Generando sentimientos con Costa de Ámbar
Costa de Ámbar es una banda que no le tiene miedo a expresarse para hacernos sentir. Al final, es lo que buscan. La entonación acompaña eso que nos cuesta tanto decir. Es eso lo que engancha. Además, saben cómo hacer coros. Su nuevo sencillo es una muestra de lo que hablo.
Entendiendo que hay un ritmo establecido, como banda, deciden salir de esa dinámica conocida para crear algo diferente. El riff, una batería puntual, un break a la mitad, una voz que transmite melancolía de la buena e instrumentos de viento. Este es el resultado invitar a más músicos para producir una canción pensada en estadios. Sí, es a donde apuntan para el regreso a los escenarios.
Platicamos con Diego Colmenero, vocalista y Paulo García, baterías, acerca de la estructura de la nueva canción, cómo han mantenido contacto con su público en estos tiempos, cómo se decidieron lanzar esta y lo bueno que trajo esta cuarentena para ellos.
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¿#Aquésuena Costa de Ámbar?
Paulo: creo que sonamos a las influencias musicales que tenemos los integrantes. A veces puede sonar popero, más rockero, varía. Es una combinación de influencias que se juntaron y re-ordenaron para ser algo nuevo.
Diego: no lo podríamos encasillar en un género. Como dice Paulo, las influencias que tenemos están muy variadas. Las canciones, por lo tanto, también. Tenemos todo tipo de canciones. Nuestra música se centra en hacerte sentir algo, no sé cómo explicarlo sónicamente. Buscamos, por medio de la letra y la música, generar algo. Ya sea balada o una muy prendida, que te mueva el tapete.
Hablemos más de ‘Sabiendo Que Te Vas”. Me gusta la estructura, además que está bien pensado el break, este cambio de sentimiento que hacen a mitad de canción.
Diego: lo primero que mencionas, del cambio que hay en la canción, sí fue algo pensado desde la composición. De hecho, fue una de las partes más difíciles de bajar porque veníamos de este ritmo más fiestero, movido, a un cambio bastante tranquilo.
Y también instrumentos de aire. Sí es una canción para estadio, para el encore también. Lo veo pasando.
Las voces de esa parte es otro de los nuevos instrumentos, por así llamarlo, que estamos incorporando. Definitivamente es una canción que pensamos para festivales, en el momento de producirla y trabajarla toda la banda. Sí se pensó, 100% para tocarla en vivo en un estadio, una explanada. Pensando en que para allá vamos.
Qué difícil estar en ese mindset, de conciertos, cuando estamos en este encierro, incertidumbre de cuándo regresamos. Lo pienso en los lives ahora. ¿cómo se canaliza ese sentimiento? ¿Cómo transmitir esa energía?
Paulo: sí estuvo complicado, sobretodo a la hora de ensayar. Nunca habíamos tocado con otros músicos. En las últimas tocadas metimos a un música de apoyo para que tocara las teclas, y nos ayudara a llenar esos espacios que no son tan fáciles de llenar si no está el teclado, con ciertos sonidos. Al final, por la misma producción que se empezó a volver tan natural, sí fue de ‘si ya la grabamos así, tenemos que tocarla así’. Fue de conseguir a las segundas voces, escribir sus partes, líneas, escribir las trompetas. Luego, ensayar todo. Al principio nos sacó de onda, pero luego agarró ritmo. Amarramos y a la hora de grabar, no fue tan complicado. Fue una experiencia muy diferente a la que estamos acostumbrados, sobre todo en estudio.
Este tipo de trabajo detrás, con más músicos y otras participaciones, ¿es parte de lo que vendrá? ¿Fue caso aislado?
Diego: no, creo que esta es la primera vez que trabajamos, desde el proceso de producción, con otras personas, y que invitamos a otras mentes a meterle. Luis Rodríguez estuvo en las teclas y el órgano. Edgar Ortiz en la trompeta. A Edgar fue una cuestión de que ya existía la tonada de la trompeta y fue una cuestión de escribirla, que sí tuviera los feels de trompetista. A fin de cuentas sí es otro instrumento. Y con Edgar sí le dijimos, ‘date grasa, propón lo que tú sientas’.
Le dimos varias referencias de canciones. Sobre la que más se apoyó fue Luis Miguel. Sí están muy Luis Miguel sus teclas. Es la primera vez que lo hacemos así, incorporando a otras personas. Creo que sí vamos a seguir haciendo porque fue fructífero. Creo que si nosotros hubiéramos escrito las teclas, ninguno de nosotros es tecladista, no hubiera sido lo mismo.
