Tour por Latinoamérica, Jazz Espiritual y The Beatles: Entrevista con Glitterer (Ned Russin)
Glitterer, el proyecto de Ned Russin, ex-líder y bajista de la icónica banda de hardcore-punk, Title Fight, ya cuenta con varios EP’s y álbumes en su haber. Sin embargo, no fue hasta su último lanzamiento, “Rationale” (2024), que Glitterer se consolidó como una banda, dejando de ser un proyecto exclusivo de Ned.
“Rationale” es el tercer álbum de Glitterer, editado por ANTI-records y masterizado en el emblemático estudio Abbey Road. Charlamos con Ned sobre la creación de este álbum, el proceso de consolidación de la banda y las influencias musicales que marcaron la composición del disco.
#AQuéSuenaGlitterer?
No sé, para mí, simplemente pienso en Glitterer como una banda de punk. Realmente no pienso en los sonidos o los géneros. Cuando me siento a escribir, estas son las cosas que simplemente surgen de forma natural.
Creo que sonoramente nos impulsan los bases. Tenemos canciones cortas, y estamos tratando de crear un tipo de sonido texturizado, fuerte y difuso. Pero sí, no sé. Es difícil para mí separar todas estas cosas del simple objetivo de tocar música, de tratar de resolver estas cosas a medida que avanzo.
Con TItle Fight tuviste ya la oportunidad de tocar en Costa Rica. Ahora, con Glitterer es primera vez que tocarán en Guatemala y en LATAM. ¿Cuáles son tus expectativas del tour?
Todo, ¿sabes?… Es una oportunidad increíble viajar y tocar música. No muchas bandas tienen la chance de ir a Latinoamérica, así que estamos felices de poder hacerlo y de dar muchos conciertos.
¡Recorreremos toda Latinoamérica! Además, es genial que ya hayamos ido con Title Fight, así que conocemos gente y tenemos amigos que no vemos hace años. ¡Volver a verlos y vivir esas experiencias es emocionante! Nos encanta conectar con la gente y seguir haciendo nuevos amigos con esta banda. Es genial tener esta oportunidad.
¿Tienes algo en mente que te gustaría hacer aquí además de tocar?
La verdad es que no sé mucho sobre Guatemala. He estado en contacto por correo electrónico con alguien de allí, y espero que me puedan mostrar los alrededores y hacer que mi estadía sea genial. De todas formas, siempre trato de no hacerme muchas expectativas cuando viajo.
No es que espere que las cosas salgan mal, pero para mí, con solo conocer gente nueva y tocar un concierto ya me doy por servido. Y si además puedo probar comida rica o visitar lugares interesantes, ¡mucho mejor! Así que todo lo que venga después del concierto será bienvenido.
En Guatemala no tenemos una gran industria musical, así que es muy difícil que vengan bandas a tocar. Este será un show icónico.

Tuve la suerte de verte con Glitterer en Atlanta hace unos años. Fue junto a Citizen, Floating Room y Drug Church. Gran show. Recuerdo la energía que se sentía, fue mi primer show después de la pandemia y del encierro, y creo que el de muchos también.
Sé que tu nuevo disco, “Rationale”, lo creaste durante esa época, y ya has hablado sobre el proceso creativo. Ahora, con el disco ya publicado, ¿Cómo te sientes? ¿Y cómo crees que será tocarlo en vivo?”
Creo que lo más importante de este disco es que la banda antes era solo yo, pero después de la pandemia, se convirtió en un grupo de personas. Esto coincidió con que empezamos a viajar y a hacer giras más, intentando salir y tocar. Así que fue un período de transición para la banda.
En cuanto a escribir y tocar canciones, siempre hemos tenido los mismos objetivos: crear música que nos guste, que nos llegue y en la que creamos. Nos juntamos como grupo y trabajamos juntos hacia un objetivo común: crear un conjunto de canciones que funcionen juntas, que podamos poner en un disco y que, idealmente, formen un todo coherente.
Pasamos de un período en el que la banda era solo yo, luego llegó la pandemia y no sabía si volvería a tocar música, a ahora ser un grupo de personas que solo quieren tocar, escribir y viajar. Se sintió muy optimista, como si por fin pudiéramos hacer lo que siempre quisimos.
El proceso de hacer este disco se sintió como hacer cualquier otro, en el buen sentido.
¿Cómo fue juntar a todos y llegar a la decisión final de que esta era la banda que estaría en el proyecto?
La formación de la banda ha cambiado un poco a lo largo de los años, pero siempre de forma natural. Nos hemos rodeado de gente que comparte nuestros gustos musicales, con ganas de girar y vivir experiencias así. Nos llevamos muy bien y tenemos intereses en común, así que la conexión y las ganas de tocar juntos surgieron de forma espontánea.
Hace poco se unió un amigo de la infancia, Colin Gorman, en la guitarra. Él es la excepción, porque nos conocemos desde que éramos niños. Pero en general, nos hemos ido juntando con gente que hemos conocido más recientemente, y las ganas de hacer música nos unieron. Creo que así nacen todas las bandas: te juntas con gente con la que quieres tocar, todos comparten ese objetivo, y después se ve a dónde lleva
Sí, lo entiendo perfecto. Me contaste que te rodeás de gente que escucha la misma música que vos o que tienen gustos parecidos. Sé que para este disco seguís con el sello Anti- Records, y que la masterización se hizo en Abbey Road, ¿Cómo fue la decisión de llevarlo a Abbey Road, teniendo en cuenta que es un estudio tan emblemático?
Fue como perseguir ese sueño loco que teníamos.
Sí, fue idea mía (risas). ¡Fue increíble! No pensé que fuera tan fácil, porque uno se imagina que un estudio como Abbey Road debe estar reservado con meses de anticipación, y que hay que pasar por un montón de trámites. Pero después descubrimos que se les puede mandar un email sin más. Se convirtió en una posibilidad real, y nos encantó la idea.
Yo quería hacerlo porque, como fan de The Beatles, es un sueño hecho realidad. Y como Fugazi también grabó ahí, pensé, ‘¡Si ellos pudieron, nosotros también!’ Esa fue la razón principal, pero cuando nos entregaron la masterización, sonaba de maravilla. Era de esperarse, porque es uno de los estudios más famosos del mundo, si no el más famoso.
Increíble. Felicitaciones por esa meta.

