En Conversación, FERMIN
¿Qué pasa cuando le hablamos al vacío y responde? ¿Es esa introspección que tanto dejamos a un lado la que requerimos para estar completos? En esta era que se obsesiona con la productividad y se rige, enteramente, en términos económicos, ¿cuál es el valor de la expresión? ¿De qué sirve? Plenitud, ¿quién te conoce? Este tren de pensamiento es el punto de partida del nuevo material discográfico de FERMIN.
Consistente, desencajado, directo, siempre personal. Sobre todas las cosas: pop. Explícitamente pop. Fermín Ugarte no teme utilizar calificativos. No se puede esperar menos del nuevo abanderado argentino del género. El mutifacético compositor, productor, músico, DJ y cantante sintetiza estas inquietudes en ‘TODO SOBRE LA NADA’, su primer disco de estudio (Yuukii Music, noviembre 2023).
Intrínsicamente pop. FERMIN, en estas ocho canciones, abre un diálogo directo con quién quiera entrar a ese espiral existencialista. Deliberadamente prioriza la expresión. Permitirse ser vulnerable ante nuevas audiencias le emociona. No ha sido una decisión fácil, pero ha traído frutos en esta faceta de su carrera.
Charlamos previo a su presentación como opener de Miranda! en el Estadio Ferro para ahondar en la búsqueda que hizo (y sigue haciendo) hacia dentro, lo no negociable en su proyecto, de dónde surge la búsqueda por abordar la ‘nada‘ y ganarle al lenguaje de lo establecido.
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#AQuéSuena FERMIN?
Hoy por hoy, mi música suena a pop. Suena a Buenos Aires. Suena a mí mismo.
Sos una persona que se define por ser introspectiva y que disfruta el baile. Esos dos adjetivos, que se pueden expandir un montón, los resumís en el nuevo disco, ‘TODO SOBRE LA NADA’.
Sin dudas. Este disco está muy conectado con mi esencia. Es el menos pensado, menos intelectual. Ejerzo, cada vez menos, esa presunta separación entre la persona y el personaje. En este disco simplemente hice lo que quise. No me puse límites, no me encerré en un concepto, seguí mi instinto. Este trabajo tiene algo menos pensado, es menos conscientemente distante que los anteriores.
Al utilizar contenido tan personal y tan íntimo en las letras, siento que tengo que protegerme, de alguna manera u otra. En este disco solté el control en ese sentido. Me permití ser más libre y que pase lo que pase.
Te permitís ser vulnerable. Hay un nivel de intimidad que generás que tu audiencia lo reconoce. No muchos artistas se permiten ser tan directos. Desde que empecé a interactuar con el primer EP, ‘Domiciliaria’, lo identifiqué rápidamente.
Ser sincero no es un buen negocio. Entonces, como artista, es difícil tomar esa decisión. A mí no me sale hacer las cosas de otra manera. Desde que soy muy niño, escribir letras es mi forma de canalizar mis emociones y visión del mundo. Soy una persona hipersensible y las letras me funcionan como un caño de escape para las cosas que me pasan. Escribir letras me sirve mucho como herramienta para el psicoanálisis también.
A veces, las letras parecieran tener un efecto hasta casi premonitorio. Uno a veces escribe las cosas antes de entenderlas. Para mí, este proyecto es una forma de catarsis, por sobre todas las cosas. Ese componente es innegociable, cueste lo que me cueste.
En estos últimos tres años, con varios proyectos de por medio, ya tenés claro cómo sintetizar. Este disco es conceptual y dirigido. Ocho canciones compactas. ¿Cómo ha sido para vos ese proceso para llegar a esa claridad?
Esa cosa sintética que percibís en el disco no fue intencional, para nada. Al día de hoy, ni siquiera tengo claro de qué va el disco. Fue una serie de impulsos seguida por otra serie de impulsos. El proceso de síntesis de esos impulsos también fue un proceso muy impulsivo. La única decisión consciente a la hora de hacer este disco fue seguir mi instinto al 100%, de hacer un trabajo directo, sincero y sin censura. Esa fue la intención y creo que lo logramos.
Como outsider, la lectura es otra. ‘Quiere hacer un disco uno corto, títulos con una palabra, mayúsculas, canciones reducidas’. Estás ahondando en la forma que el pop puede llegar a tener. Es como si estuvieras probándote que lo podés ejecutar. Ahora que me decís que es todo un impulso, parte del ejercicio será, eventualmente, obligarte a encasillarte en el próximo disco para saber qué te pasa con esa limitante.
No quiero hablar sobre lo próximo, pero sí encuentro esa paradoja en este disco. Es el trabajo menos pensado y premeditado que hice y parece el disco más controlado y prolijo. Hay un crecimiento en la capacidad de síntesis. Esa es una búsqueda que me he tomado, a título personal, hace ya muchos años.
