Es mi segunda casa. He vivido muchos años entre Ibiza y Madrid. La gente de Ibiza, mi entorno ahí, suelen ser amigas artistas. La que no pinta canta, la que no canta cose. Hacemos muchos círculos de mujeres. Me encanta. Trato de vivir lo que quiero, lo que me gusta. Me cocino comida rica. Voy a fiestas, de vez en cuando. Disfruto.
Si están enfrente de una puerta, tocan el timbre, ¿quién les abre?
Una buena amiga con la que me río mucho o ese hombre maravilloso que tenemos en la cabeza, que sabemos, que en algún momento cuando estemos, esa relación consciente va a aparecer en nuestra vida y todo será fuegos artificiales. Con sus partes oscuras, por supuesto, pero eso.