Regresando a la expresión misma con Erik Canales
La importancia de introspección y el espacio para detenerse, no importa si es de manera forzosa, es algo que Erik Canales ha valorado en estos últimos meses. Esta situación no le ha venido mal, en lo absoluto. Este tiempo en encierro ha permitido curar asperezas, canalizar sentimientos en letra para después pasar a ser mantras y cerrar círculo.
Erik Canales es de esas personas que te sigue sorprendiendo, y esto por donde se vea, se mida. Más de 15 producciones bajo el cinto. Ya sea por la cantidad de trabajo que tiene en el currículo, lo que está trabajando o lo que todavía no vemos. Además, recién empieza su proyecto personal. Como si no fuera difícil abrirse y ser vulnerable con un equipo detrás, con el que se logra confianza con el tiempo. Se permite dar el paso a estar sin esa red de seguridad a la que estaba acostumbrado.
Con la excusa de su nuevo sencillo, ‘Siempre Tuyo, Siempre Mía‘ platicamos con él acerca de las ideas, emociones que aparecen en estos tiempos, cómo ha sido el proceso para crear después de Allison, y todo lo que hace cuando no trabaja en música.
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¿Cómo estás, cómo la estás pasando?
Peculiarmente, en este momento, tengo COVID. Afortunadamente fue muy benigno, no tuve ningún otra complicación y la pasé en mi casa. Esto nos hace darnos cuenta que nadie está inmune, nadie está a salvo, todos tenemos que reforzar nuestra manera de cómo vivimos el día a día, el contacto con las demás personas. Han sido 13 días de mucho proceso cognitivo, introspección. Fuera de eso, estoy muy bien. Las bendiciones han sido más que las cosas que no y la he pasado bastante bien. Tranquilamente, solo tuve un día de fiebre, uno sin olfato y otro que la comida supiera bien.
¿#Aquésuena Erik Canales?
Llevo ya muchos años con la banda, y esa música tiene un sonido específico. Yo tenía muy claro que quería empezar a tocar música diferente por un afán de re-conectarme con una parte más profunda artística, que va relacionada con la interpretación. Estoy haciendo folk acústico, puntualmente. Para no disfrazarlo, porque sí tiene toques de una influencia más mística, pero principalmente es eso. A veces más cargado a la balada pop, a veces al folk tradicional estadounidense. Estoy haciendo mucho folclor latinoamericano, y es algo que nunca había tocado en mi carrera. Siempre había estado muy cargado al punk rock, metal, al power ballad de los 80’s.
Simplemente quería de-construir; llevo muchos años haciendo música, muy producida. Soy productor, y con los grupos que había trabajado había hecho grandes discos con muchos layers. El último de Allison dije, ‘bueno, lo voy a sobreproducir’ y así fue, al punto que tuve que meter a un guitarrista extra para incluir todo lo que quería hacer. Después de tanta parafernalia, necesitaba de-construir y regresar a la parte más central del artista. Regresar a la expresión misma, a la interpretación. Por eso empecé a tocar canciones en solitario.
Es una buena manera de definir. Siempre que leo acerca de bandas dándose tiempo para proyectos personales, me emociona. Es soltar lo conocido y la dinámica establecida. ¿Cuál ha sido la recepción de esta nueva etapa?
La gente está contenta. He recibido muy buena acogida por parte de los fans de la banda, he ganado nuevos y eso me da mucho gusto; con bastantes mensajes de, ‘yo conocía a Allison, y no me gustaba, pero tu música en solitario tiene otra esencia’. Obviamente, hay personas que no les gustó y está perfecto. Yo soy más sincero en el aspecto de mis letras. Soy un artista así, que usa la música para sanarme.
Convierto mis problemas en canciones, y los canto, haciéndolos un mantra, hasta que ya no me duele y puedo seguir adelante con mi vida. Puntualmente, ese ha sido este proceso de mi proyecto. Retraté una separación amorosa que tuve al principios de la pandemia, y partir de esas canciones he podido salir adelante de esta situación. Es música muy sincera; no estoy inventando el hilo negro, simplemente sacar plasmar mis problemas y llevarlos a melodías y fotografías musicales.
¿Te costó dar el paso de presentarte como solista?