Como artista tengo una obsesión con el minimalismo del pop. Eso es algo en lo que, por ahora, sigo profundizando. Quizás hablemos en un par de años, me haya aburrido y estè haciendo tracks progresivos de 12 minutos.
Por el momento sigo profundizando en la búsqueda de la síntesis. Por sobre todo, de comunicar emociones y texturas complejas de la forma más simple posible.
Tenès una audiencia que lee entre líneas, que tiene esa capacidad de abstracción. Es muy difícil lograr ese punto de conexión. Lo viví en la presentaciòn del Primavera. Abriste escenario y había gente reunida, bajo el sol de las tres de la tarde, coreando. Claramente, hay un nivel de identificación. Busquè tweets y ya sos artista màs escuchado de varias personas. Algo está pasando, hay FERMINISTAS. ¿Cómo tomás esto?
Eso no deja de sorprenderme porque jamás apunté a una audiencia. En ese sentido soy bastante distraído. Hago música, primero que nada, para mí. Después, sí me gusta compartirla y hacerla accesible a los demás. Recién ahora estoy empezando a identificar que hay un público y que tienen cierta características en común. Lo que ellos identifican es lo esencial que muestro en mi música y es eso innegociable de lo que hablaba más temprano, es esa sinceridad y vulnerabilidad. Eso es, simplemente, parte de mi forma de ser y de lo que busco en la música casi de forma egoísta para mí, para sanarme como ser humano.
Es algo muy nuevo tener un público. Sigue siendo un proyecto bastante pequeño. Por sobre todas las cosas, estoy expectante a ver qué pasa, quiénes son, quiénes aparecen, quiénes vienen hace mucho. Y al mismo tiempo trato de no prestar demasiada atención porque no quiero contaminar mi burbuja creativa con qué cosa podría gustarle (o no) a mi público. Mi premisa número uno para este proyecto es hacer lo que quiera, cuándo quiera y cómo quiera, nada más.
Percibo que tenés mucha música guardada que no va a salir nunca. Sos muy selectivo con qué decidís mostrar. ¿Cómo empezar a encarar un disco? ¿Cuándo identificás que hay una necesidad de querer contar y profundizar en un cuerpo completo?
Es cierto que tengo muchísima música guardada y de todos los estilos. Es difícil que el estilo nunca sea el faro de los proyectos. Sería mucho más fácil si organizara mis proyectos por género. No es el caso. La guía ahí es el capricho, en definitiva. La música, estéticas y temáticas que resuenan son las que dictaminan qué forma va a tener el el próximo trabajo.
Es algo sobre lo que no siento que tenga control. Es toda una serie de accidentes concatenados de manera que se transforman en un disco o en un EP. Esto no quiere decir que yo no tomé decisiones, por supuesto que hay un momento donde uno decide, ‘esto es un disco, esto tiene esta forma’. Pero es más una consecuencia que una causa.
Vivo escuchando música, vivo haciendo música y vivo sublimando mis experiencias de vida a través de la música. Por lo que, la mayoría de las veces, sino siempre, es una concatenación de accidentes.
Has sido enfático en que este es tu primer disco. Tiene que haber una inquietud para decidir presentarlo de esa forma, vivirlo de esa manera, hacer una reintroducción completa hacia FERMIN como proyecto. Entiendo que tenés canciones que, seguramente, escribiste a principios del año pasado, ideas que empezaron y que llegaron hasta este momento. La interrogante siempre es cómo eso se mantiene vigente.
Es que soy una persona muy terca (risas). Confío mucho en las primeras ideas, en el primer impulso creador y en qué eso tiene para decir y cómo se transforma a lo largo del tiempo. El tiempo suele darle la razón a las primeras ideas. Después, esa misma idea que cambia de forma y de color, pero hay algo en hacer prevalecer ese primer impulso y dejar que guíe el resto del proceso que yo encuentro muy valioso.
Todo mi trabajo anterior a ‘TODO SOBRE LA NADA’ es una suerte de prólogo. Estaba todavía terminando de encontrarme con mis propios métodos y terminando de asumirme a mí mismo también. Es muy desafiante hacer el propio camino y darle el protagonismo que merece trabajando constantemente en proyectos de otras personas, cosa que no deje de hacer. Quizás sí, en público. Sí, pero puertas adentro sigo produciendo y colaborando. Es de las cosas que más me gusta hacer. De hecho, es mi trabajo.
Con este disco, por primera vez, pude ponerme mis propios zapatos como artista, dejar que las cosas sucedieran como tenían que suceder. Dejar que el proceso sea como tenía que que ser y despojarme de todas las ideas que yo tenía sobre lo que se suponía que tenía que ser mi música para pasar a dejar que sea la música que tiene que ser.
