Entrevistas

En Conversación, Ben Yart

Una escalada efervescente. Ben Yart está en todas partes. El artista oriundo de Pamplona es la dosis perfecta de ironía y reflexiones obsesivas. Su más reciente mixtape, ‘Ceros‘, editado por Oso Polita, tiene once canciones llenas de vulnerabilidad y sarcasmo que revierten cualquier expectativa.

El talentoso español se encuentra de visita en Buenos Aires como parte de su gira ‘Día de Paga‘ y charlamos previo a su presentación el jueves 07 de diciembre en Camping acerca de la dificultad de definir lo que hace, su primer EP, ‘Pitxu en Casa‘, y la congruencia que le caracteriza.

¿#AQuéSuena Ben Yart?

Lo tengo muy difícil. Es como si alguien flamenco se hubiera criado escuchando Young Thug. 

Difícil lo tiene quién hace tu comunicado, es un reto verbalizar. 

No sé qué pondría. ¿La verdad? Cada vez que me preguntan contesto algo diferente porque nunca me parece la respuesta correcta. 

Eso me dice que tenés muchas inquietudes. No haces música en plan, ‘hoy decidí hacer este género y mañana pruebo con otro’. 

No. Pienso en el concepto que estoy expresando y me sale un ritmo u otro. 

Por lo que he leído, percibo un interés genuino tanto en la persona como en el personaje. ¿Cómo estás viviendo esta nueva etapa de tu carrera? Hablo de tener este reconocimiento de prensa especializada, fans que se meten a defenderte, apasionadamente, de los haters. 

En Twitter siempre estoy buscando mi nombre y para verlo. Los comentarios de los vídeos los leo poco porque son menos originales. En YouTube la gente que comenta lo positivo, a veces, me interesa más; los haters es gente que te ve por primera vez, le has dado coraje y ya está. En Twitter hay cosas interesantes, incluidas las de los haters. 

Créditos: 42rqfa
Hay memes muy puntuales. 

Son más creativos en Twitter 

¿Pensaste estar en este momento de tu carrera en tan corto tiempo?

Llevo tiempo en esto, lo que pasa es que ha sido exponencial. Empecé hace mucho a hacer música, más de diez años. Lo que sucede que en estos dos últimos me han empezado a hacer caso. Al principio me costó. No me daba cuenta que me afectaba, pero me afectaba. 

Recuerdo haber escuchado ‘Pitxu en Casa‘, el EP, cuando salió. Es ese tipo de material divisivo que te vuelve fan o hater. Hice click con esa agresividad, ironía inherente desde ‘Congelador’. Enteramente producido por vos. ¿Qué intenciones tenías con esto? 

Eso fue en la cuarentena, hacía mucha música. Consumía bastante anfetamina. Eso te hace trabajar, trabajar, trabajar. Entonces, hacía bases muy trabajadas y le llegaba a pillar el rollo muy bien y luego no podía cantar muy alto porque solía ser de noche. De ahí salió ese estilo de cantar bajito. De locura. ‘Me Keke Kedau,’ un poco más movida, es de una noche que nos fuimos a pasar un fin de semana al pueblo de un amigo y nos pusimos bastante en fiesta. Las otras tres son tranquilitas.

La intro es como algo del flamenco, muy típico. Tú estás en un bar y dices, ‘¿a quién le voy a cantar yo? Le canto a mi primo Blas, me sale del corazón’. En esa soledad y solo tener anfeta, pitxu, pues dije, ‘pues le canto al congelador porque la guardo en el congelador para que no se evapore’. De ahí me sale. Luego, ‘Viejo Amigo’ es una canción de pena, estábamos todos en casa drogándonos.

La última, ‘Xk Me Habré Metido Tanto Spitz?’, es en plan, ‘Dios mío, quiero que se acabe ya esto porque llevo tres días sin dormir’. La anfetamina no te deja dormir. Al principio está muy guay, pero luego entras en unos bucles de pensamiento muy raros. Le dedicas mucho tiempo a las bases, demasiado. Al tercer día, estás aborrecido de tanto escucharla en el fondo, ya no hay nada que hacerle. Es una sensación muy mala, muy fea. De ahí salió la última. 

Me encanta, es muy caótico. 

Es muy caótico, pero lo entiendo perfectamente. La primera es en plan, ‘qué bien, tengo anfetamina’. Le canto al congelador, así como salgo en el vídeo sacándola del congelador. En ‘Viejo Amigo’ estamos todos tristes. Vamos de fiestón con todos mis amigos que se drogan en la tercera. Cierro y es soledad otra vez. No lo hice planeado, pero lo veo y tiene una historia. 

Es una manera muy desencajada de estructurar los temas. Viene a un lugar genuino y descolocado. Hay algo en el offbeat. ¿Tu selección de instrumentales? No se habla lo suficiente. ¿Es una búsqueda consciente? 

No, la verdad. Cuando hago la letra me encaja ahí. Es que he vivido de tantas músicas diferentes. ‘Me Keke Kedau’ no tiene tanto misterio, es un ska. Lo que pasa que nadie se espera que lo haga, entonces lo escuchas y dices, ‘qué mierda es esto? En un instituto en Euskera consumía bastante Ska-P, por esa época se puso de moda.