Sí, la verdad es que lo estuve posponiendo mucho tiempo. Desde 2010 que nos separamos (con la banda) y regresamos en el 2012, finales de ese año, después de eso fue muy difícil el reintegrarnos como banda puesto que tuvimos muchos problemas legales con nuestra disquera, con nuestros managers. Sufrimos la traición de muchas personas. Esta situación nos dejó muy endebles, al punto que nos hackearon las redes sociales. No tuvimos apoyo de radio, entonces estábamos completamente solos.
Tuvimos que empezar completamente de cero a trabajar la nueva etapa de la banda. En ese momento, yo ya tenía el ímpetu de querer sacar música en solitario, pero no me lo permitía por el hecho de sentir que estaba quitando fuerza de recuperarse a la banda. No estuve haciendo shows acústicos. Simplemente éramos la banda completa, enfocándonos a estar bien. A finales del año pasado tuve la fuerza para poder hacer esta, dar el paso, y hacerlo de la mejor manera.
¿Qué has aprendido estando solo?
He aprendido que es muy importante la vibración en la cuestión de interpretar. Antes era muy difícil gobernarme cuando me subía al escenario por el hecho de que habían muchas personas, ruido, energía contaminada en el ambiente. En esta nueva etapa, en que la gente está mucho más callada, puesto a que va a ver un show acústico, y están tranquilos, viendo, observando, me di cuenta que en esos ambientes se gestan cosas muy diferentes y es muy importante la concentración personal. El estar tranquilo, emular cosas desde muy dentro para poderlas interpretar y que la gente lo entienda de la mejor manera. Ha sido un proceso de aprendizaje tremendo, más por el hecho de estar solo y no tienes esa acogida de la banda, la seguridad que te puede llegar a proyectar el tener cuatro personas atrás haciendo algo simultáneo a ti. Aquí tienes que estar enfocado, despejar la mente.
El regresar a componer con la guitarra, eso fue algo que retomé. Era algo que hacía desde el principio de mi carrera. Eso es algo que me gustó mucho. El conocer productores que te mancillan esa inocencia, y te dicen ‘tienes que hacerlo así porque la estructura de la radio, porque los 40 segundos del coro, los dos versos, etc’. Pude regresar a hacer ese tipo de cosas, a no importar que hago un verso, un coro y se acabó. Lo importante ahora se vuelve más la expresión que la estructura. Eso ha sido un gran avance en esta parte en solitario.
¿Qué estás escuchando?
Estoy escuchando mucho folk estadounidense, y eso me ha venido a nutrir. Estoy escuchando mucho Gillian Welch, una cantante de Nashville, ella canta todo el tiempo con su esposo, Dave Rawlings. Ellos tienen una manera muy peculiar de ejecutar. Se conocen, son marido y mujer. La manera en que ejecutan es prístina y súper pulcra, muy intuitiva, y eso es algo que he tratado de buscar en la banda que estoy formando para poder tocar. Estoy grabando la música en solitario, pero, generalmente estoy rodeado de amigos.
Mucho de mi gremio personal, mi tribu, con la que he estado haciendo música, sea han vuelto amigos entrañables. Gente con la que se ha vuelto familia, y con ellos estoy tocando. Hemos logrado esa conexión profunda, de sentir que estamos así. He estado escuchando folclor latinoamericano, mucho blues, de todo. Soy un músico muy completo, en ese aspecto. Escucho casi de todo, no soy una persona que se engloba, me encasille en un solo género.
Soy productor, y por mi naturaleza y crianza, mi padre es un melómano empedernido. Ha escuchado música toda su vida, coleccionado toda su vida. A la hora de la comida me ponía un disco diferente, un día era salsa, otro rock, heavy metal, progresivo, clásico, de reggae. Era una persona muy abierta en ese sentido, y me hizo así, creo. De alguna manera, tengo muchas herramientas para construir.
¿Qué hacés cuando no hacés música?
Soy una persona inquieta, es una mejor definición de cómo soy. Tengo una marca de mezcal. Todavía no sale, por eso no le he estado dando potencia a ese proyecto. También una boutique con una socia; nuestro concepto es reutilizar la ropa porque esta industria del fast fashion contamina muchísimo, genera crueldad, devastación, problemas económicos y esclavitud. Estamos generando un concepto, una campaña para concienciar a la gente a usar ropa de segunda mano. Maestranza es un colectivo de chefs; somos 3, pero yo soy cocinero, no chef. No estudié. Mi capacitación culinaria ha venido de cocinar con grandes chefs, personas que me la vida me ha puesto enfrente. Los viajes de Allison me han permitido viajar por latino américa. He tenido la oportunidad de cocinar en otros países, estados de la República. Tengo varios patrocinios de eso. Ahora, por la pandemia, probablemente empiece un proyecto gastronómico este fin de año.