Por eso siento que este es mi primer disco. Es la primera vez que realmente puedo mostrarme como artista sin filtros, sin prejuicios y sin límites. Es una sensación hermosa.
Venís jugando con esta idea misma de la nada misma, está presente en tu discografía.
Hace un buen tiempo empecé a darle vuelta a la idea de la productividad y la contraproductividad. Lo que sirve y lo que no. Empecé a sentir que mi terreno es lo que no sirve para nada, es la abstracción, lo que no es productivo. No genera valor más que el valor que tiene en sí mismo la música y la expresión. Hay algo de eso en la nada. Al mismo tiempo, la nada es el vacío interior.
Es el espacio interior, lo que llevamos cuando cerramos la puerta y no hay nadie más. ¿Ese interior, ese vacío? Eso también es la nada. Es lo que no sirve y no es productivo. Son las emociones, las psiquis, los traumas. Este disco tomó una forma de glosario. Por eso este disco es TODO SOBRE LA NADA. No es la primera vez, por supuesto, que abordo una temática existencial dentro de mi música; pero, sí me divertía mucho la idea de que el concepto sea ‘sobre la nada, que la música sea nada’.
‘Nada’ en términos económicos. Estás en una industria donde todo lo medís con streams, hay una cuantificación constante. Eso mismo te limita y condiciona.
Que las plataformas donde se escucha música lo que más se vea sean los números me parece de mal gusto.
Es un ecosistema de construcción de reputación, fans. Al final, ¿cómo lo traducís a tickets? Hay que hablar de la compra de números también. Es un cúmulo de incentivos perversos.
¿Dónde hay lugar para la expresión ahí? ¿Dónde hay lugar para las emociones? ¿Dónde hay lugar para lo abstracto? ¿Dónde hay lugar para lo que no sirve, para lo que no produce dinero?
Tal vez en una newsletter.
Por ejemplo, sí.
Eventualmente, vas a tener un número de suscriptores en donde alguien te va a decir que lo puedes monetizar.
O no. No me importa. Por supuesto que me importa conectar con más gente, pero porque me interesa compartir esta subjetividad, mi música y mi punto de vista con otras personas. La música es algo muy sanador que nos conecta entre seres humanos. Así como me pasó con diferentes artistas que me hicieron sentirme menos solo, siento que es una responsabilidad continuar con ese legado.
Por eso me interesa el pop, la música popular. No me interesan los números, me interesa ser lo más feliz que pueda y en el camino, si hago felices a otras personas, ya tengo más que suficiente. Todo este panorama de los números y de las mediciones, como dirían acá en Argentina, me parece ordinario.
Hablando del primer instinto, ‘ELEMENTO’ es eso. Es desencajado. Es un statement en sí. No esperaba nada en esa línea. ¿Fue una decisión consciente lanzarlo como primer single?
Me pareció divertido. Lo lógico hubiera sido que los singles sean la canción con Dillom, con Six Sex. Si lo que más me divertía era que esos dos temas fueran los singles, lo hubiese hecho. Seguí ese instinto a sabiendas de que, quizás, no era lo comercialmente más viable. No significa que no quiera que más gente me escuche, pero lo que más quiero es divertirme. No quiero estar haciendo música con métricas en la mano. Prefiero morirme antes que hacer eso.
La música nació en mí cuando era muy niño y se apoderó completamente de mi vida. Es sagrada. Como decía Maradona, ‘la pelota no se mancha’. Bueno, la música no se mancha. Mi compromiso para con las personas que me escuchen, sean una 10, 10,000 o 10 millones, es hacer siempre lo que quiera, como quiera y cuándo quiera.
Lo único y lo mejor que tengo para ofrecer a los oyentes es un proyecto que solamente negocia con sí mismo y nada más.
En tu discografía tenés esas premisas muy presentes y le vas a agregando, quitando capas. ‘ELEMENTO’ tiene una letra profunda y lo disfrazás como un tema ‘divertido’.
La expresión me divierte. Me divierte ser una persona sensible. Me divierte expresarlo, me hace feliz. Si uno escucha mis letras se podría pensar, ‘este tipo está severamente deprimido’, pero no es el caso. Por sobre todo, me divierte y hace feliz expresarme y encontrar nuevas formas de hacerlo. Cada vez que logro expresar una emoción compleja con palabras simples, mi primer impulso es reírme porque siento que le gané al lenguaje. Es como una pequeña trampa.
Esa es mi búsqueda, ganarle al lenguaje de lo establecido, de lo que se supone que la música tiene que ser, de lo que se supone que una letra tiene que ser y de lo que se supone que una persona tiene que sentir. Eso para mí es profundamente divertido y cuando lo hago me siento un niño.
