Entrevistas

Alumine trae dualidad materializada en disco y neo-soul

La música disco tiene un lugar especial para mi vida. El neo-soul también. Alumine es una banda que captura, mezcla y re-imagina esta esencia para transmitir algo muy introspectivo en música bailable. Mejor dicho, música que nos pone de buen humor, desde el principio. sin rodeos.

Hablamos con Facu Pesci, voz y teclados, acerca del nuevo sencillo, el significado detrás, de darse cuenta que el control no existe, el claro amor por la música que escucha y emula.

¿#Aquésuena Alumine?

Yo creo que sonamos un poco a disco. Un término muy antiguo para algunos. Ese fue el primer impulso de escribir para el grupo, la música de los 70’s. Esa estética nos encantaba mucho, a mí me gustó mucho. Siempre tuvimos muchas ganas de convertirlo en una sonoridad mucho más relevante a lo que se escucha hoy. Trabajamos un poco por ahí. Obviamente mutó muchísimo la banda. Desde la idea principal y miembros originales. Ahora quedamos dos, nada más. La banda tiene tres años.

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¿A qué suena? ¿Conocés a Parcels? Son una banda que si la ves, desde la estética, todo, son espectaculares. Mucho corito, falsete, mucha melodía, muy rítmico. Eso es lo que buscamos con Alumine, que todo sea una batería, parte de un beat; un ritmo regado a través de todos los instrumentos. Siempre nos comparamos con esa banda,porque la admiramos, no porque nos creamos parecidos. Me estoy comiendo una, nuestra principal influencia, Jungle. Esa es la banda, ahí va. Si preguntan, a qué suena, a ellos. Te di una respuesta demasiado larga. 

¿Cuál fue el proceso detrás de ‘Mañana‘?

Esta canción nació a partir de un beat. Ni siquiera de una temática o idea más grande. Nació de yo queriendo robarle recursos a Anomalie, un pianista excelente, francés, y bueno. Un pianista que se cansó del jazz y empezó a hacer electrónica, un híbrido entre estas dos. Cuando lo descubrí, me voló la cabeza, dije ‘tengo que hacer este tipo de ritmo’. Lo empecé a estudiar un poco, de cómo hacía sus beats, cómo distribuía los elementos, qué usaba, qué sé yo.

El beat de mañana es muy parecido al estribillo de una canción de él. Estaba minuciosamente tratando de imitar, hasta que salió esa idea. Empecé a loopear un bajo, sintetizadores. Bueno, quedó eso que suena al principio, el riff. Todo eso es lo primero que salió, dije ‘tenemos algo vintage, pero no’. Suena a viejo, pero tiene elementos, quizás el sintetizador que tiene un ataque muy rápido, no sé. Hay algo que también suena moderno, es el beat, creo. Es una canción ochentosa, pero puesta sobre una base muy moderna, sobre una cadencia que hoy en día está muy de moda.

Hasta que llegué a la letra, fue pura composición, de ver cómo cerraba la canción. Empecé a tirar palabras y salió Mañana. Soy muy espontáneo cuando escribo canciones, la verdad que no la pienso mucho. Mismo ya cuando estoy escribiendo una letra, quizás no estoy tan seguro de qué estoy escribiendo; pienso en la melodía, siempre arranco con eso. Hay mucha gente que arranca con la letra, es un desafío para mí, a veces lo intento. Pero, empiezo a tirar palabras que me gustan cómo quedan fonéticamente, en el lugar donde quedan, en la música y de repente empiezo a escribirlas hasta que me hacen sentido.

Hasta que algo de lo que escribí me hace sentido, ‘ah, bueno, voy por ahí’. Mi mente me está tratando de decir que yo quiero escribir sobre esto. Una vez que el vómito de palabras empieza a tener sentido, empiezo a reorganizar las ideas y, bueno, quedó una cosa como esta canción. Mientras la estaba escribiendo, se me venía a la cabeza esa sensación de despertarse, del personaje que el mundo te dá cuando nacés. Antes de que vos llegués a conocerte, en totalidad como persona, el mundo te va dibujando ya quién sos, y es algo natural que ocurre siempre. Uno termina identificándose con eso, con esa construcción, ese acuerdo social.