Hablando de como hiciste el álbum, ¿piensas en que las canciones sean cortas, o simplemente te salen así por el género musical, o es una decisión que tomas de antemano, tipo ‘Ok, voy a hacer canciones cortas y listo’?
Al principio, todo fluía de forma natural. Supongo que mucho viene de la influencia del punk y de haber aprendido a escribir canciones punk primero. Es como que eso es lo básico, lo que necesitás. De joven te das cuenta de que podés tener una canción de un minuto con varias partes, y que puede ser igual de compleja que una de cuatro, cinco o seis minutos. La clave está en quitarle lo innecesario. Así que creo que siempre tuvimos esa base. Y como la banda arrancó cuando solo era yo, también tenía esa cosa de no querer alargar las canciones y no aburrir a la gente con temas largos y sinuosos.
Llegó un punto en que la duración de las canciones se volvió algo natural; esa era la duración justa. Escribíamos un tema, le metíamos todas las partes que necesitaba, le agregábamos las voces, y se sentía completo. Lo grabábamos y decíamos, ‘Ok, este tema debería durar dos minutos.’ Lo grabábamos, y duraba un minuto y quince segundos. Y pensábamos, ‘Bueno, suena bien así, no creo que necesitemos agregarle nada más.’ Es lo que nos funciona ahora. Tampoco queremos estar atados a eso; no queremos pensar, ‘Tenemos que hacer canciones cortas porque es lo que se espera de nosotros.’ Pero hasta ahora, nos pasa que escribimos un tema, y sentimos que no necesita nada más, y entonces termina siendo corto.
Sí, lo entiendo. Es muy punk, como dijiste: el alma del punk y del hardcore. Las canciones son muy directas; no necesitan nada más.
También me gustaría saber si tus influencias musicales han cambiado con los años. Sé que mencionaste, en una entrevista que escuché, que te gusta el jazz espiritual, como Coltrane y Pharoah Sanders. ¿Dejas que esos sonidos influyan en tu composición, o los mantenés separados cuando hacés canciones?
Supongo que mis gustos musicales han cambiado mucho con los años, lo cual me parece lógico. Uno descubre cosas nuevas que lo entusiasman, y que tienen sentido de una forma que antes no hubieran tenido. Por ejemplo, el jazz espiritual y la música ambient; no creo que me hubieran gustado de joven. Pero ahora, en este momento de mi vida, me encantan. ¡Es increíble!
Sin embargo, cuando me siento a componer, no pienso en lo que estoy escuchando. No me planteo hacer una canción que suene a la mezcla de tal banda con tal otra. Es más un proceso natural; me siento y veo qué sale.
Creo que tu base musical siempre se nota, pero tu subconsciente musical está absorbiendo esas cosas nuevas de una forma que ni siquiera has procesado del todo. Eso es lo que me resulta emocionante: cuando descubro músicos, bandas y artistas nuevos, creo que uno está constantemente absorbiendo cosas sin darse cuenta.
Como no me interesa recrear ningún sonido en particular, solo intento encontrar algo que me suene bien. Creo que estas influencias se filtran en mi música, a veces sin que me dé cuenta. Cuando reflexiono sobre ello, me doy cuenta de que, ‘Ah, sí, esto tiene algo de lo que he estado escuchando’, aunque no suene como Coltrane, ni Pharoah Sanders, ni Brian Eno. Es más como que, cuando escucho esos discos después de haber compuesto, puedo ver las conexiones.

Ahora que tenés este nuevo disco, tu experiencia en Abbey Road, la banda formada y los shows en vivo, me pregunto si notas alguna diferencia grande entre los fans de Glitterer y los de Title Fight. Sé que Title Fight es más hardcore, es otro tipo de música en vivo. Pero vos, como músico frente al público, ¿sentís alguna diferencia o similitud, a pesar de que el sonido sea distinto?
Siento que siempre he formado parte de la misma escena musical. Por eso, para mí, todo se siente bastante parecido. Aunque es cierto que a través de Glitterer conocí gente nueva que quizás escucha bandas distintas y tiene otros gustos, yo no suelo cambiar mi forma de ver las cosas, para bien o para mal. Así que, en el fondo, siento que sigo haciendo lo mismo.
De todas formas, me gusta pensar que esto es una continuación de lo que ya venía haciendo. Es como seguir el mismo camino, pero desde un punto de partida diferente.
Mi última pregunta es: si estuvieras parado frente a una puerta y tocaras el timbre, ¿Quién te gustaría que te abriera?
Me encantaría que me abrieran la puerta mis amigos. Ellos son las personas que más me emociona ver.

Muchas gracias por tu tiempo, Ned. Estoy ansioso por verte tocar acá.