Este single tiene letras muy fuertes, muy personales. Es una abstracción. Llegaste a ese momento de lucidez porque pasaste muchas horas ahondando. Evito entrar a ese agujero contemplativo.
Estoy en el proceso inverso. Estoy haciendo menos proyectos para meterme cada vez más profundo en ese agujero. A lo que más le dedico tiempo es a pensar. Trabajo un montón y hago un montón de cosas, pero mi prioridad número uno es pensar, es meterme para adentro y ver qué hay. Esa es mi misión en la vida hoy por hoy.
Lo digo con mucha seguridad porque creo que ahí es la primera vez que encuentro una forma definitiva a esa misión que siempre sentí que tuve. Es difícil de explicar cómo las cosas se sincronizan, no lo entiendo ni yo.
Llegás a ese nivel de lucidez en donde podés contar una historia.
Lo más loco es que la mayoría de las letras del disco, de hecho la mayoría de las canciones, las escribimos en un retiro creativo que hicimos durante quince días con varios compositores en el medio de un campo. Trabajamos todas las noches haciendo una canción por noche. A ese campo, en enero de este año, llegué con 35 demos. En el disco quedaron solamente dos, los otros seis son canciones que hicimos in situ.
De nuevo, me resulta muy difícil explicar por qué las cosas se alinearon como se alinearon para decir esas cosas de esa manera. De hecho, no le cambié una palabra a las letras desde ese viaje. Hay un solo tema, ‘ROTONDA’, que le saqué una estrofa porque quedaba muy largo. No hubo correcciones, modificaciones. Bajó todo ahí como un rayo del cielo. Hubo una conexión espiritual en ese momento y con este disco. Es muy fuerte, no la sé explicar del todo.
Sí creo que la lucidez de la que hablás es propia de todo el proceso de pensamiento previo. No llegué con nada escrito, pero sí sabía de qué quería hablar, cuáles eran los puntos de vista en los que me quería sentar a escribir. Después, todo el resto es inexplicable. No lo entiendo ni yo, simplemente sucedió.
La sensación que tenía, previo a este nuevo disco, es que vos nunca estuviste completamente conforme. Ni con tu banda, lo que se generaba en el vivo, el setlist. Lo que presencié en tu show en Primavera Sound fue disfrute, cosa que no había visto antes en un vivo tuyo.
Hace mucho sabía que iba a hacer este disco. El nombre de ‘TODO SOBRE LA NADA’ es anterior a ‘MAÑANA ES PEOR’. Hace mucho estoy esperando que este disco suceda para tocarlo en vivo y para que el proyecto se vea y suene como quiero. Después, las canciones del disco terminaron siendo otras a las que pensé que iban a ser. No importa porque, de todos modos, el repertorio es otro.
Tengo la conexión emocional que quiero tener con el repertorio. Al igual que con mi banda, al igual que con las tapas, al igual que con la producción, la mezcla y el mastering, los videoclips. Estoy muy conectado con todo en este momento. Es la primera vez que realmente estoy logrando disfrutarlo. Hay algo de esa toma de riesgo, de ese sincericidio, que tiene todo que ver con ese resultado.
Tengo esta pregunta del año pasado que siento que aplica. Hablamos de Ale Sergi y Miranda! en el 2021 y lo veíamos como algo lejano. Lo tengo muy presente. Estamos dos años después y vos estás abriéndole su primer estadio. ¿Cómo lo vivís? ¿Lo podés describir siquiera?
No. Dios opera de formas misteriosas. Me cuesta mucho hacer un sentido lógico que mi banda favorita de toda la vida me invite a abrir este show en el momento en el que doy este salto al vacío, sin red y sin ningún tipo de seguridad, para enfocarme 100% en este proyecto. No tiene ninguna explicación racional o no la encuentro.
Todo lo que siento es gratitud y un poquito de nervios. Estaba en el estudio terminando este disco, muy a contrarreloj por contratiempos, cuestiones de equipo. Estábamos con Juan Stewart, con quien cerramos el disco junto a Santi De Simone. Venía de tener un día de varias malas noticias, varios paros en la rueda para la realización del disco. Ese mismo día me escribe Juliana, de Miranda!, y me dice como si nada, ‘¿qué te parece abrirnos el 7 de diciembre?’ Exploté en lágrimas como un niño pequeño perdido en el supermercado. No sé qué decir. Estoy muy agradecido y creo que estamos más que a la altura.
¿Qué estás escuchando?
Recomiendo a Babeblade y su disco, ‘Llorar en un baño público’. Qiri, quien produjo en el EP de Estratosfera. Por último, a Juan Lopez, infravalorado.
Si estás enfrente de una puerta, tocás el timbre, ¿quién te abre?
Yo mismo.