Es inevitable, uno vive fragmentado. Por un lado, con la imagen que el mundo cree que es, y por otro con esa sombra que uno todavía no conoce de él mismo. Hablo muy en general, a mí me pasa todo el tiempo. Creo que es algo que le pasa a todos, y bueno, habla un poco de querer despertar de eso. Habla del mañana, del relajar. No necesariamente dejar algo para mañana, sino relajar que hay un mañana, que siempre hay un mañana.

Y la contradicción de esta canción es el darse cuenta que el mañana es hoy, que no existe, que todo es lo mismo, que todo va junto. Por ejemplo, en el puente, el personaje llega al corazón de la experiencia y dice, ‘al fin se enamorarán del mar, del gran volcán, y encenderán la fogata más hermosa del lugar y con un sueño colosal, será mañana’. Es como esta parte poética que el tipo se dá cuenta, abre los ojos y empieza a reconocer al mar, un volcán, al fuego como parte de su propio cuerpo.

No hay diferencia, es todo lo mismo. Como si todo fuera una ilusión, y de lo que hay que despertar es de la dualidad de como somos una sola cosa. Así que nada, es un poco esa espiritualidad que también fue un poco alimentada por la pandemia. Esta me hizo re-interpretar muchas letras que escribí, en cuanto a cómo me la tomo; qué significa para mí, qué quería decir con esto, que a lo mejor no estaba tan seguro. Muchas veces, creo que nos pasa, escribimos cosas y de repente nos cae la ficha después. Ese es el proceso des-prolijo de composición de este tema.

¿Qué estás escuchando?

Estoy escuchando a un productor que me encanta, quickly quickly. Es un productor, debe tener 21 años, muy chico, y bueno. También mucho neo-soul. Flamingosis me gusta mucho. Parcels es la banda que más me gusta con Maru, siempre la identificamos como nuestra influencia número uno junto a Jungle. ¿Qué más? Mucho Hiatus Kaiyote, me encanta.un montón de música que ya ni recuerdo.

Hoy en día, en Spotify, le pongo like a todo, me gusta todo. Los algoritmos funcionan muy bien ahí, pro lo menos para mí, funcionan bárbaro. Siempre es una satisfacción, se me olvidan los nombres, tengo que empezar a ordenar más lo que estoy escuchando.

¿Qué hacés cuando no hacés música?

Trabajo en un colegio con Maru, los dos trabajamos en un colegio. Maru es la directora de dos coros. Yo la asisto y toco el piano. Por otro lado, doy clases de música en primaria con otra persona. También dirijo la música de algunas comedias musicales. De vez en cuando algún grupo de comedia musical me llama para hacer eso. Si bien, ese género no es mi fuerte, tampoco mi preferencia, pero es un ambiente donde me divierto mucho y sé que puedo trabajar bien. Está bueno, es un proceso lindo. Como trabajo está bueno, aprendés.

Al final, estás inmerso en música, todo el día. Creo que no está mal, tampoco.

No, para nada. Yo tengo la suerte de trabajar en algo musical, relacionado a lo que yo hago. Así que bien. 

Si estás enfrente de una puerta, tocás el timbre, ¿quién te abre?

Freddie Mercury. Hay algo en esa persona, que es un enigma y nunca voy a poder entender de dónde salió esa energía. De dónde salió esa manifestación artística, me interesa tanto. De hecho, Queen es mi banda favorita, siempre lo fue, desde chiquitito. Sería él, sí.

Gracias a Chava Ilizariturri por hacer esta entrevista realidad.

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Martha Elisa Estrada Cortez

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