¿Cuántas canciones han trabajado ahora que no se puede salir?
Diego: estamos trabajando en un LP, como a mediano plano. Vamos a seguir lanzando sencillos, por el momento. Ya estamos trabajando en un LP. la cuarentena, muy pesada para todos, pero sí nos dio esta oportunidad de encerrarnos y clavarnos, mucho más, en las composiciones. Antes de que todo esto empezara estábamos toureando, de gira por México. Íbamos a ir a Estados Unidos. No teníamos tiempo de estar componiendo. Ahora sí que se nos dio la oportunidad de ‘oye, siéntate a hacer un disco’.
¿Por qué se deciden hacer vídeo para esta canción? ¿Por qué eligen esta canción?
Paulo: la razón y el orden por la cuál hemos sacado los últimos 4 sencillos, incluyendo este, fueron porque, desde antes, ya teníamos un plan: ‘tenemos tantas canciones y queremos producir para no tener que atrasarnos o empalmarnos con shows y poder darle respeto a cada canción’. Lo que hicimos fue hacer maquetas de 6 canciones, y luego una especie de focus group con gente que no nos conocía muy bien y era buena la música, tenían buen criterio. También amigos que nos han escuchado de hace mucho, otras personas que son seguidores. Al final, pusimos las canciones, platicamos y esto nos sirvió mucho para decidir, de esas 6 cuáles 4 iban al estudio. Esta canción ya estaba grabada desde hace 1 año.
Cambió mucho. De hecho re-grabamos el 80% de la canción. En ese entonces tenía un feel mucho más rockero, no tanto funk. Ya cuando nos metemos, a la hora de mezclarla, Ricardo nos dice, ‘las referencias que me estás pasando y el mood no van como está grabado, como lo tocaron. Yo creo que hay que grabar de nuevo’. Con todas las ganas del mundo, le grabamos guitarras, voces, bajo. Lo único que se quedó fue la batería, y qué bueno (risas). Esa es la razón. Las que vienen no están en sí grabadas en un estudio, listas para mezcla, pero sí lo más profesionalmente para una maqueta. Tratamos siempre, lo más que podamos, a una producción así para poder escuchar más acertado y ser más críticos.
Ciudad de México, Guadalajara, Zapopán están en el TOP de oyentes. Siempre he creído que México sigue creciendo porque hay apoyo local. ¿Qué han hecho para mantener esa relación con los fans ahora que no se puede estar de gira?
Diego: primero que nada, las redes han sido primordiales. Tratar de estar más conectados a las redes. Hace poco hicimos una fiesta en Zoom, con fans, que también estuvo bastante divertido. La hicimos por medio de un giveaway y lanzamientos. Ya llevamos dos en cuarentena; la gente sí te escribe después y nos encanta, nos cuentan de su experiencia en relación. Tratamos de estar siempre contestando, estar al pendiente. Nuestros fans nos han ayudado a crecer. Como mencionas, Guadalajara es nuestra casa y sí se siente cuando tocábamos en vivo.
¿Qué estás escuchando?
Diego: ando escuchando mucho Pink Floyd. Soy muy fan de Jorge Drexler.
Paulo: creo que me he puesto a escuchar más sesiones en vivo de artistas que me gustan. Últimamente, Red Hot Chili Peppers. Creo que todo el día, al menos unas 5 rolas.
¿Quién es el más latino de ustedes dos, que escucha más en español?
Diego – Yo (risas). Empecé a escribir música en español porque escuchaba esto. Mi abuelo, cuando era chico, ponía Joaquín Sabina. A mi mamá le fascina Soda Estéreo, a mi papá Luis Miguel, más de señor. En mi casa se escucha música en español.
¿Qué hacen cuando no hacen música?
Paulo: sigo estudiando una carrera en administración.
Diego: yo soy arquitecto, no ejerzo. Trabajo con mis papás, les ayudo en proyectos, diseño de nuevas tiendas, diseño gráfico.
Si estás enfrente de una puerta, tocás el timbre, ¿quién te abre?
Paulo: yo, con Kurt Cobain. Hablaría de por qué usaba ciertas guitarras, acordes. Como Jesús para mí ese hombre.
Diego: creo que con Drexler. Lo he visto en vídeos y documentales, y siento que ha de ser muy interesante trabajar con él.