Mientras estoy haciendo la letra, en el fondo puede ser cualquier cosa. No es que yo diga, ‘voy a revolucionar el trap’. Usando los programas, los synthes y lo que se usa en el trap, en el ordenador meto todas mis influencias. Puede ser el ska, punk y sale eso. ‘Viejo Amigo’ es bastante punk. Los acordes que usé son quintas, que es lo que se usa en el punk. Es una armonía súper punk. Lo estoy haciendo con el ordenador, entonces sale diferente. No es que intente, ‘voy a hacer lo más loco que se me ocurra’. Mi cuerpo me pide hacer algo y al hacerlo con el ordenador sale algo, relativamente, innovador. 

Me gustaría hablar de la ‘GALLERY SESSION‘. Sos vos entrando a nuevas audiencias y poniéndote a un público que no entiende, de entrada, el proyecto. Cuando llegás a ese mainstream, la gente está acostumbrada a otro tipo de estructura en un tema. Sacaste esa sesión y te fuiste directo a ver qué decía la gente. ¿Viviste esa sesión como un antes y un después? 

Sí, quise aprovechar que salía ahí y sacar la mixtape de ‘Ceros’. ¿Fue un antes y un después? Ahora sí lo veo más así. 

Me parece interesante que lo llamés mixtape porque es le defino como álbum, se escucha un proceso completo. 

No sé diferenciar, en realidad. ‘Pitxu en Casa’ es corto. No me gusta juntar este con este, que son dos rollos completamente diferentes, que no soy la misma persona en los dos. Me gusta cuando hago un conjunto, pillar cosas que veo que estaba con la misma mentalidad. Más que con el mismo sonido, la misma mentalidad en ambas. Todo lo que voy a hacer, incluidas las mixtapes, va a tener eso. 

Tenés un enfoque, una temática. Entiendo que en ‘Ceros’ tenías una fijación con el dinero. Por eso lo pienso en términos de disco, hay un discurso recurrente. Existe una congruencia, independientemente en el instrumental. Un mixtape lo tomo como un compilado.

Sé, perfectamente, que nunca voy a hacer un compilado. Todo lo que yo saque saldrá junto. Sino, no lo saco junto. Tendrá un misma atmósfera, un hilo conductor. 

¿En qué estás hoy? ¿Qué te llama la atención? Siento que te aburrís, como que pasás de hoja muy rápido. 

Sí, pero vuelvo a las páginas que he dejado. Me está dando la paranoia del humor. Paso un tiempo sin hacer humor y de repente vuelvo. En ‘Ceros’ hay muchas canciones que son de otra época, pero estaba en la misma paranoia. Entonces, conjuntan y no parecen de otra épocas. Sí me aburro de las páginas, pero retorno. No paso de página porque esta me aburra sino porque soy hiperactivo, ‘ostia, espera que esta estaba guapa también’. 

Ahora mismo, estoy muy graciosete con las novias, como que tengo muchas. El otro día hice un tema con SOULFIA y estuve diciendo que ‘soy el nuero favorito de mi suegro’. Estoy en plan ‘engreído’. Estoy jugando con que estoy flipado. En Twitter también, ‘no poner los cuernos es muy difícil. Estoy con ese humor. 

La gente no lee entre líneas, se lo toma todo muy literal

También está guay que se lo tomen literal.

Sé que sos un buen guitarrista de flamenco, que en algún momento quisiste ir por ese camino. Me gustaría un álbum acústico. Reversiones, inclusive. 

Eso también va a pasar. El productor con el que trabajo ahora, Mr. Worth, tiene en el estudio todo lo necesario para hacer eso. Creo que está cerca, la verdad. Él produjo la ‘GALLERY SESSION’.

¿Va a seguir siendo caótico, pero controlado? 

Sonoramente, no estoy buscando nada. Algún día cambie de opinión, pero creo que cuando la gente dice que ha encontrado su sonido es que ha encontrado el sonido con el que le hacen caso. Cuando empiezas y justo estás copiando a alguien, ahí sí puedo entender que digas que encuentras tu sonido porque dejas de parecerte tanto a esa persona.

¿Mi sonido? Cada día encuentro un sonido. Ahora estamos experimentando en ciertas cosas y no pienso que lo anterior no fuera mi sonido. 

La portada de ‘Ceros’ por Adrián Romero me encanta. Tiene muchas capas. 

Él quería usar la roja, pero le rayé para que fuera verde. Le convencí. 

Terminaste usando la versión en rojo para la gira. 

Bueno, si quieres que esto sea rojo, me importa menos’.

¿Qué podemos esperar de la fecha en Camping?

Podéis esperar mucha fuerza. Tengo mucha fuerza interpretando, soy muy expresivo. 

Tenés un inicio de 2024 con muchas fechas. ¿Cómo te llevás con estar fuera tanto tiempo?

Me cansa mucho estar afuera, pero los conciertos me encantan. Si pudiera teletransportarme haría giras todo el tiempo. Me cansa salir de mi rutina, me vuelve un poco loco. No le va bien a mi condición humana. Tengo TDA, muy fuerte, y la falta de rutina me afecta bastante. Es lo que toca.

Si estás enfrente de una puerta, tocás el timbre, ¿quién te abre?

Yo mismo.

Author Image
Martha Elisa Estrada Cortez

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Privacy Preference Center