Estoy dando una conferencia, en grupos cerrados, vía Zoom; es una conferencia que se llama ‘Obedece La Pasión’. No importa a qué nos dediquemos en la vida, cuál sea nuestro rol en el tejido social en el que vivimos, es muy importante estar haciendo cosas que nos generan pasión. Esto por el simple hecho de ponerle una valencia positiva a nuestra vida. Cumplir un horario de ocho horas de trabajo y no hacer algo más que nos regale dicha, felicidad, por poder sentir esta pasión, tarde o temprano nos llevará a caer en una depresión. Esta conferencia se basa en explicar a la gente que es muy importante hacer cosas que nos generen ese sentimiento. Aparte, si logramos canalizar esa pasión y que esto se vuelva nuestro trabajo, esa es la meta idílica de nuestra vida.
Te dá vuelta la cabeza todo el tiempo, ¿no es así?
Todo el tiempo estoy con la cabeza bastante loca, por eso necesita muchas cosas en qué depositar energía. El ocio es mi peor enemigo. Cuando no estoy haciendo cosas, mi cabeza empieza a pensar las cosas que no debe de pensar. Trato de hacer algo, todo el tiempo, ya sea en el estudio, cocinando, cualquier cosa que me distraiga de estar pensando estupideces.
¿No te hace falta salir, como para liberar pensamientos?
Ahora he estado sufriendo en esta claustrofobia que tengo, pero a la vez ha sido muy sanador. Estoy todo el día con mis tres gatos y mi perro. El hecho de estar conmigo mismo me ha permitido conocerme mucho más, agradecer mucho a lo que damos por hecho. También darle valor a la salud, algo que no contemplamos y que sin ella, no tenemos nada. Han sido días de mucho pensar, mucha introspección. Noches de despertar sudando en la madrugada pensando que me voy a morir, y eso me ha sanado, de alguna manera. Ahora veo la vida con mucho más optimismo, gratitud.
Este momento de mi vida, esta pausa obligada, tenía que llegar de alguna manera. Mi casa está absolutamente sola. Tenía algunos roomies que terminaron yéndose y a las dos semanas me enfermé. Creo que esa es una causalidad fuerte. Me estuve preparando para este momento, y lo estoy pasando de la mejor manera. Voy a salir más reconstruido y fuerte después de esta experiencia.
Le tuve un poco de miedo a la guitarra y la libreta por la cuestión de que mi mente es muy potente y exacerba muchas cosas. Ya estoy más tranquilo y voy a ponerme en estos días a capitalizar todas estas enseñanzas que he tenido, tratar de bajarlas en canciones. Quiero tener algunas canciones nuevas para empezar a trabajarlas, meterle. Las canciones son como tejer una bufanda: hay que sentarse a darle, no se tejen sola. No es algo que sucede y cae en tus manos por obra del Espíritu Santo. Al contrario, necesitan mucho trabajo. El hecho de enfrentarte a la pluma, a la guitarra, puesto que es enfrentarte a ti mismo, aislarte para poder aterrizar un sentimiento. Por lo general, son sentimientos que estamos evitando.
¿Cómo cerrás este año?
Recién cerré la grabación de un nuevo vídeo, hay dos por salir. Uno se está grabando en Europa, en una escuela de arte y una directora de Finlandia propuso hacerlo. Yo no saldría en el, entonces estoy tranquilo con eso. El nombre de la canción es ‘Mi Culpa’, y espero que salga lo antes posible. También cerré grabar una canción que estoy sacando con un artista mexicano llamado Nico Orozco. La canción es ‘El Círculo de Fuego’ y habla de cortar, regresar y el ciclo. Vamos a grabar el vídeo el 4 de noviembre, para finales de ese mes ya estará sonando.
Si estás enfrente de una puerta, tocás el timbre, ¿quién te abre?
¿Quién quisiera que me abriera el timbre? Alejandro Jodorowsky. Estudié 4 años de hermetismo, y soy cartomántico, leo el tarot. Uno de mis grandes maestros ha sido el Maestro Alejandro. He estudiado mucho acerca de filosofía de la religión, historia de los santos, metagenealogía. Él es una persona que admiro y he seguido por muchos años. Creo que tiene mi atención.
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Gracias a Fer Cornejo por hacer esta entrevista realidad. ‘Siempre